Biden, Ocasio Cortez, Sanders... Las posturas de los líderes demócratas ante la crisis racial de EEUU

La respuesta de Donald Trump a las protestas contra el racismo está clara: lamentar la muerte de George Floyd –asfixiado por un policía–, mano dura para volver a “dominar” las calles, Biblia en alto con un “tenemos el mejor país del mundo” y pasar página. ¿Y los demócratas? El establishment del partido también ha tirado de Biblia, ha criticado al presidente y ha prometido un paquete de medidas para reformar la Policía. Las respuestas más contundentes vienen del ala progresista del partido, como por ejemplo Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez y Elizabeth Warren.

“Ha llegado el momento de que nuestra nación aborde el racismo sistémico”, afirmó este martes Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia. “Pido al Congreso actuar este mes en medidas en este sentido: empezando por una reforma policial real, prohibir sujetar por el cuello, dejar de transferir armas de guerra a la policía, aumentar la supervisión y la rendición de cuentas... No más excusas”.

El lunes, el que fuera vicepresidente de Barack Obama visitó una iglesia afroamericana en Delaware y fue criticado tras afirmar que “muchas cosas tienen que cambiar”, como por ejemplo enseñar a la policía a “disparar a las piernas en lugar de al corazón”. “Es importante que haya una mujer vicepresidenta y os prometo que hay múltiples candidatas afroamericanas que estoy considerando”, añadió.

La senadora Kamala Harris, afroamericana, ha sonado en los últimos días en la prensa estadounidense como una de las favoritas. Fue precisamente Harris la que hace un año recordaba algunos de los episodios más polémicos de Biden en materia de derechos civiles, durante uno de los debates de los candidatos demócratas a la presidencia.

En 1954 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional la segregación en las escuelas, sin embargo, afirmó que eran los propios colegios los que deberían tomar las medidas para integrar. Muchos estados no hicieron nada y los colegios siguieron segregados durante años. Tras las demandas de activistas, algunos tribunales empezaron a ordenar el ‘bussing’, servicios de autobús desde barrios afroamericanos a escuelas en barrios blancos y viceversa. En los primeros años de Biden en el Senado, en 1973 y 1974, el ahora candidato votó a favor de medidas contra el ‘bussing’ para acabar con la segregación efectiva.

En 1984, Biden y el senador Strom Thurmond, convencido segregacionista, promovieron una ley para endurecer las condiciones en casos de delitos por drogas. El exvicepresidente promovió otras leyes en este sentido en 1986 y 1988. Años más tarde, en 1994, Biden redactó una ley para endurecer las penas de prisión, construir más cárceles y promover detenciones. Esta legislación llevó a un aumento en el número de población carcelaria y ha sido fuertemente criticada por los activistas que abogan por una reforma del sistema criminal. El año pasado, Biden tuvo que pedir perdón por sus comentarios halagadores hacia dos senadores segregacionistas con los que presumió de haber trabajado.

Tras la ‘operación foto’ de Trump con la Biblia, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes –controlada por los demócratas– también dio una rueda de prensa con Biblia en mano, citó un pasaje del libro sagrado cristiano y pidió a Trump no agravar las divisiones sociales. Biden también hizo referencia al tema de la Biblia: “Si el presidente la hubiese abierto en lugar de blandirla, hubiese aprendido algo: que somos llamados a amarnos unos a otros tal y como nos amamos a nosotros mismos”.

Pelosi aseguró que ha pedido al Black Caucus –grupo conformado por los congresistas afroamericanos– redactar un paquete de medidas para convertir en legislación en las próximas semanas. El líder demócrata de la Cámara, Steny Hoyer, asegura que se están preparando unas 50 piezas de legislación al respecto. “Es hora de que abordemos las preocupaciones expresadas por los manifestantes. No es un incidente aislado. Sabemos que es un patrón de comportamiento. También conocemos la historia que nos trae hasta este triste lugar”.

El ala progresista del partido

Bernie Sanders, senador por Vermont y excandidato demócrata a la presidencia, sostiene: “Aquellos en el poder que quieren que nos centremos en los saqueos y daños a la propiedad en lugar de en los miles de manifestantes pacíficos nos están intentando distraer de la terrible violencia que envuelve la vida diaria de la gente de clase trabajadora”.

“Los 400 estadounidenses más ricos se sientan sobre 3 billones de dólares. El saqueo en EEUU lleva ocurriendo más 40 años y los culpables son los ultrarricos”, afirmó Sanders el lunes. El senador ha propuesto una serie de reformas para abordar el abuso policial, como por ejemplo retirar la financiación a los departamentos de policía que violen los derechos civiles, acabar con la inmunidad parcial que gozan los agentes y prohibir la transferencia de equipamiento militar, entre otros.

Por su parte, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez se pregunta “por qué tanta gente no tenía ningún problema ignorando la situación [de desigualdad] hasta que alguien rompió una ventana”. “Si estás pidiendo que acabe la agitación social, pero no pides el final de las condiciones que crearon la agitación, eres un hipócrita”, sostiene.

“Si tienes miedo de decir Black Lives Matter o si te da demasiado miedo decir brutalidad policial, entonces no estás pidiendo que acabe la situación, estás pidiendo que continúe la injusticia: la violencia de la pobreza, la violencia de la falta de acceso a una vivienda, la violencia de la brutalidad policial”, sostiene la congresista. Ocasio-Cortez ha estado repartiendo mascarillas entre los manifestantes en Queens, Nueva York, y pidiendo que la gente mantenga todas las medidas de seguridad posibles durante las concentraciones.

Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts y excandidata demócrata a la presidencia, también ha estado presente en las protestas celebradas en la capital, Washington DC. La senadora también ha pedido limitar la inmunidad policial para “permitir denuncias contra agentes y departamentos de policía que violan los derechos constitucionales de la gente”.

“Este es un momento en el que los estadounidenses blancos nos tenemos que unir y preguntarnos qué podemos hacer para desmantelar un sistema que durante mucho tiempo ha infravalorado a la población negra. No podemos ser simplemente aliados, tenemos que ser antirracistas”, defiende Warren.

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