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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El campo de batalla al inicio de la primavera: Ucrania dice que Rusia pierde fuerza en Bajmut y prepara una contraofensiva “muy pronto”

Las fuerzas ucranianas siguen centradas en evitar que las tropas rusas avancen a lo largo del frente del este del país, a medida que la primavera se abre paso. El centro de gravedad continúa en Bajmut, donde Kiev asegura que la ofensiva rusa ha comenzado agotarse y desliza que las grandes pérdidas rusas están allanando el camino para lanzar sus propias ofensivas. Los combates, no obstante, continúan en esta disputada localidad reducida a ruinas en Donetsk que ha adquirido un profundo simbolismo para ambos bandos y ha sido foco de una batalla agotadora y de desgaste en la que ha sido una de las campañas sostenidas más largas durante la invasión.

Este jueves, el comandante de las fuerzas terrestres ucranianas aseguró que el asalto de Rusia sobre Bajmut parecía estar perdiendo fuerza y ​​que Kiev podría pasar a la ofensiva “muy pronto”, sin especificar más detalles sobre tal operación. “El agresor no pierde la esperanza de tomar Bajmut a cualquier precio, a pesar de las pérdidas tanto en mano de obra como en equipamiento”, dijo el coronel Oleksandr Syrskyi, en una publicación en Telegram. Según indicó, las unidades del grupo de mercenarios Wagner, que encabeza la ofensiva rusa sobre la ciudad, “están perdiendo una fuerza considerable y se están quedando sin fuerzas”.

“Muy pronto aprovecharemos esta oportunidad, como hicimos en el pasado cerca de Kiev, Járkov, Balakliya y Kupiansk”, dijo, en referencia a las contraofensivas ucranianas que recuperaron franjas de territorio el año pasado.

Antes, en una actualización el pasado miércoles, la inteligencia militar británica dijo que existe la posibilidad real de que el asalto ruso sobre la ciudad de Bajmut “esté perdiendo el limitado impulso que había obtenido”, en parte debido a que algunas unidades rusas del Ministerio de Defensa, según explicaron, han sido reasignadas a otros sectores. El think tank con sede en Washington Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) analizó también que el ritmo de las operaciones rusas en torno a Bajmut “parece estar disminuyendo”, en medio de informaciones occidentales que apuntan a que las fuerzas rusas podrían estar intentando lanzar ofensivas en otras direcciones.

En los últimos días, las fuerzas ucranianas han llevado a cabo contraataques tácticos al oeste de Bajmut, según evaluó Reino Unido, que cree que esto probablemente aliviará la presión sobre la ruta de suministro T0504 (H-32). Las unidades ucranianas han intentado hacer retroceder a los rusos de esta carretera crítica, una de las principales líneas terrestres ucranianas de comunicación con la ciudad.

No obstante, continúan los combates en torno al centro de la ciudad y la inteligencia británica señaló que la defensa ucraniana sigue corriendo el riesgo de verse envuelta desde el norte y el sur.

Las fuerzas rusas, encabezadas por el Grupo Wagner, llevan meses intentando tomar la ciudad, con un progreso lento y agotador. A principios de año, la lucha se intensificó, lograron avanzar y amenazaron con cortar las rutas de suministro de Ucrania, cuyo control sobre la localidad parecía cada vez más precario. Las tropas de Kiev se retiraron de la parte oriental de Bajmut y el río que divide la ciudad ahora forma la línea del frente. Mientras tanto, las condiciones siguen siendo muy difíciles para unos 10.000 civiles ucranianos que siguen en la ciudad, que un día fue hogar de 70.000 personas, y los alrededores, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Visita de Zelenski

A medida que ha crecido la presión, el liderazgo militar y político ucraniano se ha mostrado decidido a defender Bajmut, una decisión que ha sido cuestionada por algunos analistas –y algunas unidades sobre el terreno– que han expresado dudas sobre la conveniencia de mantener la ciudad en lugar de retirarse con el fin de evitar un cerco y preservar tropas para futuras operaciones. Existe la preocupación de que Ucrania esté sufriendo demasiadas bajas y su capacidad para lanzar ofensivas en los próximos meses se vea erosionada. La batalla también ha consumido una gran cantidad de suministros de municiones de Kiev.

La determinación de Kiev a la hora de retener a Bajmut ha vuelto a ser expresada esta semana por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que ha visitado las posiciones de primera línea en la zona. El viaje se produjo días después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, visitara la ciudad de Mariúpol, en el sur de Ucrania, ahora bajo ocupación rusa tras una de las campañas más brutales de la guerra.

Numerosas voces han repetido que la ciudad no es intrínsecamente importante desde el punto de vista estratégico. La lucha en este enclave se ha convertido durante meses en una extenuante batalla de desgaste, descrita como una “picadora de carne” por Yevgueni Prigozhin, jefe de Wagner. Ambas partes han manifestado su voluntad de infligir tantas pérdidas como sea posible al otro lado. Se da por hecho que ambos bandos han sufrido un alto número de bajas, aunque la cifra de soldados muertos y heridos es muy difícil de verificar –y ninguna de las partes divulga sus propias pérdidas–.

