Los tories no son los únicos a los que el Brexit ha provocado una crisis interna de consecuencias imprevisibles. Los laboristas se encuentran en la misma posición desde este sábado con la noticia de que el sector moderado ha decidido abandonar el Gabinete en la sombra e intentar forzar la dimisión de Jeremy Corbyn por su conducta en el referéndum.
La iniciativa partió de Hilary Benn, portavoz de Exteriores del partido. En la noche del sábado, llamó por teléfono a Corbyn para comunicarle que había perdido la confianza en él y retirarle su apoyo. La respuesta del líder laborista fue destituirle de la dirección del grupo parlamentario.
Según The Observer, Benn había llamado en las 24 horas anteriores a otros miembros del Gabinete en la sombra para darles a conocer su intención de promover un golpe interno contra Corbyn. En un comunicado emitido a las 3.30 de la mañana, dijo que “había perdido la confianza en su capacidad para dirigir el partido”.
El sector más europeísta del partido acusa a Corbyn de haber saboteado la campaña del referéndum contra el Brexit por su escasa y poco apasionada participación en los actos favorables a la permanencia en la UE. Corbyn se negó a intervenir en un mitin contra el Brexit en el que estuvieron miembros de otros partidos, incluido el primer ministro, David Cameron. El laborista sí pidió el voto contra la salida de la UE, pero no se volcó en la campaña en las zonas del centro y norte de Inglaterra donde su partido es fuerte.
La mayoría de los votantes laboristas votaron contra el Brexit, pero al menos un 37% lo hizo a favor de la salida de la UE, según la encuesta final de YouGov.
Un portavoz de Corbyn he negado de forma tajante que tenga la intención de dimitir: “No habrá dimisión de un líder elegido democráticamente con un claro mandato entregado por los militantes”.
La primera integrante de la dirección laborista en presentar la renuncia fue Heidi Alexander, portavoz de Sanidad. Lo hizo en una carta en la que también pidió la dimisión de Corbyn: “Por mucho que te respete como hombre de principios, no creo que tengas la capacidad de ofrecer las respuestas que nuestro país necesita y creo que si queremos formar el próximo Gobierno, es esencial un cambio de liderazgo”.
Tras Alexander, otros seis dirigentes han comunicado su retirada. El líder de Unison, el principal sindicato, Len McClaskey, ha definido el movimiento contra Corbyn como de “patético y futil”.