La periodista marroquí Hajar Raissouni, de 28 años, ha sido condenada este lunes por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat a un año de cárcel por los delitos de aborto y de práctica de relaciones sexuales sin estar casada. Su novio, también acusado, ha recibido la misma sentencia.
En cuando al médico que le practicó el aborto, un profesional de 69 años de reconocido prestigio en la ciudad, ha sido condenado por la misma corte a dos años de prisión y otros dos más de prohibición de ejercicio de la profesión médica.
Al escuchar la sentencia, los familiares y amigos que rodeaban a la joven periodista han comenzado a llorar, aunque ella se ha mantenido serena.
Además de estas tres condenas en firme, el anestesista que asistió al médico en el aborto, un hombre de 83 años, ha sido condenado a un año de libertad condicional, mientras que la asistenta de la clínica donde se produjeron los hechos lo ha sido a ocho meses, con la sentencia en suspenso.
Uno de los abogados de Hajar, Abdelmoula Marouri, ha explicado que tienen previsto apelar la sentencia en cuanto dispongan de una copia del veredicto.
El caso de Hajar ha propiciado un debate inédito sobre las libertades individuales en Marruecos, el Código Penal y los derechos de las mujeres.
Hajar fue detenida junto a su pareja el sábado 31 de agosto a las puertas de una clínica ginecológica acusada de mantener relaciones prematrimoniales con su prometido y de haber abortado.
Otro de los abogados, Saad Sahli, explicó que la periodista había sido tratada de hemorragia interna y que la policía realizó el arresto “sobre la base de la información recibida” sin que figurara un denunciante, por lo que diferentes organizaciones han acusado que la detención estaba dirigida a ella como periodista y para presionar a su entorno.
La defensa trasladó tras la detención que la exploración médica bajo custodia policial confirmaba que Hajar El Raissouni no se sometió a ningún aborto. El doctor declaró a los medios que Hajar acudió a la clínica “en un estado de salud grave, sufría un sangrado severo, y tuve que someterla a una intervención quirúrgica urgente para detener el sangrado”.
Hajar y su pareja, el médico, su asistenta y el anestesista han permanecido en prisión provisional desde su detención, ya que un juez marroquí rechazó conceder la libertad provisional.
En las fechas de sus comparecencias ante el juez, centenares de personas convocadas por redes sociales, entre las que se encontraban asociaciones locales, nacionales e internacionales, además de mujeres, periodistas y otros ciudadanos, se agolparon a las puertas del tribunal para pedir su “liberación inmediata”.
Hajar es una periodista considerada cercana a los círculos islamistas y trabaja en el diario Akhbar Al Yaoum, uno de los más prestigiosos de Marruecos, y conocido por otro caso judicial controvertido: el de su ex director, Taoufik Bouachrine, condenado en noviembre de 2018 a 12 años de prisión por violación y trata de seres humanos.
El aborto en Marruecos está penalizado excepto cuando la vida de la madre corre peligro y en los casos de malformación del feto, violación e incesto.