Si bien se cuestiona el valor estratégico de la ciudad en sí. Bajmut sí tiene una importancia principalmente simbólica para ambos lados. A Moscú su captura le permitiría reivindicar una victoria después de meses de reveses en el campo de batalla con las retiradas de Járkov, en el noreste, y Jersón, en el sur. Kiev se ha referido a ella como “fortaleza Bajmut”, presentando la batalla no solo como una defensa de la ciudad ante el ataque ruso, sino de todo el Donbás y Ucrania.

Durante su invasión, las tropas de Putin han intentado apoderarse de la totalidad de las regiones Lugansk y Donetsk, el territorio que reclaman los separatistas prorrusos y componen el Donbás, cuya anexión fue anunciada por Rusia en un movimiento condenado internacionalmente. La ofensiva oriental de Rusia capturó casi todo Lugansk durante el verano, pero Donetsk escapó al mismo destino, y el Ejército ruso volcó recursos en Bajmut. Se considera que, para tomar lo que queda de Donetsk, las fuerzas rusas deben atravesar Bajmut para intentar acceder a ciudades más grandes controladas por Ucrania, como Kramatorsk y Sloviansk.

¿La decisión correcta?

En un hilo de Twitter reciente, el destacado analista militar Rob Lee sopesa los posibles riesgos y ventajas para Kiev a la hora de mantener Bajmut. Afirma que a Ucrania no le conviene una lucha de desgaste y, hasta su ofensiva (de primavera), “la mejor estrategia ucraniana consiste en elegir batallas en las que pueda conseguir un ratio de desgaste favorable y gastar menos munición, lo que podría debilitar la capacidad defensiva de las fuerzas rusas sin mermar significativamente el potencial ofensivo ucraniano en los próximos meses”. 

“Aunque la relación de desgaste en Bajmut ha sido ventajosa durante toda la batalla, la relación es mucho menos favorable ahora que las fuerzas rusas mantienen el terreno elevado en los flancos de la ciudad. Gran parte de las pérdidas rusas son prisioneros de menor valor militar que los soldados ucranianos”, dice el experto.

“No hay ninguna opción sin riesgos para Ucrania. Las operaciones de retroceso son peligrosas, retirarse de Bajmut podría provocar una mayor presión sobre Siversk u otros lugares, y no hay garantías de que Ucrania pueda retomar la ciudad más adelante si se retira. Pero existe el riesgo de que, al comprometer las fuerzas necesarias para seguir manteniendo Bajmut (donde su ratio de desgaste no es favorable), Ucrania reste algunas de las fuerzas disponibles para su ofensiva de primavera, estratégicamente más importante”. 

¿Qué debe hacer entonces Ucrania? Lee recalca que no lo sabe. “No es una cuestión en blanco y negro y hay incertidumbre. Rusia puede excederse tratando de tomar la ciudad y quedar vulnerable al contraataque”, dice. “En última instancia, se trata de una cuestión de hasta qué punto Ucrania decide asumir riesgos. Del mismo modo que las consecuencias estratégicas de la ofensiva rusa en el Donbás en primavera y verano (de 2002) no estuvieron del todo claras hasta después de las ofensivas ucranianas en otoño, probablemente no estará claro si la defensa continuada de Bajmut fue la decisión correcta hasta después de la ofensiva ucraniana”. 

Desde Avdivka a Kremina: otros puntos del frente

En lo relativo a otros lugares a lo largo de la línea del frente, las fuerzas rusas han continuado atacando posiciones ucranianas alrededor de Avdivka, una ciudad pequeña en la región de Donetsk donde se cree que están intentando envolver a la defensa ucraniana –según Reino Unido, tácticamente, la situación es similar a la de Bajmut, que es más grande y está situada al norte de esta localidad–. Según dijo el ISW el miércoles, los rusos están aumentando actualmente el ritmo de sus operaciones ofensivas en torno a Avdivka con el objetivo de rodearla, y “es posible que las fuerzas rusas lo estén haciendo a expensas de sus operaciones en torno a Bajmut y la estancada ofensiva” en torno a Vuhledar, otra localidad al sur de Donetsk donde se creen que han sufrido importantes pérdidas.

“Rusia comenzó su ofensiva de invierno a finales de enero. Las fuerzas rusas han intentado avanzar en varias partes del frente, pero sus avances han sido mínimos. En algunas zonas, como Vuhledar, las fuerzas rusas han sufrido pérdidas mucho mayores que las ucranianas”, dice Lee.

En la vecina región de Lugansk, han seguido los intensos combates en partes del sector de la localidad de Kremina. Según ha evaluado la inteligencia británica, Rusia ha recuperado parcialmente el control sobre los accesos inmediatos a esta ciudad, sobre la que Ucrania intentó avanzar y creen que es probable que busquen recapturar Kupiansk, un nodo logístico en la cercana región de Járkov. “Desde el punto de vista operativo, la intención de Rusia en el noreste probablemente siga siendo defensiva. Los mandos probablemente temen que éste sea uno de los sectores en los que Ucrania podría intentar grandes operaciones ofensivas”.

