¿Y si Reino Unido torpedea la UE desde dentro? ¿Y si, aunque no torpedee, al menos ralentiza, entorpece, dificulta la toma de decisiones mientras no se ha ido? Esta es una preocupación extendida en las capitales comunitarias: cómo condicionar la extensión del Brexit que pide la primera ministra Theresa May, toda vez que el acuerdo de retirada no ha sido ratificado por los Comunes.
Los 27 no quieren ni oír hablar de renegociar el acuerdo de retirada; se abren a retocar lo que haga falta la declaración política –que no tiene valor legal– y se muestran dispuestos a ofrecer a Reino Unido la relación futura que desee dentro de todo el catálogo disponible: como Canadá, como Suiza, como Noruega...
Pero, mientras tanto, ¿cómo asegurarse que Reino Unido no ponga palos en las ruedas? Para empezar, May ya ha aceptado la condición de las elecciones europeas, si bien es una condición de doble vía, en tanto que los eurodiputados británicos podrían ser decisivos en la configuración de la nueva Comisión Europea, de las mayorías en la Eurocámara y está por ver si le toca o no a Reino Unido un comisario al que tiene derecho como Estado miembro.
Ante este panorama, los Estados miembros estudian cómo asegurarse de que Reino Unido es un socio leal que se marcha sin hacer ruido cuando esté listo para marcharse.
Sobre la mesa, está la petición de May, hasta el 30 de junio, lo cual, tal y como está el patio, requiere de un acuerdo pronto con el líder laborista, Jeremy Corbyn, para así poder ratificar el Brexit en el Parlamento británico. De lo contrario, volverían a sucederse las cumbres monotemáticas del Brexit, de las que están hartos los líderes, y nuevas peticiones de prórroga. Ahí es donde entra el empeño de Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, de ir hasta un año. Otras fuentes hablan de que el presidente francés, Emmanuel Macron, puede ser favorable a una extensión hasta el 31 de diciembre de 2019. En el horizonte están marcos presupuestarios de la UE, que deben cerrarse en otoño para ratificarse en primavera.
El negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, se ha aferrado este martes en Luxemburgo a las conversaciones entre los conservadores y los laboristas: “Evidentemente, es lo que dará sentido a la petición presentada por la primera ministra británica de una extensión”. Y ha señalado a Londres ante la hipótesis de un Brexit sin acuerdo, que se producirá este 12 de abril salvo que se apruebe una prórroga: “Siempre pueden retirar la petición del Brexit tal y como sentenció el Tribunal de Justicia de la UE”.
“Para decidir sobre una nueva extensión, los líderes de la UE necesitarán claridad del Reino Unido sobre su propósito”, insiste George Ciamba, ministro Rumano para Asuntos Europeos, país que preside el Consejo Europeo el primer semestre de 2019.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, ha reconocido en Luxemburgo que los líderes de la Unión Europea están dispuestos a dar otra prorroga, a cambio de un plan creíble: “Quieren ciertamente ver un plan que vaya con esta extensión, de modo que todo el mundo sepa que el tiempo se usa para intentar concluir la primera fase del Brexit”. Esta primera fase, explicó, incluye la ratificación del acuerdo de retirada de la UE que pactaron el Gobierno británico y Bruselas, y que hasta ahora ha sido rechazado tres veces por el Parlamento británico, y “si es necesario cambios en la declaración [política] sobre la futura relación” entre ambas partes, que la UE se ha mostrado abierta a modificar.
Theresa May se reune este martes con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron. El viaje se produce un día antes de la cumbre europea de Bruselas, en la que los líderes de los 27 decidirán qué hacen con el Brexit. Sobre la mesa: la evolución de sus conversaciones con los laboristas para resolver el Brexit y una nueva prórroga. May ha pedido una extensión corta, pero los líderes no se fían de que vaya a ser suficiente, y sopesan conceder una larga con condiciones.
Una portavoz de la residencia oficial del 10 de Downing Street indicó este lunes que May también espera hablar por teléfono con otros líderes europeos antes de la cumbre del miércoles. De momento, ya ha hablado con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.