Estudiantes y trabajadores colombianos han tomado este lunes las calles del país para protestar contra la política económica y social del presidente Iván Duque, en una jornada que prácticamente ha paralizado el comercio y el tráfico en las avenidas.
Las primeras manifestaciones de esta huelga nacional han salido de universidades públicas de Bogotá, Medellín y Cali y van sumando gente en sus recorridos hacia el centro de las ciudades por avenidas desiertas. “El Gobierno no invierte en la educación por temor a la emancipación” o “Más salarios, menos impuestos” rezan algunas de las pancartas que encabezan la manifestación de una multitud de estudiantes de la Universidad Pedagógica de Colombia, que partió de la zona financiera de Bogotá en dirección a la céntrica Plaza de Bolívar.
Con cánticos como “Soy, soy estudiante soy”, los universitarios de la Pedagógica avanzan en ambiente festivo por la Carrera Séptima o la Avenida Caracas, vigilados de cerca por la Policía, tanto en la calle como desde el aire con un helicóptero. Para invitar a la manifestación a quienes los observaban desde la calle y edificios, la multitud canta en coro “Amigo mirón, únase al montón” o “Su hijo es estudiante y usted, trabajador”.
Escenas similares se repiten en distintas ciudades, como Medellín, donde una multitud llena las calles en dirección al Parque de las Luces, donde tendrá lugar su concentración. El mismo grito de “Soy estudiante, soy” ha retumbado en Cali, donde jóvenes de universidades y del estatal Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) han salido a manifestarse en ambiente de fiesta, con cornetas y bandas musicales.
Transporte público paralizado
El MIO, el sistema de autobuses públicos de Cali, ha funcionado en las primeras horas del día, pero luego ha interrumpido sus operaciones, debido a los obstáculos que los manifestantes han puesto en las calles. Algo similar ha ocurrido en Barranquilla, la principal ciudad del Caribe colombiano, donde la red de autobuses de Transmetro ha tenido que ser paralizada por los bloqueos en las avenidas. En esta ciudad, capital del departamento del Atlántico, la multitud se ha dividido en tres marchas para juntarse más tarde en el céntrico Paseo Bolívar.
Mientras tanto en Cartagena de Indias, la perla del turismo en Colombia, la mayor parte del comercio ha amanecido cerrado, al tiempo que avanza una multitud hacia el centro histórico.
La jornada no ha estado exenta de incidentes, como en Suba, barrio del noroeste de Bogotá donde desde temprano hay roces entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía y manifestantes que han bloqueado la Avenida Suba, la principal de esa zona, que da acceso a las estaciones del sistema de transporte público Transmilenio.
En el tradicional barrio bogotano de Chapinero, encapuchados han lanzado pintura contra las estaciones de Transmilenio, han escrito consignas contra el Gobierno en autobuses y han rascado los plásticos con lo que algunos comerciantes intentaban proteger sus negocios. También hay disturbios en la estación de Trasmilenio de Usme, en el sur de la capital, donde el Esmad ha tenido que intervenir para abrir la circulación por una avenida taponada con árboles y basura.
Paro nacional
Las protestas de este jueves son las mayores contra el Gobierno de Duque y ocurren en un momento de agitación social en América Latina, lo que acrecienta el temor de muchos ciudadanos a un brote de violencia.
Para evitar desmanes, el Ejecutivo ha puesto en marcha medidas de seguridad que incluyen cierre de las fronteras, despliegue de policías, vigilancia aérea y refuerzo de militares si es necesario en algunas ciudades. Las centrales obreras aseguran que el Gobierno de Duque prepara un “paquetazo” de medidas que tendrán un fuerte impacto económico y social en los trabajadores, como eliminar el fondo estatal de pensiones Colpensiones, aumentar la edad de jubilación y contratar a los jóvenes con salarios inferiores al mínimo, entre otras medidas.
Las organizaciones sociales reclaman por su parte al Gobierno un mayor compromiso con la implementación del acuerdo de paz con las FARC, así como medidas de protección efectivas para indígenas y líderes sociales, blanco de una ola de asesinatos que se ha cobrado la vida de centenares de ellos desde que Duque llegó al poder, hace quince meses.
Tanto sindicatos como líderes sociales y políticos que apoyan la protesta han hecho un llamamiento a los manifestantes para que se abstengan de recurrir a la violencia y de enfrentarse con la Policía.