El control de la mayoría del Senado y el margen de maniobra para gobernar de Joe Biden dependerá de Georgia. Este estado tiene que repetir sus dos carreras electorales el 5 de enero porque ningún candidato ha conseguido llegar hasta el 50% del voto, un requisito de este lugar.
Tras la victoria republicana en un escaño pendiente de decidir en Alaska, los republicanos tendrían 49 escaños y los demócratas, 48, en esta cámara de 100 senadores. En caso de empate, decidiría la vicepresidenta, Kamala Harris, pero ahora todo depende de Georgia.
Las dos elecciones al Senado en este estado han sido muy reñidas, al igual que lo fueron sus resultados en las elecciones presidenciales y ninguno de los dos candidatos en Georgia obtuvo el 50% necesario para la victoria. Debido a esto, la elección de ambos escaños irá a una segunda vuelta que se disputará el próximo 5 de enero.
Biden ganó por 14.000 votos en este estado, pero como la diferencia es menor al 0,5% respecto a Trump, el estado hará un recuento. Habitualmente los recuentos cambian las cifras en unos pocos cientos de votos. En cualquier caso, incluso aunque hubiera una sorpresa y Biden perdiera este estado, esto no alteraría el resultado nacional y seguiría siendo presidente electo.
Pese a que fue Biden quien consiguió hacerse con el estado bisagra en la carrera presidencial, los republicanos parecen tener el camino al Senado algo más fácil ya que los actuales senadores en el estado sureño son republicanos.
En una carrera, la senadora republicana Kelly Loeffler se enfrentará a Raphael Warnock, un pastor de la Iglesia de Martin Luther King. En la otra, el senador republicano David Perdue defenderá su escaño frente al aspirante demócrata Jon Ossoff, un antiguo periodista de 33 años. Los republicanos van por delante en intención de voto, según las primeras encuestas.
Así, todos los ojos estarán por tanto puestos en Georgia el próximo mes de enero, cuando las dos carreras se desempaten en esta segunda vuelta y se determine el control del Senado de EE.UU. Si, como las encuestas apuntan, el partido republicano se hace con la cámara alta del Congreso, Biden se encontrará con un panorama político que dificultará la aprobación de leyes, el nombramiento de jueces o la confirmación de los propios cargos de su gobierno.