El presidente de EEUU, Joe Biden, ha llegado este miércoles Tel Aviv para reunirse con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el presidente del país, Isaac Herzog, horas después de la masacre en un hospital de Gaza que ha dejado cientos de muertos, según las autoridades de la Franja.
El avión presidencial estadounidense ha aterrizado sobre las 10.55 en Tel Aviv, donde ha sido recibido por Netanyahu y Herzog, con sendos abrazos. La idea inicial era que Biden viajara también a Jordania para reunirse con los líderes de Palestina, Egipto y Jordania, pero finalmente ha cancelado la visita a este país. El presidente palestino, Mahmud Abás, había afirmado que quería estar en Palestina tras la explosión en el hospital de Gaza.
Tras su reunión con Netanyahu, la oficina del primer ministro ha anunciado que permitirá la entrada de una “cantidad limitada de ayuda humanitaria” a través del paso fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza. En un comunicado, la oficina del jefe de Gobierno ha explicado que la medida ha sido adoptada a petición de Biden, que buscaba precisamente desbloquear un acuerdo en ese sentido, que su secretario de Estado no había logrado a principios de la semana.
Sin embargo, Israel ha dicho que estará vigilante para que los suministros no lleguen a manos de Hamás y no ha especificado cuándo podrán empezar a entrar los cargamentos humanitarios que se han acumulado en los pasados días en Egipto. Además, ha aclarado que “no permitirá ninguna asistencia humanitaria desde su territorio a la Franja de Gaza mientras los cautivos no sean devueltos”, en referencia a los 199 rehenes secuestrados por Hamás y la Yihad Islámica.
El propio Biden ha confirmado que “Israel acordó que la asistencia humanitaria puede comenzar a trasladarse de Egipto a Gaza”, pero tampoco ha especificado cuándo ni qué cantidad entrará de las 3.000 toneladas que se encuentran en territorio egipcio, según las autoridades locales. “Estamos trabajando en estrecha cooperación con el Gobierno de Egipto, Naciones Unidas y sus agencias, como el Programa Mundial de Alimentos, y otros socios en la región para que los camiones crucen la frontera lo antes posible”, ha afirmado Biden.
Además, ha anunciado un fondo de ayuda de 100 millones de dólares en asistencia humanitaria para Gaza y Cisjordania ocupada, en apoyo a más de un millón de desplazados por el conflicto. De esta forma, Biden tiende la mano también a los palestinos y trata de apaciguar los ánimos entre sus aliados árabes, que le han dado la espalda, después de que la Casa Blanca haya avalado desde el primer momento la versión de Israel sobre el ataque al hospital Al Ahli.
“El otro bando”
Tras aterrizar en Tel Aviv con el Air Force One, Biden ha dado una declaración conjunta con Netanyahu afirmando que, según las pruebas que ha visto, el ataque contra el hospital de Gaza, donde según fuentes palestinas murieron al menos 500 personas, “parece” ser obra “del otro bando”, no del Ejército israelí. “Estoy profundamente entristecido e indignado por la explosión de ayer en el hospital de Gaza. Por lo que he visto, parece que lo hizo el otro bando, no vosotros. Pero hay mucha gente que no está segura, así que tenemos que superar muchas cosas”, ha dicho el presidente estadounidense delante de las cámaras de televisión.
Según fuentes de Sanidad palestinas, al menos 500 personas murieron por un bombardeo en el hospital Al Ahli que los grupos palestinos atribuyen a un ataque israelí. Israel ha negado ser el responsable y ha asegurado que el edificio no está destruido, que no ha sufrido daños graves y que únicamente hubo una explosión de menor envergadura en el aparcamiento adyacente causada por un cohete fallido del grupo armado Yihad Islámica, que ha negado estas afirmaciones.
