La ofensiva ordenada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el 24 de febrero contra Ucrania desde el este, el sur y el norte del país ha entrado en su día número 19. La jornada ha estado marcada por una nueva ronda de negociaciones entre Kiev y Moscú, mientras las autoridades ucranianas denunciaban el bombardeo de varios distritos de la capital, así como en la segunda ciudad, Járkov.
Según las autoridades locales, un primer convoy de más de 160 coches ha partido este lunes de la sitiada ciudad sureña de Mariúpol, donde los principales intentos para organizar un corredor humanitario para evacuar a los civiles habían fracasado hasta ahora mientras muchas voces alertan de un desastre humanitario. No obstante, el Ayuntamiento ha dicho que el convoy con ayuda humanitaria todavía no ha podido llegar a la ciudad.
Las negociaciones
Rusia y Ucrania han reanudado este lunes las negociaciones, en las que Kiev busca un alto al fuego y la retirada de las tropas rusas. La nueva ronda ha tenido lugar por videoconferencia, algo que según la parte ucraniana llevan haciendo de manera continua desde hace días. Informa Vanesa Rodríguez.
Sin embargo, las conversaciones se han aplazado hasta este martes, según ha anunciado el asesor del presidente ucraniano, Mijaíl Podoliak. “Se ha hecho una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana. Para trabajar adicionalmente en los subgrupos de trabajo y clarificar posturas individuales. Las negociaciones continúan...”, ha escrito Podoliak en Twitter.
Los combates
En Kiev, por la mañana, los servicios de emergencias de Ucrania informaban de que una persona ha muerto y tres han sido hospitalizadas tras un ataque en un edificio residencial de nueve plantas en el distrito norteño de Obolón. Además, el alcalde de la capital ha dicho que los restos de un cohete han caído en el distrito de Kurenivka, y una persona ha fallecido y seis han resultado heridas. La planta de aviones Antónov, según la ciudad de Kiev, también ha sido bombardeada.
En el noroeste, en la región de Rivne, el gobernador ha indicado que al menos nueve personas han muerto y otras nueve resultaron heridas en un ataque aéreo contra una torre de televisión.
En la ciudad de Járkov, la segunda más importante del país, un edificio residencial de cuatro pisos en el centro se ha derrumbado como consecuencia de un ataque aéreo, según los servicios de emergencia. No está claro si hay víctimas, pero el alcalde ha dicho que hay civiles que han muerto y resultado heridos y ha asegurado que la situación en la ciudad sigue siendo tensa porque los ataques no cesan.
Las autoridades también han informado de ataques en otras partes del país como la ciudad sureña de Mykolaiv y las instalaciones de una instalación subterránea de almacenamiento de gas en Olyshivka, en la región ucraniana de Chernígov, al norte de Kiev, han resultado dañadas por un proyectil este lunes, según la compañía estatal Naftogaz.
Rusia ha dicho que en la ciudad de Donetsk, controlada por los separatistas respaldados por Moscú al este, al menos 20 personas han muerto en un ataque con misiles que ha atribuido a las fuerzas ucranianas. Vídeos y fotos verificados por el New York Times muestran a decenas de civiles muertos y heridos en una calle del centro, y múltiples puntos de impacto y explosiones a lo largo de la calle. Un portavoz militar ucraniano ha dicho que el misil era ruso.
La central nuclear de Chernóbil ha vuelto a perder el suministro eléctrico poco después de que fuera reconectada a la red, según un comunicado del operador de la red Ukrenergo.
Este domingo, Rusia extendió su ofensiva con ataques contra el Centro Internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad, una base militar en Ucrania cerca de la frontera con Polonia. 35 personas murieron. Las autoridades ucranianas niegan que haya víctimas extranjeras en el ataque. Informa Mariangela Paone.
Hasta ahora, Rusia ha logrado la mayoría de los avances en las ciudades del sur y el este, mientras sus fuerzas han permanecido más estancadas en el norte y alrededor de Kiev.
