Este martes 9 de febrero comienza en el Senado el segundo impeachment contra Donald Trump, algo sin precedentes en EEUU. Será el primer presidente de ese país en pasar dos veces por un juicio político y el primer expresidente en ser sometido al proceso. Se le acusa de cometer “delitos graves y faltas” antes de dejar el poder.
¿De qué se le acusa?
El 13 de enero, la Cámara de Representantes de EEUU aprobó con 232 votos a favor y 197 en contra iniciar un nuevo juicio político contra Trump por “incitación a la insurrección” tras el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores en un intento por dar la vuelta al resultado de las elecciones de noviembre. 10 diputados republicanos votaron a favor del impeachment, logrando así que sea el juicio político con mayor apoyo bipartidista de la historia de EEUU.
Los fiscales culpan directamente al expresidente por la violencia en el Capitolio. El ataque acabó con 5 personas muertas, cientos de heridos, congresistas y personal del Congreso aterrorizados y la sede del legislativo con “agujeros de bala en las paredes, piezas de arte saqueadas y manchas de excremento en los pasillos”, todo en un intento de impedir que se certificara el triunfo electoral de Joe Biden. “No cabe duda de la responsabilidad del expresidente Trump por los acontecimientos del 6 de enero”, afirman los fiscales en un memorandum de 80 páginas entregado la semana pasada.
La acusación argumentará que las acciones de Trump al alborotar a la multitud con acusaciones sin fundamento de un supuesto fraude electoral “pusieron en peligro la vida de cada miembro del Congreso” y “amenazaron el traspaso pacífico de poderes y de la línea de sucesión”.
¿Cuál es la defensa de Donald Trump?
A Trump le ha costado conseguir un equipo de abogados defensores. Su abogado habitual, Rudy Giuliani, tuvo que recusarse porque dio un discurso en el evento en el que se acusa a Trump de fomentar la insurrección. Luego, parece que Trump tuvo diferencias con su primer equipo de defensores, liderado por Butch Bowers.
El equipo de abogados que defiende actualmente a Trump, liderado por David Schoen y Bruce L. Castor, difundió la semana pasada un documento de 14 páginas poco argumentado en el que se dice que el discurso de Trump no puede ser considerado una llamada a atacar el Capitolio y que de todas formas el impeachment es inconstitucional porque Trump ya no ocupa la presidencia. Trump no declarará personalmente.
Empezando el martes a las 19 horas de España, cada parte tendrá hasta cuatro horas sobre la constitucionalidad del proceso. Posteriormente el Senado votará si continúa con el juicio (solo necesita mayoría simple, por lo que se espera que se apruebe con facilidad). El miércoles, acusación y defensa tendrán hasta 16 horas para presentar sus argumentos legales –este proceso puede durar un máximo de cuatro días–. Una vez acabado, los senadores tendrán un total de cuatro horas para preguntar a las partes. Antes de la deliberación final, habrá cuatro horas de argumentos finales.
¿Quién presidirá el juicio?
El primer impeachment contra Trump fue presidido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, tal y como establece la Constitución. Sin embargo, como en este caso se juzgará a un expresidente, el juicio será presidido por Patrick Leahy, presidente pro tempore del Senado.
Leahy tiene 80 años y es el senador demócrata que lleva más tiempo en el escaño. La acusación la llevará adelante un equipo de 9 “gerentes del impeachment” nombrados por el Congreso y el 26 de enero todo el Senado prestó juramento como jurado.
¿Cuánto durará el juicio?
No se sabe cuánto durará el juicio, pero la mayoría de la gente cree que será mucho más corto que las tres semanas que llevó el primer impeachment contra Trump por sus acciones respecto a Ucrania, cuando se le acusó de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Aún no está claro si el Senado votará a favor de permitir que los abogados llamen a los testigos a declarar en persona, aunque este juicio es muy inusual porque los miembros del jurado son testigos, ya que los senadores estaban presentes durante el ataque al Capitolio y tuvieron que esconderse cuando la multitud entró en la misma sala donde se lleva a cabo el juicio. Se espera que el equipo de fiscales presente vídeos y el testimonio de miembros del Congreso como testigos presenciales para probar las acusaciones.
¿Será condenado Trump?
A primera vista, parece poco probable. Una condena en un juicio político requiere una mayoría de dos tercios. Si votan todos los senadores, al menos 17 republicanos tendrían que votar contra el expresidente para llegar al umbral de 67 votos.
Hasta el momento, 45 senadores ya han apoyado una moción presentada por el senador por Kentucky Rand Paul que afirma que todo el proceso es inconstitucional y pide la suspensión del juicio. Sería un salto muy grande que esos senadores pasen de decir que no debe haber juicio a condenar a Trump en un plazo de pocas semanas.
Para muchos senadores republicanos, el cálculo es político. Los Representantes de la Cámara que votaron a favor del impeachment de Trump, como la republicana Liz Cheney, ya han sufrido protestas y críticas por parte de los partidos republicanos de sus estados por no apoyar a Trump, que todavía tiene un fuerte apoyo de bases a pesar de haber perdido las elecciones de noviembre.
¿Podría un segundo impeachment impedir que Trump se presente como candidato en 2024?
No necesariamente. Incluso si es hallado culpable, no tendría una condena inmediata, porque ya no está en el poder. En ese caso, el Senado podría, con el voto de una mayoría simple, prohibirle en el futuro presentarse como candidato a cargos federales electivos. Esto podría aprobarse relativamente fácil, con el Senado dividido en 50-50 y la vicepresidenta Kamala Harris desempatando.
Existe un argumento constitucional en debate que sostiene que el Senado controlado por los demócratas podría intentar hacer esto, incluso si Trump no es declarado culpable. El Senado tendría que apelar a la sección 3 de la enmienda 14 posguerra civil de la Constitución estadounidense. Esta enmienda prohíbe que una persona que haya “participado en una rebelión o insurrección” ocupe un cargo federal. Pero si eso sucediera, seguramente daría pie a una importante disputa legal.
Traducido por Lucía Balducci