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Juncker: “Si comparo el Reino Unido con una esfinge, la esfinge me parece un libro abierto”

Jean-Claude Juncker, Theresa May

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

¿Quién puede interpretar lo que dice una estatua de piedra? Probablemente nadie, porque no dice nada, no puede mover los labios, ni los ojos, ni la nariz, ni las cejas. Una escultura no habla directamente, si acaso es lo que interpreta quien la estudia, por los rasgos moldeados por el artista, trágicos, felices, agónicos... O pétreos, como las milenarias esfinges de Egipto, portentosas estructuras de piedra en medio del desierto, vigilantes de los templos.

¿Qué dice una esfinge? Por mucho que nos acerquemos a sus labios, nada nos susurrará, ni nos hará un gesto. No moverá la cabeza, ni nos guiñará un ojo. Llevan 4.000 años así. Y seguirán otros 4.000 años de la misma manera.

“Si comparo el Reino Unido con una esfinge”, ha dicho este miércoles por la mañana en Estrasburgo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mostrando su exasperación por el bloqueo eterno del Brexit, “la esfinge me parece un libro abierto. Esta semana iremos viendo cómo empieza a hablar ese libro. Ya lo veremos cuando llegue el momento”.

Este miércoles por la tarde el Parlamento británico vota hasta siete mociones diferentes, indicativas para el Gobierno, sobre cómo afrontar el último suspiro: nuevo referéndum, votar de nuevo el acuerdo de retirada, retirar el Brexit, ir a un Brexit sin acuerdo... Todo tipo de opciones. No son vinculantes, pero toman la temperatura de la Casa de los Comunes a dos semanas de la nueva fecha tope: el 12 de abril.

Si Reino Unido no aprueba esta semana el acuerdo de retirada, a la tercera, deberá decir antes del 12 de abril fecha límite para convocar elecciones europeas en Reino Unido, qué quiere hacer.

Si se aprobara, cosa improbable por la dureza de las dos últimas derrotas, Reino Unido tendría hasta el 22 de mayo para terminar de prepararse para salir de la UE, algo que cada vez le parece peor a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.

Tusk, en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, ha pedido la retirada del Brexit: “No se puede traicionar a los seis millones que firmaron la petición de revocar el Brexit, ni al millón que se manifestó por un segundo referéndum, o la mayoría creciente de gente que quiere permanecer en la UE. Pueden pensar que no están suficientemente representados en el Parlamento británico, pero deben sentirse representados por ustedes en esta Cámara. Porque son europeos”

Y, dirigiéndose al exlíder del UKIP, Nigel Farage, que censura la iniciativa de un nuevo referéndum por suponer una enmienda al de hace tres años, dijo: “En realidad, el segundo referéndum se celebró en 2016. El primero fue en 1975, y la mayoría de los británicos decidió que su lugar estaba dentro de la UE. Fue usted quien pensó que era posible organizar un nuevo referéndum para invalidar el anterior, así que sea consecuente”.

“Del Brexit”, ha concluido Juncker, “no voy a decir nada más. Ya está todo dicho”.

El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ha señalado en su intervención que “todo es posible hasta el 11 de abril, pero las decisiones tienen consecuencias”.

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