La UE respiró con alivio tras la llegada al poder de Donald Tusk en Polonia tras años de vetos y deriva autoritaria en Varsovia. Y la bienvenida al nuevo ejecutivo empieza a tener efectos palpables. La Comisión Europea ha comenzado el desbloqueo de los fondos que tenía retenidos por las vulneraciones del estado de derecho en ese país. En total, la intención de Bruselas es desembolsar 137.000 millones de euros (una cifra casi equiparable al dinero que España recibirá en préstamos y transferencias del conjunto del plan de recuperación) ante las contrarreformas que ha anunciado Tusk, especialmente relativas a la independencia del sistema judicial.
El Gobierno polaco presentó hace unas semanas a sus colegas europeos un plan de acción para desmontar el engranaje legal que el anterior ejecutivo puso en marcha desde el año 2015 y que llevó a la UE a aplicar el artículo 7 por vulneraciones del estado de derecho. Desde entonces, la UE ha ido bloqueando fondos (de cohesión y de recuperación) a Varsovia. La Comisión Europea valora por sí mismo que el Gobierno de Tusk tenga la determinación de llevar a cabo contrarreformas para abolir lo que considera un “riesgo sistémico”, a pesar de que las medidas aún no se han puesto mayoritariamente en marcha.
La Comisión Europea ha confirmado por el momento que da luz verde a los 6.300 millones de euros correspondientes al primer desembolso del plan de recuperación por los cambios relativos al sistema judicial y al refuerzo de los sistemas de auditoría. Es el primer paso para que Varsovia pueda acceder al total de 59.800 millones que le corresponden por el plan de recuperación. La otra pata que se ha desbloqueado es la de los fondos de cohesión, que asciende a 76.500 millones de euros, dado que Bruselas considera que Polonia cumple ya con los estándares de la Carta Europea de Derechos.
La “buena noticia” se la llevó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, personalmente a Tusk la semana pasada, en una parada en el país antes de su viaje a Kiev con motivo del aniversario de la invasión rusa. La alemana alabó “los pasos decisivos” de Tusk en la restauración del estado de derecho en los dos meses que lleva en el cargo y cifró el total de fondos a desembolsar en 137.000 millones sumando los dos paquetes. Tusk tuvo la alfombra roja en Bruselas antes incluso de que el Parlamento le eligiera primer ministro. Y es que la pelea de su antecesor con Bruselas, al igual que en el caso del húngaro Viktor Orbán, ha sido una constante durante ocho años.
El gran reto al que se enfrenta Tusk precisamente es al posible torpedeo de las medidas por parte del presidente, Andrzej Duda, de Ley y Justicia, así como a un sistema judicial hecho a la medida del anterior ejecutivo. El comisario de Justicia, Didier Reynders, pidió a las autoridades polacas que no cogieran “atajos” para llevar a cabo los cambios.