Desde que el pasado día 24 de febrero Rusia tomara el control de la zona de Chernóbil, la preocupación por un posible incidente nuclear ha ido en aumento. Este miércoles, el operador ucraniano Ukrenergo ha advertido de que la planta nuclear de Chernóbil ha sido completamente desconectada de la red de energía “debido a las acciones de los invasores rusos”.
Según recoge la agencia Interfax en Ucrania, el comunicado de Ukrenergo señala que “la planta está completamente desconectada y no tiene suministro energético” y que como “las acciones militares siguen en progreso, no hay posibilidad de restaurar la conexión”.
Por su parte, la empresa estatal ucraniana Energoatom ha explicado en su canal de Telegram que el apagón está asociado a “daños en la línea de transmisión” entre la central de Chernóbil y la subestación de Kvysika, que también provocó un apagón en la ciudad de Slavutych.
El apagón preocupa a Energoatom porque es necesaria la electricidad para mantener una “refrigeración constante” de los “20.000 conjuntos de combustible gastado” que se almacenan en la vieja central. Si no se produce esta refrigeración, “la temperatura de las sustancias radiactivas del combustible gastado” podrían evaporarse y llegar al ambiente. “Una nube radiactiva podría ser transportada por el viento a otras regiones de Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Europa”, advierte la empresa.
“El sistema de extinción de incendios tampoco funciona. Este es un gran riesgo en caso de incendio, algo que podría ocurrir como resultado del impacto de un proyectil. Actualmente, las hostilidades continúan, lo que hace imposible realizar reparaciones y reanudar el suministro de energía”, advierte la empresa ucraniana.
Previamente, la OIEA, la agencia nuclear de la ONU, aseguraba que había perdido la conexión con los sistemas de control instalados en la central. “En este momento, nadie sabe que está pasando en Chernóbil y cuáles son las amenazas para la región. Es una situación extremadamente peligrosa”, advertía la OIEA.
Rusia, por su parte ha acusado a las fuerzas ucranianas de ser los culpables del ataque la red eléctrica que abastece a Chernóbil. El viceministro de Defensa de Rusia, Nikolai Pankóv, respondía así en una rueda de prensa a las acusaciones de responsables ucranianos.
“Debo señalar con gran pesar que los nacionalistas ucranianos cometieron otra provocación, una provocación extremadamente peligrosa. Atacaron la subestación y las líneas eléctricas que alimentan la planta de energía nuclear de Chernóbil. Los expertos rusos tomaron medidas inmediatas para cambiar a fuentes de energía del generador diésel de respaldo ”, dijo Pankóv, según las agencia rusa Sputnik.
Reservas para “48 horas”
El ministro de Exteriores ucraniano, Dimitri Kuleva, ha pedido en Twitter un alto el fuego en la zona para poder volver restaurar la electricidad en la central. Kuleva, ha advertido que los generadores de reserva que funcionan con diésel en Chernóbil tienen una capacidad de “48 horas”, después de lo cual, los sistemas de refrigeración se pararían y habría una “fuga de radiación” inminente.
Posteriormente, la OIEA ha afirmado en esta misma red social que el corte de energía no entraña un impacto “crítico en la seguridad”. El organismo asegura que “debido al tiempo transcurrido desde el accidente en Chernóbil en 1986”, “la carga de calor del tanque de almacenamiento del combustible gastado y el volumen de agua de refrigeración que contiene es suficiente para mantener una refrigeración eficaz sin necesidad de suministro eléctrico”. Además, ha recordado la existencia de los generadores de emergencia, a pesar de las advertencias de Ucrania de las limitadas existencias de diésel con las que cuentan en la planta para su correcto funcionamiento.
Por su parte, el viceministro de Energía ruso, Pavel Sorókin, afirmó que “en este momento, la parte bielorrusa ha resuelto el problema de restaurar el suministro de energía de forma permanente desde el sistema energético bielorruso”.
Preocupación por el personal, que no rota desde hace 13 días
Energoatom advierte también de que, debido al apagón, la ventilación de la instalación no funciona y todo el personal que se encuentra allí podría recibir dosis peligrosas de radiación.
El director general del OIEA -la agencia nuclear de la ONU-, Rafael Grossi, se ha mostrado también preocupado por la situación de estrés y fatiga del personal que atiende la antigua central nuclear de Chernóbil, que no ha rotado desde el 24 de febrero, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania.
“Estoy profundamente preocupado por la situación difícil y estresante que afronta el personal de la planta de Chernóbil y los riesgos potenciales que esto implica para la seguridad nuclear”, aseguró Grossi en un comunicado.
“Hago un llamado a las fuerzas que tienen el control efectivo del sitio para que faciliten urgentemente la rotación segura del personal”, agregó Grossi en referencia a las fuerzas rusas.
El regulador ucraniano informó a la OIEA que los 210 técnicos y guardias que han estado trabajando allí desde que las fuerzas rusas tomaron el control hace casi dos semanas no han podido rotar y “su situación está empeorando”.
La antigua central nuclear, ubicada en una zona de exclusión debido a la radiactividad por el accidente de 1986, incluye reactores fuera de servicio, así como instalaciones de desechos radiactivos.
La autoridad reguladora ucraniana asegura que solo podía comunicarse con la planta por correo electrónico.
Ataques a instalaciones nucleares
Tras la toma de Chernóbil por las tropas rusas, fue atacada la central de Energodar, en la región de Zaporiyia: la planta de energía nuclear más grande de Europa. El ataque provocó un gran incendio que se mantuvo activo durante horas. Por ahora, el personal asegura que “su funcionamiento es correcto” con los niveles de radiación “estables”.
Además, el pasado domingo 6 de marzo, fuerzas rusas lanzaron proyectiles contra un reactor nuclear experimental en Járkov, en el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología.
Ucrania dispone de 15 reactores que se reparten en cuatro centrales nucleares: Jmelnitski (2), Rivne (4), Ucrania Sur (3) y Zaporiyia (6), según los últimos datos del operador ucraniano Energoatom.
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