Un año después, Viktor Orbán vuelve a chantajear a la UE y a amenazar con bloquear el Consejo Europeo de final de año, una situación que esta vez preocupa especialmente por el golpe que supondría para Ucrania, que espera que los 27 den luz verde a la apertura de negociaciones para la adhesión. Desde hace semanas, la UE está intentando cortejar a Orbán. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se desplazó a Budapest para reunirse con él; Emmanuel Macron le invitó a París, Pedro Sánchez le telefoneó... Pero de las palabras a los hechos ha pasado la Comisión Europea, que ha desbloqueado 10.200 millones de euros que tenía en el congelador por la deriva autoritaria en el país.
La decisión de Bruselas, que ya había preparado el terreno, se ha hecho efectiva este miércoles, apenas doce horas antes de que comience la cumbre maratoniana en la que los líderes europeos quieren dar el visto bueno a los avances de la ampliación -con la apertura de negociaciones con Ucrania y Moldavia- y también aprobar la revisión del Marco Financiero Plurianual, que es un asunto espinoso para todos, más allá del 'no' adelantado por Orbán.
En la Comisión Europea sostienen que “ha habido un progreso significativo” respecto a la situación del sistema judicial húngaro que permite entregar al país 10.200 de los 22.000 millones que tiene bloqueados por esa razón. El resto de fondos permanecerán congelados porque Hungría aún tiene trabajo pendiente en materias como el asilo, la libertad académica o la ley de protección de menores, que hizo saltar las alarmas en Bruselas por la vulneración de los derechos LGTBI.
La UE también ha dado recientemente el visto bueno al plan de recuperación de Hungría -una decisión que no contó con unanimidad en la reunión de ministros de Economía, ya que tres se abstuvieron- junto a otros doce estados miembros. El paso supone el desbloqueo automático de 900 millones de euros en concepto de prefinanciación que van directamente a las arcas públicas de Budapest, que sólo tendrá que devolver el dinero en caso de que no cumpla con los objetivos acordados con Bruselas.
Pero los gestos hacia Hungría no parecen haber generado ningún cambio en la posición de Orbán, cuyo jefe de gabinete, Balaz Orbán, ha puesto precio al apoyo a Ucrania. En concreto, 30.000 millones de euros a cambio de secundar el plan en el que el resto de los 26 miembros de la UE están de acuerdo para apoyar económicamente a Ucrania hasta 2027 con 50.000 millones de euros (17.000 en ayudas y 33.000 en préstamos) a través de la revisión del Marco Financiero Plurianual. Según recoge Bloomberg, el jefe de gabinete del primer ministro se abrió a aceptar esa propuesta siempre y cuando la Comisión Europea desbloquee los cerca de 22.000 millones que permanecen en el congelador.
La decisión de Bruselas es polémica. Los grupos mayoritarios en la Eurocámara (PPE, socialistas, liberales y verdes) han enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que le reclamaban que no desbloqueara los fondos después de que el gobierno comunitario hubiera allanado el camino en las últimas semanas. “Es imposible analizar si el Consejo Judicial Nacional será independiente no sólo en el papel sino también en su composición. Hasta que sea el caso, todas las reformas que refuerzan su competencia podrían ser nulas”, avisan los eurodiputados en su misiva, adelantada por la Agencia EFE, sobre las elecciones para el órgano de gobierno de los jueces, que se celebran el próximo 10 de enero.
Pero la Comisión Europea había hecho previamente el trabajo de análisis de la reforma judicial y ha desbloqueado los fondos relativos a la misma en el momento en el que la última ley se ha publicado en el diario oficial húngaro y también coincidiendo con el Consejo Europeo en el que Orbán amenaza con bloquear toda la política relativa a Ucrania, incluida la apertura de las negociaciones para la adhesión.
Tras la reunión de ministros de Exteriores de la UE este lunes, en la que participó presencialmente el ucraniano Dmitro Kuleba, que aseguró que Ucrania ha cumplido ya con tres de las cuatro condiciones que Bruselas le puso para abrir formalmente las negociaciones, Hungría volvió a echar por tierra toda esperanza. “El análisis y la evaluación de la Comisión Europea de que los ucranianos ya han cumplido 4 de las 7 condiciones previas para la adhesión simplemente no son ciertos. Esa es una afirmación falsa”, afirmó el ministro Péter Szijjártó.
Orbán ha reiterado en público, en privado, en redes sociales o por carta su oposición a la apertura de negociaciones con Ucrania. A través de la red social X (antes Twitter), el líder húngaro se apoyó en una encuesta según la cual el 72% de los ciudadanos del país rechazan la adhesión rápida de Ucrania para asegurar que su posición se basará “en la voluntad del pueblo”.
“El Gobierno húngaro hará todo lo posible para proteger los derechos de la comunidad húngara en Ucrania”, afirmó en una misiva en la que acusó a la Comisión Europea de una “preparación inadecuada” del proceso que, paradójicamente recae sobre el comisario húngaro, Olivér Várhelyi, que es el responsable de la cartera de Vecindad. “Hablar con los primeros ministros de los estados miembros no es un rol para los comisarios”, respondió a la pregunta de si había hablado con Orbán para que apoyara la propuesta de Bruselas. “Pero nos gustaría que el Consejo Europeo siguiera las recomendaciones que hemos hecho”, apostilló.