Desde Washington, funcionarios estadounidenses han señalado que, basándose en diversas pruebas, como imágenes de satélite y videos, han llegado a una conclusión preliminar de que la explosión fue causada por un cohete lanzado por la Yihad Islámica.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, ha querido subrayar que la información demuestra que Israel “no es responsable” de la explosión en el hospital. “Mientras continuamos recopilando información, nuestra evaluación actual, basada en el análisis de imágenes aéreas, vigilancia electrónica y fuentes de información abiertas, es que Israel no es responsable de la explosión en el hospital de Gaza ayer”, ha dicho en un comunicado.
Anteriormente, representantes estadounidenses han dicho a los periodistas que viajan con Biden que todavía estaban recopilando información, según el New York Times.
El mandatario ha afirmado que la razón por la que ha querido estar este miércoles en Tel Aviv es porque quiere que “la gente en el mundo sepa junto a quién permanece EEUU” tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, que mató a cientos de personas en el lado israelí. Biden ha remarcado que quería ir “personalmente” y ha subrayado que “el grupo terrorista Hamás ha masacrado, como se ha señalado, unas 1.300 personas, y no es hiperbólico decir masacradas, masacradas, incluidos 31 estadounidenses, tienen decenas de personas secuestradas, incluidos menores”. Ha añadido que ese grupo islamista, que controla Gaza desde 2007, no representa a los palestinos.
Netanyahu, por su parte, ha agradecido a Biden su visita durante la guerra con las milicias de la Franja de Gaza y ha dicho que esto muestra “su profundo compromiso con Israel, con el futuro del pueblo judío y con el Estado judío”. “Quiero agradecerle por venir aquí hoy y por el apoyo inequívoco que ha brindado a Israel durante estos tiempos difíciles, un apoyo que refleja la voluntad abrumadora del pueblo estadounidense”, ha dicho el primer ministro israelí durante la declaración conjunta con Biden, en la que ha descrito que la cooperación entre ambos países desde el comienzo de la guerra “no tiene precedentes”. El primer ministro ha subrayado también que Washington ha proporcionado a Israel “las herramientas que necesita para defenderse” y ha “enviado un mensaje claro” a sus enemigos.
“Preguntas difíciles”
La Casa Blanca ha indicado que, durante su visita, Biden planteará “preguntas difíciles” a Israel sobre su estrategia. “No se trata de dirigir operaciones para las Fuerzas de Defensa israelíes. (...) Son preguntas difíciles que un buen amigo de Israel haría sobre, más o menos, dónde creen que van, cuáles son sus planes para el futuro y, de nuevo, todo en el espíritu de un verdadero y profundo amigo de Israel”, ha dicho el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
La tragedia en el hospital de Gaza ha desatado una condena internacional y protestas en varios países, entre ellos Líbano y Jordania. La Unión Europea ha condenado el bombardeo a un hospital en Gaza. “Los hechos deben esclarecerse y los responsables deben rendir cuentas”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, nada más comenzar su intervención en el Parlamento Europeo, donde el debate sobre el conflicto en Oriente Medio es el plato fuerte este miércoles. La alemana evitó pronunciarse este martes por la noche en una rueda de prensa tras una videoconferencia con los 27 bajo la premisa de que no tenía información. “Un ataque contra infraestructura civil no está en línea con el derecho internacional”, advirtió el presidente del Consejo Europeo.
Los intensos bombardeos israelíes sobre Gaza, desde aire, mar y tierra, continúan casi ininterrumpidamente tras el ataque de Hamás hace once días. Antes de la última matanza, el saldo de víctimas mortales se elevaba ya a 3.000 en la franja, según las autoridades gazatíes, mientras que cientos de personas más están desaparecidas y se cree que están atrapadas bajo los escombros. Al menos un millón de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en solo en una semana.
Mientras flota en el aire la idea de una ofensiva terrestre, Israel ha impuesto un estricto cerco para impedir la entrada de agua, combustible o electricidad en la franja, ha ordenado a un millón de personas que se trasladen al sur y ha llevado a cabo ataques aéreos contra barrios densamente poblados e infraestructura civil.