Según una de las últimas actualizaciones de inteligencia del Ministro de Defensa británico, las fuerzas navales rusas han establecido un bloqueo a lo largo de la costa ucraniana del Mar Negro, “aislando de forma efectiva a Ucrania del comercio marítimo internacional”. Rusia, dice Reino Unido, ya ha llevado a cabo un desembarco anfibio en el mar de interior de Azov y “podría intentar efectuar más operaciones de este tipo en las próximas semanas”.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Washington, dice en su última evaluación que este domingo las fuerzas rusas volvieron a efectuar pocas ofensivas terrestres, y solo se aseguraron nuevos territorios en las provincias de Lugansk y Donetsk –entre ellos, tomaron con éxito varias localidades al norte de Mariúpol–. Localizada a orillas del mar de Azov, Mariúpol es un puerto estratégico entre la anexionada Crimea y los territorios separatistas prorrusos del Donbás.
Las fuerzas rusas, dicen los analistas, “siguen reuniendo refuerzos e intentando mejorar el apoyo logístico tanto en la dirección de Kiev como en la del sur”. Creen que es posible que las fuerzas rusas tengan la intención de reanudar los ataques a mayor escala en ambos ejes de avance esta semana, “pero es probable que tarden más en reunir (o que nunca lo hagan) el poder de combate necesario para completar el cerco de Kiev”.
Los corredores
Ucrania ha anunciado un día más la apertura de una decena de corredores humanitarios para llevar suministros y ayudar a los civiles atrapados a salir de determinadas zonas mientras las acciones militares, en teoría, se detienen temporalmente. Decenas de miles de personas han sido evacuadas en los últimos días a través de corredores humanitarios, pero también ha habido muchos intentos fallidos, con Kiev acusando a Moscú de no cumplir plenamente los acuerdos y compromisos, que han vuelto a repetir este lunes.
Según la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk, este lunes se han abierto una decena de corredores en las regiones de Kiev y Lugansk, al este, así como de Mariúpol a Zaporiyia, vía Berdiansk. 4.000 personas han sido evacuadas a través de siete rutas.
Las autoridades de la sitiada Mariúpol han dicho que este lunes hay vecinos que han logrado salir de la ciudad conduciendo sus propios coches. A mediodía, dice el Ayuntamiento en Telegram, 160 coches particulares habían abandonado la ciudad por el corredor humanitario y han atravesado la ciudad de Berdiansk en su camino hacia el noroeste, hacia Zaporiyia. Un responsable del Ayuntamiento ha explicado a Reuters: “Los rusos abrieron un puesto de control y los que tenían coches y combustible comenzaron a salir”. “La ciudad continúa siendo bombardeada, pero esta carretera no está siendo bombardeada. No sabemos cuándo llegarán los primeros autos a Zaporiyia, todavía hay muchos puntos de control rusos que deben pasar”.
Sin embargo, posteriormente, las autoridades ucranianas han informado de que el convoy con ayuda humanitaria que salió de Zaporiyia aún permanece en la zona de Berdiansk por el incumplimiento de las tropas rusas del alto al fuego. Este martes se volverá a intentar que continúe hasta Mariúpol.
Los principales intentos para brindar una salida segura a los residentes atrapados en Mariúpol se vieron frustrados la semana pasada debido a los ataques. Las organizaciones humanitarias han alertado de que las condiciones se deterioran en Mariúpol, una de las zonas más castigadas del país. Lleva días sin electricidad, calefacción (con temperaturas extremas) y agua tras los bombardeos, y se han enterrado muertos en fosas comunes.
Ucrania y Rusia acordaron por primera vez el 3 de marzo establecer corredores humanitarios, pero su aplicación hasta la fecha ha sido lenta y limitada. Moscú ha culpado estos días a Kiev de que las operaciones de evacuación de civiles no den resultados. Las autoridades ucranianas rechazaron propuestas rusas porque varias de las rutas canalizarían a las personas hacia Rusia o su aliado Bielorrusia.
Las víctimas
El número total de víctimas sigue sin estar claro y las cifras reales son, casi con seguridad, mayores a las conocidas. Los últimos datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos elevan a 1.761 las víctimas civiles, entre ellas 636 muertos –46 de ellos menores– y 1.125 heridos desde el 24 de febrero. La mayoría han sido causadas por “armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y sistemas de misiles de lanzamiento múltiple, y ataques aéreos”.
Estas estadísticas todavía no incluyen las cientos de víctimas que han denunciado ciudades como Volnovaja, Izium, y también Mariúpol, donde las autoridades locales afirman que han muerto más de 2.100 personas en los ataques.
