El último recuento de víctimas de la mayor escalada de la violencia entre Israel y palestinos es de 700 muertos en el lado israelí y más de 2.300 heridos, incluidos 22 en estado crítico; mientras, 493 gazatíes han fallecido, entre ellos 91 niños, y más de 2.700 están heridos, después de los bombardeos que durante la noche y la madrugada del lunes han golpeado incesantemente Gaza.
La localidad de Beit Hanoun, en el norte de la franja, ha quedado prácticamente destruida, según la agencia de noticias AP, y el principal portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha prometido que continuará “a atacar de esta forma, con esta fuerza, continuamente”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han llamado ya a filas a unos 300.000 reservistas desde que declararon el estado de guerra el sábado, pocas horas después del brutal ataque coordinado de Hamás, con hombres armados infiltrándose en territorio israelí y el lanzamiento de miles de cohetes sobre el sur del país. En la mañana del lunes, más cohetes han impactado en el sur de Israel y las sirenas han vuelto a sonar.
Aunque el Ejército israelí haya confirmado que entre las víctimas fatales se encuentra cerca de medio centenar de sus hombres, la peor parte se la han llevado los civiles, en ambos lados. Los servicios de emergencia israelíes informaron a última hora del domingo de que se han recuperado 260 cadáveres en el lugar de un festival en el desierto, próximo a la franja, al que llegaron los milicianos palestinos el sábado. Muchos de los participantes perecieron, otros huyeron y un número sin precisar ha sido tomado como rehén. Según la agencia Reuters, 30 de ellos han aparecido este domingo, después de haber permanecido escondidos.
“Este es nuestro 11-S”, ha declarado Richard Hecht, portavoz internacional del Ejército israelí, quien ha calificado de “barbárico” el ataque lanzado por Hamás a primera hora del sábado. “No ha sido un ataque contra un edificio, ha sido también contra una fiesta que estaba teniendo lugar junto a la franja de Gaza, han atacado a civiles, han ido a por abuelas, niños, bebés... Todo el mundo está afectado, todo el mundo conoce a alguien, a desaparecidos, a soldados muertos”.
Anoche, el teniente coronel Jonathan Conricus del Ejército israelí señaló que “un gran número de civiles y soldados israelíes permanecen secuestrados en Gaza. Son muchos muchos israelíes”, aunque no dio cifras concretas “a la espera de ulteriores confirmaciones”. Los grupos islamistas Hamás y la Yihad Islámica se han atribuido la captura de 130 personas, entre las que habría oficiales del Ejército, aparte de civiles, según la Agencia EFE.
Refugiados en escuelas
La población de la franja de Gaza, donde se estima que viven más de 2 millones de palestinos, está sufriendo la represalia del Ejército israelí que, tal y como dijo anoche el primer ministro Benjamín Netanyahu, utilizará “todo su poder para destruir las capacidades de Hamás”. “Los destruiremos y vengaremos con fuerza este día oscuro que han impuesto al Estado de Israel y a sus ciudadanos”, advirtió en un discurso televisado.
Este domingo, el gabinete de seguridad del Gobierno israelí aprobó la declaración de guerra realizada el sábado por el primer ministro y el Ejército, lo cual autoriza a he “tomar medidas militares significativas”, según un comunicado.
El Ejército ha afirmado este lunes que seguirá “atacando la Franja de Gaza y degradando las capacidades de las organizaciones terroristas”, después de haber golpeado unos 500 objetivos durante la noche. “Durante la noche, aviones de combate, helicópteros, aviones y artillería de las Fuerzas de Defensa atacaron más de 500 objetivos terroristas de Hamás y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza”, ha detallado un portavoz militar.
En la franja, unas 74.000 personas han buscado cobijo en 64 refugios de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), después de haber abandonado sus casas por temor a los bombardeos. Una de esas escuelas en la que había familias desplazadas ha sido alcanzada por una bomba, pero sólo sufrió daños materiales. Hasta 14 instalaciones de la UNRWA han sido bombardeadas, según denuncia la propia agencia.
Focos de resistencia
Este lunes continúan los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y hombres de Hamás en varios lugares colindantes a la franja, entre ellos Be’eri, Kfar Aza, Nirim o Alumim, donde todavía hay algunas familias rehenes de los milicianos, tal y como ha confirmado el Ejército. Su portavoz, Daniel Hagari, ha asegurado que las tropas van a “limpiar todo el área y atacar a los terroristas dondequiera que estén”.
“Las tropas están llevando a cabo búsquedas en todo el sur, especialmente en zonas pobladas, intercambiando disparos con terroristas y salvaguardando a los residentes del sur y [otros] israelíes”, ha añadido Hagari.
Los milicianos de Hamás lograron infiltrarse en numerosas localidades del sur de Israel este sábado e, incluso, tomaron el control de algunas de ellas y de puntos o instalaciones de seguridad, como una comisaría de Policía. A las fuerzas de seguridad israelíes les está costando recuperar el control total de la zona en los alrededores de Gaza, en la que se cree que llegaron a adentrarse unos mil milicianos, que salieron de la franja tras derribar parte de la valle de separación.
