El presidente estadounidense Joe Biden ha comparecido poco después de que Israel anunciara este martes que acepta un alto el fuego en el Líbano tras más de un año de guerra con Hizbulá. “He hablado con el primer ministro de Israel y el del Líbano y me alegra anunciar que ambos gobiernos han aceptado la propuesta de los Estados Unidos para poner fin a este devastador conflicto”, ha anunciado el mandatario, quien ha señalado que el alto el fuego debe entrar en vigor a las 4.00 am, hora local.
“La seguridad de los pueblos de Israel y Líbano no puede lograrse únicamente en el campo de batalla”, ha dicho Biden, “y por eso he ordenado a mi equipo que trabaje con los gobiernos de Israel y Líbano para forjar un alto el fuego que ponga fin al conflicto entre Israel y Hizbulá. Según el acuerdo alcanzado hoy, a partir de las 4.00 de la madrugada de mañana, hora local, terminarán los combates a través de la frontera entre Líbano e Israel. El acuerdo está concebido como un cese permanente de las hostilidades”.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, por su parte, aplaudió el acuerdo al considerarlo un “paso fundamental” hacia la estabilidad en el Líbano. “Este acuerdo, que revisé esta tarde, sirve como un paso fundamental hacia el establecimiento de la calma y estabilidad en Líbano, y para facilitar el retorno de los desplazados a sus aldeas y pueblos”, afirmó Mikati, según un comunicado emitido por su oficina.
Poco después de que Biden haya anunciado el acuerdo para el alto el fuego, las fuerzas israelíes han llevado a cabo un ataque aéreo sobre Beirut, la capital libanesa. Según Associated Press, aún no se sabe donde han golpeado los aviones, pero los testigos afirman que parecía haber sido cerca del centro. El gesto recuerda al bombardeo que llevó a cabo Tel Aviv sobre Beirut mientras Netanyahu pronunciaba un agresivo discurso en la Asamblea General de la ONU y defendía la ofensiva sobre el Líbano.
Fue durante ese ataque cuando Israel mató a Hassan Nasrallah, el líder de Hizbulá, e incendió aún más la región hasta llegar al intercambio de mísiles con Irán.
“Seamos claros, Israel no inició esta guerra”, ha dicho Biden.
“Tampoco lo hizo Estados Unidos. Durante el último año, incluidos los días inmediatamente posteriores al 7 de octubre, di instrucciones al Ejército de Estados Unidos para movilizar recursos en la región, incluyendo portaaviones, escuadrones de combate y sofisticadas baterías de defensa aérea, con el objetivo de defender a Israel y disuadir a nuestro enemigo común”, ha afirmado Biden, quien siempre ha utilizado la narrativa de la autodefensa de Israel para continuar justificando la complicidad militar y económica estadounidense en el genocidio israelí en Palestina.
En efecto, el gabinete israelí ha aprobado este martes un acuerdo de alto el fuego en Líbano tras más de un año de guerra con Hizbulá que ha dejado 3.500 muertos y 1,2 millones de desplazados en el país árabe, según ha adelantado el Canal 12 israelí. En Israel, 78 personas han muerto —47 de ellas civiles— y alrededor de 60.000 han tenido que dejar sus hogares en el norte del país por el intercambio de fuego.
Netanyahu, ha afirmado que Hizbulá “ya no es el mismo” y que ha “retrocedido décadas”. “Hemos destruido la mayoría de los cohetes y misiles. Hemos matado a miles de terroristas y hemos destruido la infraestructura subterránea y terrorista cerca de nuestras fronteras”, ha asegurado. “Por eso presentaré esta noche ante el gabinete un plan de alto el fuego en Líbano”.
Biden, que lleva meses encallado con el alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes, ha querido hablar del acuerdo como un logro. Aunque lo cierto es que la negociación se ha desencallado con la victoria de Donald Trump: el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció poco después de las elecciones que prepararía un alto el fuego en el Líbano como “regalo” al nuevo presidente electo.