Los expertos del ISW señalaron hace unos días que, en general, el ritmo de las operaciones ofensivas rusas se ha ralentizado en las últimas semanas, lo que a su juicio sugiere que la ofensiva de primavera rusa en el Donbás “puede estar cerca de su culminación”. “Las ofensivas rusas en curso a lo largo de la línea Svatove-Kreminna, alrededor de Bajmut, y a lo largo de las líneas de frente Avdivka y la ciudad de Donetsk y Vuhledar no han logrado más que avances tácticos incrementales en los primeros meses de 2023”. Los investigadores creen que Ucrania “está bien posicionada para recuperar la iniciativa y lanzar contraofensivas en sectores críticos de la actual línea del frente”.

La esperada contraofensiva

A grandes rasgos, las líneas del frente se han mantenido más o menos estáticas durante meses, después de Ucrania recuperara varias franjas de territorio en la segunda mitad del año pasado. Desde entonces, se ha mantenido principalmente a la defensiva.

Durante meses se ha hablado largo y tendido sobre la llegada de la primavera –a la que Ucrania dio la bienvenida a principios de marzo– al campo de batalla. Se considera que la mejora del tiempo puede preparar el terreno para posibles nuevas ofensivas –pasado el duro invierno, seguido del barro al descongelarse el suelo que dificulta las operaciones mecanizadas–.

A la espera de cómo se desarrollan los acontecimientos, algunos expertos occidentales apuntaron hace un tiempo que es posible que Ucrania tenga que esperar hasta fines de la primavera o principios del verano antes de renovar sus esfuerzos a gran escala para recuperar terreno. El lugar y el momento en el que Kiev lanzará su contraofensiva ha sido objeto de muchas especulaciones. Mientras tanto, el país recibe las armas, incluidos los tanques, de sus aliados occidentales.

“La próxima ofensiva ucraniana será estratégicamente crítica y potencialmente decisiva. La ayuda occidental, incluida la munición, probablemente alcanzará su punto álgido esta primavera y verano, y pasarán años antes de que se pueda aumentar la capacidad de producción de artillería”, dice Lee, quien cree que Ucrania no está comprometiendo todos sus recursos en el frente y “tiene más posibilidades de lograr otro avance significativo esta primavera que Rusia durante su actual ofensiva”. 

Prigozhin, de Wagner, ha asegurado que Ucrania está reuniendo grandes reservas de tropas antes de su planeada ofensiva de primavera. Dice que las tropas de Kiev puede usarlas en Bajmut y también para atravesar las líneas entre las ciudades de Svatove y Kreminna al norte. Los analistas del ISW creen que Prigozhin, que ha mantenido un pulso público con el liderazgo militar ruso, ha suavizado su retórica hacia el Ministerio de Defensa “probablemente por miedo a perder por completo su fuerza mercenaria” en Bajmut y creen que sus “exageradas declaraciones” sobre la amenaza inminente a las fuerzas rusas son “probablemente un intento de conseguir más suministros y refuerzos” para salvar a sus unidades.

El expresidente ruso Dmitri Medvédev, que durante la guerra ha sido conocido por sus declaraciones grandilocuentes y su tono amenazador, ha declarado que Moscú se está preparando para una contraofensiva ucraniana. “[La parte ucraniana] se está preparando para una ofensiva, todo el mundo lo sabe. Nuestro Estado Mayor lo está calculando y prepara sus decisiones”, ha dicho Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Putin. Ha asegurado también que Moscú está dispuesto a utilizar “absolutamente cualquier arma” si Ucrania intenta recuperar la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó este jueves de que las fuerzas rusas siguen estacionadas en Nueva Kajovka, en la región de Jersón, al sur del país, desmintiendo su afirmación inicial de que habían abandonado la ciudad. 

Mientras tanto, Rusia mantiene sus ataques utilizando artillería, misiles y drones, que de nuevo han dejado varios muertos esta semana en varias partes del país, entre ellas la región de Kiev, donde una localidad fue atacada con vehículos aéreos no tripulados el miércoles. El Ejército ruso también golpeó un edificio de apartamentos en la ciudad sureña de Zaporiyia. El Ministerio de Defensa ucraniano dijo esta semana que una explosión en Dzhankoi, en el norte de la península de Crimea, destruyó los misiles de crucero rusos destinados a la flota rusa del mar Negro.

Esta misma semana, los países de la Unión Europea han cerrado un acuerdo para la compra conjunta de munición para Ucrania: 2.000 millones de euros, según los cálculos de Bruselas para enviar un millón de proyectiles en los próximos 12 meses. El Gobierno de Biden aprobó el lunes un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 350 millones de dólares. En una entrevista con The Guardian, el secretario general de la OTAN ha dicho que Vladímir Putin “no tiene planes para la paz” en Ucrania, por lo que Occidente debe prepararse para proporciona apoyo a Kiev durante mucho tiempo.