Carlos III ha dado este viernes su primer discurso como rey de Reino Unido. El monarca, de 73 años, ha comenzado su intervención televisada con un homenaje a la reina Isabel II –“mi amada madre”, en sus palabras–de la que ha dicho que fue una inspiración y un ejemplo para él y para toda su familia y ha expresado su “profundo dolor” por su pérdida.
“Tenemos con ella la deuda más sincera que cualquier familia puede tener con su madre por su amor, su afecto, su guía, su comprensión y su ejemplo”. También ha ensalzado la dedicación a la corona de su madre, que, asegura, “nunca decayó”, y su “promesa servicio de por vida”. “[Esa promesa] Se la renuevo hoy a todos ustedes”.
“Como la propia reina hizo con tan inquebrantable devoción, ahora yo también me comprometo solemnemente, durante el tiempo que Dios me conceda, a mantener los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”, ha dicho el jefe de Estado británico. “Dondequiera que vivan y sean cuales sean sus orígenes y creencias, me esforzaré por servirles con lealtad, respeto y amor, como he hecho durante toda mi vida”.
El rey ha recalcado los cambios que ha experimentado la sociedad británica durante los 70 años de reinado de su madre, asegurando que “se ha convertido en una sociedad de muchas culturas y muchos credos”. “Las instituciones del Estado han cambiado a su vez. Pero, a través de todos los cambios y desafíos, nuestra nación y la familia más amplia de reinos (...) han prosperado y florecido. Nuestros valores han permanecido, y deben permanecer, constantes. El papel y los deberes de la monarquía también permanecen”.
Durante el discurso, ha hecho referencia al “cambio de vida” que supone para él acceder al trono y ha asegurado no le será posible dedicar “tanto tiempo y energía” a las organizaciones benéficas –es patrocinador o presidente de unas 400. “Pero sé que esta importante labor continuará en manos de otros”.
Asimismo, se ha referido a su esposa, Camilla, ahora reina consorte. “Sé que cumplirá las exigencias de su nuevo papel”. Y ha hecho mención a sus hijos William –que asume los títulos que hasta ahora ostentaba él y se convierte en heredero, Príncipe de Gales y Duque de Cornualles junto a su esposa Kate– y Harry, al que ha expresado su “amor” junto a Meghan mientras ambos “continúan construyendo sus vidas en el extranjero”.
El discurso ha finalizado con una nueva referencia a Isabel II. “En nuestro dolor, recordemos y saquemos fuerzas de la luz de su ejemplo. En nombre de toda mi familia, solo puedo dar el más sincero y sentido agradecimiento por sus condolencias y apoyo. Significan para mí más de lo que puedo expresar. Y a mi querida mamá, al comenzar su último gran viaje para unirse a mi querido y difunto papá, quiero simplemente decir esto: gracias. Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a la que has servido tan diligentemente todos estos años”.
Proclamación este sábado
Aunque Carlos III se convirtió en rey de manera automática tras la muerte de Isabel II, este sábado se celebrará la proclamación oficial desde el balcón del Palacio St. James en Londres. Para el acto oficial de coronación, sin embargo, pueden pasar varios meses. En el caso de su madre, por ejemplo, la ceremonia de coronación se celebró en 1953, 16 meses después de convertirse en reina.
En la que ha sido denominada 'Operación Corriente de Primavera', el rey comenzará en los próximos días un viaje por Escocia, Irlanda del Norte y Gales, en los que recibirá el pésame de los diferentes parlamentos y asistirá a ceremonias religiosas en honor a Isabel II.
Este viernes, el nuevo rey ha aparecido en las inmediaciones del Palacio de Buckingham en Londres y ha saludado dando la mano a los ciudadanos agolpados en primera fila.
Casi el 50% de los ciudadanos británicos cree que Carlos III será un buen rey, según un sondeo elaborado por Ipsos en mayo. Cuando se plantea la misma pregunta sobre el príncipe Guillermo, el porcentaje sube hasta el 74%.