A dos meses de dejar la presidencia y retirarse de definitivamente de la vida política, Biden sabe que uno de los aspectos que marcará su legado será la guerra de Gaza. Un conflicto en el que, a pesar de escenificar un pulso constante con Netanyahu, Washington nunca ha dejado de enviar dinero y armamento. El demócrata ha querido presentar el alto el fuego en el Líbano como un triunfo de sus esfuerzos diplomáticos -poco fructíferos hasta el momento- en la región y una muestra de que el alto el fuego en Gaza está un paso más cerca.
“El anuncio de hoy nos acerca a concretar la agenda afirmativa que he promovido durante toda mi presidencia: una visión para el futuro de Oriente Medio que sea pacífico, próspero e integrado a través de las fronteras”, ha afirmado Biden quien ha asegurado que “Hamás ahora tiene que tomar una decisión”. Es por ello que el presidente estadounidense ha anunciado que “en los próximos días, Estados Unidos hará otro esfuerzo, junto con Turquía, Egipto, Catar, Israel y otros, para lograr un alto el fuego en Gaza”.
A Israel, Biden también le ha pedido ser “valiente” y transformar los “avances tácticos contra Irán en una estrategia coherente que garantice la seguridad a largo plazo de Israel y fomente una paz y prosperidad más amplias en la región”.
Antes de la comparecencia del presidente estadounidense, el secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró a los periodistas que Estados Unidos está en las “etapas finales” para cerrar el alto el fuego con Hizbulá. “Marcará una gran diferencia al salvar vidas y medios de subsistencia en el Líbano y en Israel. Marcará una gran diferencia en la creación de condiciones que permitan a las personas regresar a sus hogares de manera segura en el norte de Israel y en el sur del Líbano. Y también creo que, al reducir las tensiones en la región, puede ayudarnos a poner fin al conflicto en Gaza”, ha afirmado Blinken en los márgenes de la reunión del G7 en Italia.
A pesar de que Tel-Aviv ha dado luz verde al acuerdo, Hizbulá no ha participado directamente en las conversaciones. El interlocutor ha sido el Gobierno del Líbano quien ha asegurado que la milicia chií cumplirá con las condiciones. La
Los detalles sobre la propuesta aún no se han anunciado, aunque las primeras filtraciones apuntan que el texto se basa en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. El documento fue la base que permitió acabar la última gran guerra entre Israel e Hizbulá en 2006, aunque nunca llegó a implementarse.
En verano, Biden protagonizó una comparecencia similar el pasado mes de mayo para presentar una propuesta de alto el fuego en Gaza realizada por Israel. En ese entonces, el presidente estadounidense mostró su apoyo al texto y pidió a ambas partes que lo aceptaran. Con su aparición, Biden buscó un golpe de efecto para llegar a un acuerdo y transmitir el mensaje de que el fin de la guerra estaba cerca. No fue el caso, más de medio año después, los ataques israelís continúan sobre la Franja, donde ya hay más de 43.000 palestinos muertos desde que empezó la guerra el 7 de octubre de 2023.
“El acuerdo de alto el fuego en Líbano es un alivio en la devastadora situación de Oriente Medio”, ha señalado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell: “Quiero felicitar a Francia y a Estados Unidos por su mediación. Ahora es crucial que el alto el fuego se mantenga, para garantizar la seguridad de los ciudadanos tanto del Líbano como de Irak, y el retorno de los desplazados internos. Es indispensable la plena aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. También reitero mi llamamiento a los líderes libaneses para que asuman su responsabilidad política eligiendo un Presidente. Los libaneses tienen derecho a recuperar la plena soberanía sobre los asuntos del país, sin injerencias externas”.
“El anunciado alto el fuego entre Israel y Hizbulá es una noticia muy alentadora”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “En primer lugar, para los libaneses e israelíes afectados por los combates. Líbano tendrá la oportunidad de aumentar la seguridad y la estabilidad internas gracias a la menor influencia de Hizbulá”.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha afirmado, por su parte: “El anuncio de alto el fuego es una buena noticia para la paz y la seguridad. España está comprometida con la desescalada regional y un horizonte de esperanza y paz para todos en Oriente Medio”.