Hungría ha aprobado prohibir, entre otras cosas, hablar sobre homosexualidad en las escuelas y exponer a menores de 18 años a cualquier contenido que fomente el cambio de sexo y la homosexualidad. Y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acaba de lanzar un aviso al ultraconservador que gobierna el país, Viktor Orbán: usará “todos sus poderes” contra ellas porque son una “vergüenza”.
En efecto, este miércoles la Comisión Europea ha dado un paso más. “Hemos hecho el análisis legal de las normas”, ha explicado la portavoz, Dana Spinant, “y la presidenta ha anunciado que los miembros del colegio de comisarios responsables de esas áreas [los de Justicia y Mercado Interior, Didier Reynders y Thierry Breton] enviarán una carta al Gobierno húngaro con nuestras preocupaciones legales en relación con la ley”.
Así, la presidenta Von der Leyen ha elevado el tono una semana después de la aprobación de las leyes en el Parlamento Húngaro: “La ley húngara es una vergüenza. Discrimina a las personas por su orientación sexual y va contra los valores fundamentales de la UE. Usaré todos los poderes legales de la Comisión Europea para asegurar que los derechos de todos los ciudadanos comunitarios sean garantizados”.
El Gobierno de Viktor Orbán ha respondido a Von der Leyen a través de un comunicado: “La declaración de la presidenta de la Comisión Europea es una vergüenza porque se basa en acusaciones falsas. El proyecto de ley húngaro recientemente aprobado protege los derechos de los niños, garantiza los derechos de los padres y no se aplica a los derechos de orientación sexual de los mayores de 18 años, por lo que no contiene ningún elemento discriminatorio. La declaración de la presidenta de la Comisión Europea es una vergüenza porque el proyecto de ley húngaro se basa en el artículo 14, apartado 3, de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. La declaración del presidente de la Comisión es una vergüenza porque publica una opinión política sesgada sin una investigación imparcial previamente realizada”.
“He dado instrucciones a los comisarios responsables [Breton y Reynders] para que escriban una carta a las autoridades húngaras expresando nuestras preocupaciones legales antes de que el proyecto de ley entre en vigor”, ha afirmado Von der Leyen en una rueda de prensa con el primer ministro belga, Alexandre de Croo, en la presentación del aprobado al plan de recuperación: “Este proyecto de ley discrimina claramente a las personas por su orientación sexual y va en contra de los valores fundamentales de la Unión Europea. La dignidad humana y la igualdad son derechos humanos fundamentales. No cederemos en estos principios”.
La presidenta de la Comisión Europea ha añadido: “Creo firmemente en la Unión Europea, en una Unión Europea en la que seas libre de amar a quien quieras. Y creo en una Unión Europea que abrace la diversidad. Esta es la base de nuestros valores, por lo que utilizaré todos los poderes de la Comisión para garantizar que se garanticen los derechos de todos los ciudadanos de la UE, quienquiera que sea y dondequiera que viva”.
Este martes, 14 países de la Unión Europea firmaron una declaración en la que censuraban unas leyes que “discriminan” a los colectivos LGTBIQ, y emplazaban al Ejecutivo de Von der Leyen que considere llevar el caso ante la Justicia europea. Así lo han expresado en una declaración difundida este martes durante la reunión de ministros de Asuntos Europeos de la UE en Luxemburgo. A medida que han pasado las horas, se han sumado otros tres –Grecia, Austria y Chipre– como ha anunciado el ministro alemán de Asuntos Europeos.
Los países que no están: Portugal (presidente de turno de la UE y por eso permanece neutral, aunque expresó su apoyo verbalmente), Bulgaria, Croacia, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia,, Rumanía y Hungría (como es de esperar). Los que sí han firmado son: Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suecia, Letonia, Italia, Grecia, Austria y Chipre.
Según la declaración de este martes de 14 gobiernos de la UE, las enmiendas aprobadas hace una semana en el Parlamento húngaro a una serie de leyes (Ley de protección de la infancia, Ley de actividades publicitarias comerciales, Ley de medios de comunicación, Ley de protección familiar y Ley de educación pública) “introducen la prohibición de 'la representación y la promoción de la identidad de género diferente del sexo al nacer cambio de sexo y homosexualidad' para menores de 18 años”. Y sostienen: “Representa una forma flagrante de discriminación basada en la orientación sexual, la identidad y la expresión de género y, por lo tanto, merece ser condenada. La inclusión, la dignidad humana y la igualdad son valores fundamentales de nuestra Unión Europea y no podemos negociar con estos principios”.
Según los Gobiernos de la UE, “estas enmiendas también violan la libertad de expresión, al limitar la libertad de opinar y recibir y difundir información sin participación de la autoridad pública, consagrada en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”.
Por tanto, “la estigmatización de las personas LGTBIQ constituye una clara violación de su derecho fundamental a la dignidad, según lo dispuesto en la Carta de la UE y el derecho internacional”. Y concluyen: “instamos a la Comisión Europea, como guardiana de los Tratados, a utilizar todas las herramientas a su alcance para garantizar el pleno respeto de la legislación de la UE, incluso remitiendo el asunto al TJUE”.