La cercanía de las elecciones europeas aviva las diferencias entre Borrell y Von der Leyen

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
9 de abril de 2024 22:22 h

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No han tenido la mejor de las sintonías a lo largo de los cerca de cinco años que llevan de mandato, pero las divergencias entre el alto representante, Josep Borrell, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se han evidenciado en su recta final. La cercanía de las elecciones europeas, sumada al protagonismo en materia de política internacional que ha querido asumir la alemana metiéndose en el terreno del catalán, han aflorado la tensión.

Borrell lo ha dejado por escrito junto a otros dos comisarios socialdemócratas –el de Empleo y spitzenkandidat, Nicolas Schmit, y el de Economía, Paolo Gentiloni– y el liberal francés, Thierry Breton, en una carta en la que protestan por el nombramiento como enviado de la UE para las pymes de Markus Pieper, compañero de partido de Von der Leyen. Lo que denuncian los cuatro miembros del Ejecutivo comunitario es que el proceso se ha llevado a cabo con opacidad y cuestionan la parcialidad de la presidenta en la decisión.

Según publicó La Matinale Européenne, el eurodiputado de la CDU, que fue elegido para ese puesto el 31 de enero en vísperas de que el partido designara a Von der Leyen como candidata para las europeas, no era el aspirante con mejor puntuación sino que por delante quedaron dos candidatas. De acuerdo a esa publicación, obtuvo un 30% menos en la evaluación que la eurodiputada liberal de la República Checa Martina Dlabajová y que la Directora General Adjunta de Asuntos Internacionales y Europeos de la Confederación de Empresas Sueca, Anna Stellinger. Una de las críticas que recibe Von der Leyen es la falta de equilibrio de género y geográfico.

A pesar de que la Comisión Europea defiende que el proceso siguió las normas al dedillo, Von der Leyen también se la juega este jueves en una votación en el Parlamento Europeo a raíz de una enmienda que insta a rescindir esa contratación –de unos 18.000 euros mensuales– y que, en principio, apoyarán socialdemócratas, liberales y verdes. La censura a Von der Leyen puede llegar, por tanto, también del Parlamento Europeo unos meses antes de que, si así lo convienen los líderes de los 27, tenga que pronunciarse sobre su segundo mandato.

'No' a un comisario de Defensa

Con Borrell el tira y afloja fue, además, palpable a raíz de la apuesta del Partido Popular Europeo por designar en la próxima legislatura a un comisario de Defensa. Von der Leyen ha hecho suya la propuesta posteriormente degradando hasta cierto punto el trabajo que han desempeñado en los últimos años tanto el alto representante como el comisario de Mercado Interior, que se ha encargado de potenciar la industria militar europea. El político español pasó directamente al cuerpo a cuerpo con Von der Leyen al calificar esa propuesta como “engañosa”.

“Si fuera presidente de la Comisión, no crearía un comisario de Defensa. Soy respetuoso con el lenguaje de los tratados y creo que importan. El día que se haga eso habrá un choque de competencias”, defendió Borrell en una entrevista con varios medios, informa Europa Press: “La UE tiene competencias en seguridad interna y en industria, incluyendo la de Defensa, pero tiene cero competencias en política de Defensa, de capacidades militares, misiones o eurodefensa”.

También sonaron a reivindicación las palabras de Borrell este martes durante un desayuno informativo organizado en Bruselas por el Foro Nueva Economía. “Cuando comencé mi mandato dije que Europa tenía que aprender a usar el lenguaje del poder y unos años despues dije otra frase que será parte de mi herencia: Europa está en peligro. En ese momento la gente sonrió, ”está intentando vender sus productos“, pero ahora todo el mundo está de acuerdo y habla de seguridad y defensa. Se ha vuelto el asunto”, relató antes de insistir en que la política de defensa le corresponde en su cargo de alto representante.

“Hay varias guerras y todo el mundo habla de los próximos pasos en la construcción de la defensa europea de la que estoy al cargo porque soy el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Seguridad”, continuó. “Seguridad y defensa van juntos (...). Seguridad es algo más que defensa. La seguridad es todo”, ha aseverado Borrell, que ha mencionado la seguridad económica, pero también las capacidades de defensa, que es en lo que está poniendo el foco la UE desde la invasión rusa de Ucrania.

A pesar de que Borrell no ha puesto paños calientes en la apuesta por reforzar el área de defensa de la UE ante la posibilidad de una “guerra en el horizonte”, fue uno de los que reclamó suavizar el alarmismo que se ha impuesto en el continente y que tiene en Von der Leyen a una de sus voces.

Protagonismo por la política exterior

Pero el el gran choque de Borrell con Von der Leyen fue a raíz de sus errores respecto a la política exterior y, en concreto, a la reacción a los ataques de Israel en Gaza tras los perpretados por Hamás el 7 de octubre. En los días posteriores a esos atentados, Von der Leyen asumió todo el protagonismo de la UE, a pesar de que es un papel que no le corresponde, y le dio apoyo incondicional al Gobierno de Benjamín Netanyahu, que había comenzado a masacrar a la población civil.

Los 27 trataron de reconducir la situación con un comunicado conjunto en el que apelaban al derecho de Israel a la autodefensa, pero metían un matiz relevante ignorado por la alemana: “En consonancia con el Derecho internacional y humanitario”. Y Borrell dejó clara su distancia con la alemana al recordar que se había excedido de sus funciones: “La posición de la Unión Europea en política exterior la determina el Consejo Europeo y el Consejo de ministros de Exteriores, porque la política exterior común de la Unión Europea es una política intergubernamental, no es una política comunitaria”.

El jefe de la diplomacia europea, no obstante, también ha excedido sus funciones en lo que tiene que ver con el conflicto en Oriente Medio al mantener siempre una posición más ambiciosa que el conjunto de la UE al cuestionar, por ejemplo, el cumplimiento del derecho internacional por parte de Israel cuando los líderes de los 27 no se atrevían a ir tan lejos o al abogar por un alto el fuego en la Franja de Gaza. Y es que el alto representante, aunque pretenda dejar en el aire su futuro político inmediato, tiene claro que está de salida.