Una oportunidad para que las negociaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición avancen. Es lo que ve la UE en la cumbre que ha organizado el presidente colombiano, Gustavo Petro, sobre Venezuela. Por eso el alto representante, Josep Borrell, ha viajado a Bogotá para estar presente. “Esta iniciativa puede contribuir a desbloquear la situación y que el acuerdo humanitario se aplique”, ha señalado poco antes de la conferencia. Preguntado por el levantamiento de sanciones, el jefe de la diplomacia europea ha apuntado a que se producirá siempre y cuando las conversaciones den sus frutos.
“En todo proceso de negociación una parte hace y la otra responde”, ha respondido: “Un proceso de normalización democrática tendrá que venir acompañado de un levantamiento gradual de las sanciones”. Lo que no ha querido apuntar Borrell es la cercanía o no de esa posible decisión: “Todo consiste en saber el cuándo y cómo”. También ha dejado claro que las sanciones que la UE ha aprobado en relación a Venezuela no afectan a la economía del país sino que pesan sobre los dirigentes venezolanos.
A lo que no se ha querido referir el alto representante de la UE es a la salida forzada de Colombia del opositor venezolano Juan Guaidó, que había cruzado de manera irregular la frontera para intentar influir en la cumbre internacional sobre Venezuela para la que la que no estaba invitado. La UE reconoció a Guaidó como presidente encargado de Venezuela en 2019, pero dejó de hacerlo con la nueva constitución de la Asamblea tras las elecciones de 2021, a pesar de que los 27 las calificaron de “no democráticas”.
“No perdamos de vista el objetivo fundamental de esa conferencia que es impulsar que las negociaciones que están encalladas en Méjico se desencallen y que se aplique el acuerdo humanitario”, ha contestado Borrell, que ha sorteado el asunto: “No puedo hablar en nombre del Gobierno colombiano. Esta circunstancia no debe dejarnos de seguir trabajando en el tema fundamental”.
El encuentro que se celebra este martes en Bogotá tiene como objetivo relanzar el diálogo y no asistirán representantes del Gobierno ni oposición, sino una veintena de delegaciones internacionales.
Colombia fuerza la salida de Guaidó
“En horas de la tarde Migración Colombia condujo al señor Juan Guaidó, de nacionalidad venezolana que se encontraba en Bogotá de manera irregular, al aeropuerto El Dorado con el ánimo de verificar su partida en una aerolínea comercial a Estados Unidos, durante la noche”, ha señalado el Ministerio de Exteriores en un comunicado. Horas antes, también se había visto obligado a aclarar públicamente que Guaidó no estaba invitado.
“El pasaje ya había sido adquirido por él. No es cierto entonces que el Gobierno nacional haya dispuesto de un avión para trasladar al señor Guaidó a ese país”, añade la declaración oficial.
Por su parte, el opositor venezolano ha denunciado que le han “sacado” del país. “Luego de 60 horas de carretera para llegar a Bogotá, saltando la persecución de la dictadura, desafiando al régimen de Maduro, me están sacando de Colombia. La persecución de la dictadura se extendió, lamentablemente, hoy a Colombia”, decía en un vídeo grabado desde dentro del avión.
Guaidó tiene prohibida la salida de Venezuela por tener abiertos múltiples procesos judiciales en su contra.
El opositor venezolano –que se autoproclamó presidente del país en enero de 2019 con el apoyo de EEUU y decenas de países de la comunidad internacional que más tarde se vieron obligados a rectificar ante el fracaso de la operación para expulsar a Maduro o convocar elecciones– asegura en el vídeo que había ido a Colombia para “llevar la voz de millones que quieren un mejor país, que quieren una solución”.
“Acabo de llegar a Colombia, de la misma manera que lo han hecho millones de venezolanos antes que yo, a pie. He venido en el marco de la cumbre convocada por el presidente Petro para este martes 25 de abril”, afirmó tras su llegada al país vecino.
Guaidó pretendía sostener reuniones con los países invitados y encuentros con la diáspora venezolana, estimada en casi tres millones de migrantes residentes en Colombia, según agencias de Naciones Unidas. El opositor ha dicho que espera que la veintena de países invitados a la conferencia internacional “puedan hablar de la democracia, del respeto a los derechos humanos, de la integridad de los que están siendo perseguidos hoy”.