La llama argentina enciende una huelga feminista en más de 170 países

“Ni una menos, vivas nos queremos”. Con este lema conciso, las mujeres argentinas llamaron a la huelga global en el país el 8 de marzo del año pasado, tras meses de feminicidios en todo su territorio. Fue un grito desesperado y unánime desde las entrañas del feminismo pidiendo que parasen los asesinatos, las violaciones y las desigualdades con las que conviven las mujeres en toda América Latina.

El año pasado, más de 200.000 argentinas marcharon el 8 de marzo entre ciudades grandes y pequeñas. A pocas horas de que aquellas movilizaciones tengan una nueva réplica mundial, en Buenos Aires el colectivo Ni Una Menos contiene el aliento. Sospechan que la de este año va a superar con creces la del anterior y, para ellas, esto será un nuevo hito histórico.

“Estamos preparándonos para mañana. Vamos con todo y esperamos superar lo que conseguimos el año pasado”, asegura a eldiario.es Sabrina Cartabia desde la capital. “Habrá movilizaciones de todo tipo en Buenos Aires, Córdoba, Rosario... pero también en pueblos y ciudades más pequeñas”, apunta.

Las dos centrales sindicales más importantes del país, la CGT y la CTA, se han sumado a la huelga, también algunas formaciones políticas. La Matanza, un municipio en el que viven tres millones de personas, ha decretado “asueto administrativo” tanto para hombres como para mujeres.

Sabrina habla firme, pero empiezan a pesar las semanas de trabajo y organización. “Nos movilizamos por muchas razones, necesitamos visibilizar todas las violencias, también la económica y los recortes sociales. Esto pasa en toda Latinoamérica”, insiste.

La huelga estará coronada por una marcha desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso. El grupo que liderará la protesta y teñirá las calles de color verde será la Campaña Nacional por la Legalización del Aborto.

“El poder de dejar de hacerlo”

Este año, según los datos que maneja la Comisión 8M desde España, más de 170 países se han organizado para llevar a cabo movilizaciones. Los datos difieren en cuanto al número de países que lograron protagonizar protestas el año pasado, y oscila entre los 50 y los 70 países.

Hay muchas esperanzas en que EEUU sea uno de los países en los que la huelga de mujeres se extienda por toda una nación. El caso Harvey Weinstein, el movimiento #MeToo y un año bajo el mandato del presidente Donald Trump incomodan y alientan a las mujeres estadounidenses, que sueñan con que una marea violeta paralice Washington como en el día de la Women's March de 2017.

“El 8 de marzo del año pasado, las mujeres de todo tipo marchamos, dejamos de trabajar y tomamos las calles de 50 países del mundo. En EEUU nos unimos, marchamos, dejamos los platos a los hombres, en todas las grandes ciudades del país y en innumerables más pequeñas. Cerramos tres distritos escolares para demostrar al mundo, una vez más, que mientras nosotras sostenemos la sociedad, tenemos también el poder de dejar de hacerlo. El 8 de marzo regresa y las cosas han empeorado para nosotras en este país”, dijeron en un manifiesto figuras clave del feminismo estadounidense como Angela Davis, Zillah Eisenstein o Nancy Fraser.

Hacia el final del manifiesto enumeran sus motivos que son, en realidad, problemas estructurales de la sociedad estadounidense: “El 8 de marzo hablaremos, individualmente, contra los abusadores que trataron de arruinar nuestras vidas, y hablaremos colectivamente contra la inseguridad económica que nos quiere impedir hablar […] haremos huelga por el encarcelamiento masivo, la violencia policial y los controles fronterizos, contra la supremacía blanca y las guerras imperialistas estadounidenses, contra la pobreza y la violencia estructural en nuestras escuelas y hospitales, que envenena nuestras aguas y alimentos y nos niega una justicia reproductiva”.

Cassie Keigan, desde Sacramento (California), confirma a eldiario.es que en EEUU hay convocada una huelga laboral, de consumo, de atención y de educación. “California es un Estado enorme. Los Ángeles, San Francisco y Sacramento suelen celebrar marchas o manifestaciones”, asegura. “En EEUU hay muchos reclamos. Nuestro presidente ha estado haciendo muchos cambios y no necesariamente para mejor. Está imponiendo recortes en la ley de protección ambiental, por ejemplo. En este caso, la marcha feminista busca visibilizar que a las mujeres se les pagan 80 centavos por cada dólar que cobra un hombre. También quieren saber por qué se gravan los productos sanitarios para las mujeres o por qué tienen que pagar por el control de la natalidad”.

Pero como bien zanja Keigan, EEUU es un país lleno de contradicciones. “A un lado están las mujeres reivindicando sus derechos este 8 de marzo y, al otro, los supremacistas organizando una manifestación por la raza blanca”, lamenta.

En la antesala de la huelga feminista, Amnistía Internacional ha querido reconocer la importancia de las movilizaciones de #NiUnaMenos en Argentina y del #MeToo en EEUU. “Nada de esto hubiera sido posible sin las millones de mujeres que están saliendo a la calle, movilizando a todos los sectores de la sociedad por la defensa de sus derechos sin estos movimientos”.

Además de hacer un llamamiento a la huelga, Amnistía cree también que hay motivos para estar orgullosas: “Queremos celebrar, por ejemplo, que por fin es ilegal que los violadores eviten juicios si se casan con sus víctimas en Líbano, Jordania y Túnez. Y que casi 20 años después del conflicto armado en Kosovo, las miles de mujeres y niñas que fueron violadas de manera sistemática van a ser reconocidas e indemnizadas”.

Huelga general y huelga de transportes

Italia va a ser otro de los países más movilizados en este 8 marzo. En el país en el que acaban de producirse elecciones generales en las que el Movimiento 5 Estrellas y el xenófobo La Liga han salido muy reforzados, se ha convocado huelga general en la que se verán afectados los servicios de transporte. Los sindicatos USB, el Sindicato USI, Cobas, el CUB de transportes, entre otros, se han unido a la huelga general que tendrá lugar mañana en numerosas ciudades italianas.

“En las últimas semanas, se han producido muchos acontecimientos que nos han conducido hasta esta huelga del 8 de marzo. Ha habido asambleas públicas, campañas en internet y cenas comunitarias. En Roma, Non Una di Meno ha organizado flash mobs en lugares muy simbólicos como el hospital Policlínico”, explica Serena Fiorletta, una de las portavoces de Non Una di Meno.

Según la activista, el objetivo en Italia es “mostrar que es posible crear alianzas entre mujeres con diferentes orígenes –trabajadoras precarias, migrantes, estudiantes, actrices y profesionales de los medios de comunicación– para contrarrestar la violencia machista y sexual contra las mujeres. También para rechazar la violencia sistemática contra las mujeres del sistema económico”, añade.

“El 8 de marzo tomaremos las calles para afirmar que es posible crear un cambio desde el #MeToo, momento en el que las mujeres alzaron la voz relatando sus historias de acoso, y hasta el #WeToogether, momento en el que forzamos alianzas duraderas capaces de transformar radicalmente la forma en la que convivimos”, concluye desde Roma.

Las feministas de todo el mundo se lanzarán este 8 de marzo a las calles con el recuerdo de lo que hicieron las trabajadoras islandesas en 1975. El 90% de mujeres en Islandia no ocupó sus puestos laborales, ni realizó trabajo doméstico. No hubo periódicos, no funcionaron los teléfonos, los teatros bajaron el telón sin que comenzasen las funciones y numerosos vuelos quedaron en tierra por falta de azafatas. ¿Qué pasaría en un mundo sin mujeres trabajando?