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Borrell forzará un debate en la UE sobre la revisión del acuerdo comercial con Israel en noviembre

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
14 de octubre de 2024 19:16 h

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La UE lleva meses dando patadas hacia adelante con la petición que hicieron España e Irlanda de revisar el acuerdo comercial con Israel por las violaciones del derecho internacional por parte de ese país en Gaza. Cumplir con los estándares legales internacionales es uno de los requisitos que figuran en ese pacto internacional. Los 27 acogieron con frialdad esa propuesta, que Pedro Sánchez y su entonces homólogo irlandés Leo Varadkar, hicieron en una carta enviada en febrero a la presidenta de la Comisión Europea. Cuatro meses después, cuando Benjamín Netanyahu se saltó la resolución de la justicia internacional al atacar Rafah, se movieron ligeramente al dar luz verde a Josep Borrell para que convocara al ministro de Exteriores israelí, pero desde entonces el asunto está paralizado y, ante la presión que en los últimos días han hecho Sánchez y el nuevo primer ministro de Irlanda, Simon Harris, Borrell ha admitido que tendrá que forzar un debate sobre el asunto en la próxima reunión con los ministros de Exteriores.

Borrell ha reconocido que la petición de España e Irlanda no ha obtenido respuesta y ha enfriado la posibilidad de que el Consejo de Asociación entre la UE e Israel se celebre próximamente dado que requiere de un acuerdo previo entre las partes sobre la agenda de la cita. Y no parece que se vaya a a producir en las próximas semanas.

De ahí que la solución del alto representante es que el próximo Consejo de Exteriores en el que se dan cita los ministros “tome su responsabilidad y trate de dar una respuesta a esta petición”. Lo que pretende Borrell en la que será su última reunión con los responsables de Exteriores de la UE antes de abandonar el cargo en el que le sustituirá la estonia Kaja Kallas es que se “evalúe la situación, se debata y se decida” qué hacen los 27 al respecto. La cita está prevista para el próximo 18 de noviembre.

“Creo que la Comisión Europea, el Gobierno de todos los europeos y europeas, debe responder de una vez por todas a la petición formal que hicimos dos países europeos, España e Irlanda, hace ya nueve meses, y suspender el acuerdo de asociación con el Gobierno de Israel si se constata, como todo sugiere, que se están violando los derechos humanos”, ha señalado Sánchez este lunes.

Lo que ha dejado claro el jefe de la diplomacia europea es que la Comisión Europea en este momento no tiene nada que decir porque no se trata aún de la cuestión comercial sino de que los responsables de Exteriores determinen si ha habido una vulneración de los derechos humanos que les lleve a suspender la relación con Israel. El precedente de la UE está en Siria, país al que se suspendió parcialmente el acuerdo comercial por la represión de Bashar al Asad en 2011.

En este caso, la posición de la UE está completamente dividida. Mientras que España, Irlanda, Bélgica y ahora también Francia -que ha apelado al embargo de armas- tienen posturas más duras contra la masacre de Netanyahu en Gaza, otros países contemporizan con Tel Aviv. Cada paso que la UE ha dado para cuestionar la matanza perpetrada en Oriente Medio ha requerido de ingentes esfuerzos diplomáticos y siempre ha llegado tarde. Cinco meses tardó la UE en pedir un alto el fuego en Gaza y los 27 tardaron más de 48 horas en consensuar un comunicado de condena sobre los ataques de Israel a la misión de paz de la ONU en Líbano en la que participan 16 estados miembros.

En ese comunicado, la UE apunta por primera vez a la vulneración del derecho internacional por parte de Israel. “Estos ataques contra las fuerzas de paz de la ONU constituyen una grave violación del derecho internacional y son totalmente inaceptables. Estos ataques deben cesar de inmediato”, recoge el texto, que se publicó a última hora del domingo. “Me hubiera gustado reaccionar más rápido a algo que evidente”, reconoció Borrell el jefe de la diplomacia europea sobre lo difícil que fue cerrar una posición común.

Tras la reunión con los ministros de Exteriores de la UE, Borrell ha aprovechado para defender la labor de la ONU en Oriente Medio y ha advertido de que no hay ninguna intención de que las tropas se retiren de Líbano. “Ningún estado miembro estuvo a favor de retirar a UNIFIL”, ha aseverado el alto representante, que ha recordado que la hipotética decisión de un repliegue corresponde al Consejo de Seguridad de la ONU y no a su secretario general, António Guterres, al que ha vuelto a defender.