La Unión Europea ha sancionado a Alina Kabaeva, laureada exgimnasta olímpica y supuesta pareja del presidente ruso, Vladímir Putin. La UE ha impuesto sanciones a “políticos, propagandistas, empresarios destacados y familiares de personas ya sancionadas. La ex gimnasta y miembro de la Duma estatal Alina Kabaeva también está incluida en la lista como colaboradora cercana del presidente Vladimir Putin”.
La UE sancionó previamente al presidente ruso y a las dos hijas que tuvo con su exesposa. El Gobierno de EEUU cree que Kabaeva se ha enriquecido gracias a las conexiones con Putin y que está ocultando el dinero del presidente ruso.
Kabaeva preside actualmente el National Media Group, un holding que posee participaciones en casi todos los principales medios de comunicación rusos progubernamentales, según el documento comunitario, y por eso sería responsable de apoyar acciones que socavan la independencia y la integridad territorial de Ucrania.
El Kremlin ha negado en reiteradas ocasiones las informaciones publicadas por varios medios de que Putin mantiene una relación con Kabaeva y que tiene hijos con ella. La exgimnasta también ha negado mantener una relación sentimental con el presidente ruso.
Kabaeva, nacida en 1983 en Uzbekistán, comenzó a practicar gimnasia rítmica con cuatro años. A los 15, empezó a cosechar victorias en los campeonatos internacionales. Fue medalla de bronce en los juegos de Sidney en el 2000 y oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
En 2001, se vio envuelta en un escándalo relacionado con el dopaje por dar positivo en un diurético prohibido, lo que hizo que se le despojara de las medallas conseguidas en los campeonatos mundiales de Madrid y que fuera suspendida durante un año.
Su gran número de éxitos gimnásticos la convirtió en una estrella nacional e hizo célebre un movimiento característico en sus ejercicios que se denominó “Kabaeva” en el reglamento de gimnasia rítmica. Sus méritos deportivos le llevaron a ser bautizada popularmente como “la mujer más flexible de Rusia”. Se retiró definitivamente del deporte en 2007.
En 2005, Kabaeva entró a formar parte de la Cámara Pública de Rusia, un órgano consultivo. Entre 2007 y 2014, Kabaeva fue miembro del Parlamento ruso, la Duma, en representación del partido Rusia Unida, liderado por Putin.
En 2008, el tabloide ruso Moskovsky Korrespondent informó de que Putin se había divorciado de su esposa y planeaba casarse con Kabaeva. La publicación fue duramente criticada por el presidente Putin, que tildó el reportaje de “fantasía erótica”. La matriz del medio, National Media Group, que acabaría presidiendo la exgimnasta, cerró el diario a los pocos días de la polémica aludiendo “problemas financieros”, según recogía el New York Times.
La meteórica carrera de Kabaeva dentro de los centros de poder de los medios de comunicación rusos comenzó en febrero de 2008, cuando fue nombrada presidenta del Consejo Público del Grupo Nacional de Medios que controla Izvestia, Channel One y REN TV.
En septiembre de 2014, Kabaeva renunció a su puesto en la Duma y aceptó el cargo de presidenta de la junta directiva del National Media Group, el mayor conglomerado de medios ruso, según la agencia rusa TASS. El nombramiento llegó a propuesta de Yury Kovalchuk, uno de los oligarcas próximos a Putin y el mayor propietario del Rossiya Bank.
Su salario anual en 2018 fue de más de 11 millones de euros, según documentos del Servicio Federal de Impuestos de Rusia citados por el Wall Street Journal.
El Gobierno de EEUU cree que, además de su pareja, Kabaeva es la madre de tres hijos de Putin. El diario The Wall Street Journal recoge que fuentes gubernamentales suizas, estadounidenses y europeas dijeron que Kabaeva viajó a Suiza para dar a luz en 2015. Putin estuvo desaparecido de los medios durante ocho días. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, salió al paso de estas informaciones negando las especulaciones sobre que Putin hubiera sido padre de nuevo: “Las informaciones sobre el nacimiento de un bebé de Vladímir Putin no corresponden a la realidad”.
En 2019, según recoge el rotativo estadounidense, la exgimnasta dio a luz a gemelos en Moscú, según fuentes del Gobierno de EEUU, una información que nunca fue confirmada por el Kremlin. El medio ruso Moskovsky Komsomolets llegó a publicar la noticia sobre el nacimiento de los gemelos, sin nombrar al supuesto padre. El artículo fue eliminado poco después.
EEUU evitó sancionarla por temor a una respuesta “agresiva” de Putin
El pasado 24 de abril, el diario The Wall Street Journal publicaba que el Departamento del Tesoro de EEUU sopesó imponer sanciones contra Kabaeva, pero finalmente la decisión fue frenada por el Consejo de Seguridad Nacional en el último momento por temor a que aumentaran las tensiones con el presidente ruso y se complicaran aún más las posibilidades de lograr un acuerdo de paz en Ucrania. Según una fuente del Tesoro de EEUU, existía el temor de que “Putin respondiera de manera agresiva”.
El Journal recoge que el Gobierno de EEUU describe a Kabaeva como la “amante” de Putin. Según el informe de EEUU en el que se recogían los argumentos para sancionarla, Kabaeva y su familia se enriquecieron gracias a las conexiones “con personas del círculo íntimo de Putin”. Las fuentes del Gobierno de EEUU citadas por el diario señalan que creen que “jugó un papel en ocultar dinero” del presidente ruso.
EEUU cree que Kabaeva y su familia se han enriquecido gracias a su conexión con Putin y que la exgimnasta oculta dinero del presidente ruso
Desde 2013, Kabaeva y su familia han adquirido al menos seis apartamentos, dos casas y terrenos en las regiones más exclusivas de Rusia, incluida una propiedad de 700 metros cuadrados en San Petersburgo y apartamentos de lujo en una de las calles más exclusivas de Moscú, según la información del registro de la propiedad que recoge una investigación de Open Media.
Ucrania ha pedido en diversas ocasiones a los países occidentales que sancionaran a Kabaeva. A finales de abril, el parlamento de Ucrania pidió al Gobierno de Suiza que expulsara a la exgimnasta del país, donde se cree que tiene fijada su residencia. El Gobierno suizo respondió que no tenía indicios de que residiera allí, según el Wall Street Journal.