Uno de los problemas para Israel es que esa valla –en la que los hombres de Hamás abrieron hasta 20 huecos– no ha sido reparada del todo y los combatientes han podido recibir refuerzos desde la franja en las últimas 48 horas.
El frente norte
Además de sus operaciones en Gaza y alrededores, el Ejército israelí también se mantiene en alerta en la zona norte, cerca de la frontera con Líbano. Ayer bombardeó con drones el sur de ese país, en el área disputada de las Granjas de Cheba, después de que la milicia chií libanesa Hizbulá lanzara varios proyectiles hacia Israel en apoyo a la operación de Hamás, bautizada “Tormenta de Al Aqsa”.
Hizbulá anunció haber llevado a cabo el ataque con proyectiles de mortero y misiles guiados contra tres posiciones en territorio israelí, afirmando que esas acciones se enmarcan en el “camino hacia la liberación de lo que queda de nuestra tierra libanesa ocupada, y en solidaridad con la victoriosa resistencia palestina y el luchador y paciente pueblo palestino”.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa informó de que varias aldeas “fueron blanco de un violento bombardeo de artillería” israelí. “El Ejército enemigo [de Israel] bombardeó regiones ocupadas tras anunciar que posiciones suyas en Chebaa y Jabal al Sheij fueron blanco de un bombardeo desde dentro del Líbano”, agregó. Horas más tarde, la agencia libanesa ANN señaló “nuevos bombardeos israelíes en las cercanías de las Granjas de Chebaa y las colinas de Kfar Shuba”.
El líder de Hamás en Líbano, Osama Hamdan, dijo a la agencia de noticias Reuters que la operación de este fin de semana sirve para hacer entender a los Gobiernos árabes que aceptar las demandas de Israel no va a traer la paz. Varios países árabes han firmado recientemente acuerdos con Israel, pero Líbano sigue técnicamente en guerra con el vecino.
Las autoridades israelíes han pedido a los residentes de las áreas fronterizas con Líbano que permanezcan en sus casas y próximos a los refugios, en el caso de que haya más ataques. Según el diario israelí Haaretz, se ha recomendado a los habitantes de la ciudad de Kiryat Shmona que evacúen la zona durante unos días, por precaución, mientras la tensión se mantiene elevada.
Disparos en Egipto
Por otra parte, este domingo hubo un extraño incidente en Egipto, en la ciudad de Alejandría, donde dos turistas israelíes fallecieron por disparos de un policía. Según una fuente de seguridad citada por la Agencia EFE, el agente disparó de “forma indiscriminada usando su arma contra el grupo de turistas israelíes, lo que causó la muerte de dos y heridas a otros”.
El tiroteo tuvo lugar en la zona de la Columna de Pompeo, uno de los sitios arqueológicos de Alejandría, y el policía que abrió fuego estaba encargado de la seguridad de la zona, pero no se sabe qué motivos le llevaron a disparar su arma contra el grupo de turistas.
El Ministerio de Exteriores israelí confirmó que “un local” abrió fuego contra un grupo de israelíes en Alejandría, lo que resultó en “el asesinato de los dos ciudadanos israelíes y del guía egipcio”, además de otro turista herido. Exteriores ha agregado que está trabajando con las autoridades egipcias para que sean devueltos los cuerpos de “los ciudadanos israelíes a Israel lo antes posible”.
Los israelíes pueden viajar a Egipto con un visado de turistas e, incluso, pueden visitar sin visado la península del Sinaí, con la que comparten frontera. No es habitual que los israelíes vayan más allá de las localidades costeras del Sinaí, donde desde hace años no se registran ataques o incidentes en los que se hayan visto involucrados los turistas del país vecino. Sin embargo, en Egipto existe un fuerte sentimiento antiisraelí entre la población, a pesar de que el Gobierno de El Cairo mantiene relaciones diplomáticas fluidas con Israel e, incluso, ambos países cooperan en cuestiones de seguridad en la frontera común.
Desde todo el mundo, están llegando informaciones sobre ciudadanos de diferentes nacionalidades que han sido víctimas del ataque de Hamás en Israel. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha declarado esta mañana en TVE que hay dos españoles “afectados”, pero no ha querido decir si se encuentran heridos o secuestrados.
El Ministerio de Exteriores tailandés ha anunciado que la Embajada de Tailandia en Tel Aviv ha recibido informaciones, a través de empresas que emplean a tailandeses en Israel, sobre la muerte de doce ciudadanos de este país. Además de los fallecidos hay otros ocho tailandeses heridos y once secuestrados. Entre los rehenes también está una estudiante china-israelí de 25 años, que asistió al festival de música atacado, según la Embajada china en Israel.
Nepal ha confirmado la muerte de diez de los once estudiantes que estaban desaparecidos en el sur de Israel, mientras que otros cuatro resultaron heridos y uno sigue en paradero desconocido, según EFE.