Una de las mujeres fotografiadas en el ataque al hospital de Mariúpol el pasado 9 de marzo y su bebé han muerto, según ha informado Associated Press.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha verificado 31 ataques a la atención médica –24 dañaron o destruyeron instalaciones sanitarias, mientras que en cinco casos afectaron a ambulancias. “Pedimos el cese inmediato de todos los ataques. (...) Atacar a los más vulnerables –bebés, niños, mujeres embarazadas y personas que ya padecen enfermedades y dolencias, y a los trabajadores sanitarios que arriesgan sus propias vidas para salvarlas– es un acto de crueldad desmedida”, han dicho varias agencias de Naciones Unidas.
Cientos de miles de personas continúan escapando en busca de seguridad. La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) calcula que 2,8 millones de personas han huido a los países vecinos desde el comienzo de la invasión. La enorme mayoría, 1,7 millones, ha llegado a Polonia, pero también a otros países que comparten frontera como Hungría, Moldavia, Rumanía, Eslovaquia y Rusia.
En España, el Ministerio del Interior ha tramitado y resuelto positivamente 559 permisos de residencia para refugiados ucranianos que han llegado huyendo de la guerra en los primeros tres días de funcionamiento del centro de recepción y acogida de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Informa Gabriela Sánchez.
El nivel de bajas entre las fuerzas armadas no está del todo claro. Los militares ucranianos aseguran que Rusia ha perdido más de 12.000 efectivos, no está claro cuántos de ellos están prisioneros. Moscú informó por primera vez a principio de marzo de sus bajas, varias veces menores que las que contabiliza Ucrania: 498 militares rusos muertos y casi 1.600 heridos. Las autoridades ucranianas no habían revelado la escala de las bajas entre sus filas, pero Zelenski reconoció este fin de semana la muerte de 1.300 soldados ucranianos durante la invasión.
En su cálculo de las pérdidas rusas, Ucrania asegura haber destruido 389 tanques, 1.249 vehículos blindados, más de 210 sistemas de artillería y de lanzamiento múltiple de misiles (MLSR), casi 170 aviones y helicópteros, así como varios barcos y aviones no tripulados, entre otros. El Ministerio de Defensa ruso ha dicho que se han destruido más de 2.500 elementos de la infraestructura militar ucraniana, informó este martes Interfax.
En Rusia, desde el comienzo de la ofensiva, las autoridades han detenido a casi 15.000 personas en protestas en contra de la guerra, según informa OVD-info, organización especializada en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos.
Las sanciones
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, se ha reunido este lunes con su homólogo chino, Yang Jiechi, en Roma. China ha negado este lunes que Rusia haber pedido ayuda militar para invadir Ucrania, como habían publicado varios medios citando fuentes estadounidenses. “Es completamente falso, es pura desinformación”, ha dicho el portavoz de Exteriores Zhao Lijian. Rusia también lo ha negado. Según informan The Financial Times y la agencia Reuters, Estados Unidos ha advertido a sus aliados en Europa y Asia que China ha manifestado su voluntad de brindar apoyo militar a Rusia. Washington dice que ha advertido a China de que habrá consecuencias si ayuda a Rusia.
El aislamiento económico, diplomático y político de Moscú sigue en aumento. La Unión Europea estrecha el cerco contra otra quincena de empresarios próximos a Putin, entre ellos, el dueño del Chelsea, Roman Abramovich, ya sancionado por Reino Unido. Está previsto que los embajadores de los 27 se vuelvan a reunir este lunes para ultimar las medidas y llevarlas al Diario Oficial de la UE, después de una nueva reunión en la que pueden surgir cambios. Informa Andrés Gil.
El ministro de Exteriores ucraniano ha pedido, una vez más, más ayuda y sanciones a los países occidentales. “A los que en el extranjero temen ser 'arrastrados a la Tercera Guerra Mundial'. Ucrania se defiende con éxito. Necesitamos que nos ayuden a luchar. Proporcionadnos todas las armas necesarias. Aplicad más sanciones a Rusia y aisladla totalmente. Ayudad a Ucrania a obligar a Putin a fracasar y evitaréis una guerra mayor”, ha tuiteado Dmitro Kuleba.