La coalición nacionalista formada por exguerrilleros gana las elecciones en Kosovo, según sondeos a pie de urna

EFE

Belgrado —

Una coalición nacionalista liderada por antiguos comandantes guerrilleros ha ganado este domingo las elecciones legislativas en Kosovo, según los primeros sondeos a pie de urna. Esto podría complicar aún más las relaciones con Serbia.

Las proyecciones de Klan Kosova TV otorgan la victoria con un 40,5% de los votos a la alianza formada por tres partidos -PDK, AAK y Nimsa- que se presentan con el excomandante guerrillero Ramush Haradinaj como cabeza de lista.

En segundo lugar quedaría la ultranacionalista Vetevendosje (Autodeterminación), con un 29,9%, y tercera sería una coalición de partidos moderados liderados por la Liga Democrática de Kosovo (LDK), con un 27,2%.

De confirmarse los resultados, destaca el incremento de los votos de Vetevendosje, que en las legislativas de 2014 obtuvo el 13,5% de los votos y que conjuga postulados de izquierda con posiciones ultranacionalistas y defiende la unificación con Albania.

La participación ha alcanzado el 41,5%, según la Comisión Electoral.

Las elecciones anticipadas celebradas este domingo son las terceras legislativas desde que la antigua provincia serbia de mayoría albanesa proclamase en 2008 su independencia, reconocida por más de cien países, entre ellos EEUU y la mayoría de socios de la Unión Europea, pero no por China, Rusia, España o Brasil, entre otros.

Serbia no reconoce esa independencia, y un tenso diálogo de normalización de sus relaciones con mediación de la UE ha hecho escasos progresos en los últimos dos años.

La coalición nacionalista que habría vencido fue bautizada por la prensa como “ala bélica”, y su cabeza de lista es el ex primer ministro Ramush Haradinaj, que entre enero y abril estuvo en Francia bajo control judicial por una orden de captura de Serbia, que lo acusa de crímenes de guerra.

A Haradinaj se le conoce popularmente como 'Rambo', por su talento militar, y entre los albanokosovares es considerado un héroe por su papel en la guerrilla, mientras que en Serbia es tenido por un criminal de guerra.

Serbia ha asegurado que no renunciará a que su Justicia persiga a Haradinaj, lo que puede afectar las relaciones entre ambas capitales.

Si Kosovo quiere acercarse a la UE, Bruselas le exige que aplique un acuerdo para dar más autonomía a los municipios de mayoría serbia y que ratifique un acuerdo de demarcación fronteriza con Montenegro.

Sin embargo, Haradinaj quiere otro acuerdo fronterizo con Montenegro, defiende una actitud más dura con Serbia y pretende que Belgrado reconozca la independencia de Kosovo para proseguir el diálogo auspiciado por la UE, una petición inconcebible para el Gobierno serbio.

Además, pretende que Estados Unidos se involucre más directamente en el proceso de normalización de las relaciones.

Del acuerdo fronterizo con Montenegro depende en gran medida que los ciudadanos de Kosovo queden libres de la exigencia de visado para acceder a la zona Schengen de libre circulación.

Kosovo es el único país de los Balcanes a cuyos ciudadanos aún se les exige visado comunitario. Otro problema acuciante que afronta el próximo Gobierno kosovar es la difícil situación económica, con un 27% de paro y con casi un tercio de la población viviendo en la pobreza, lo que ha generado frustración.