El principal acusado por los atentados terroristas de 2015 en París y Saint Denis, Salah Abdeslam, ha sido condenado este miércoles a una pena de reclusión perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Se trata del único superviviente de los comandos que llevaron a cabo las matanzas en la sala de espectáculos Bataclan, en varias terrazas de París y en el Estadio de Francia de Saint Denis.
El Tribunal de lo Criminal de París ha considerado culpables, además, a los 20 acusados que durante casi diez meses han comparecido por su implicación en los atentados yihadistas y que causaron la muerte de 130 personas y dejaron a cientos de heridos en la capital francesa. En este grupo se encuentra Mohammed Abrini, quien deberá cumplir una condena de cadena perpetua con un mínimo de 22 años. Él formó parte del grupo que viajó desde Bruselas a París para ejecutar, aunque a última hora renunció a participar.
Los jueces han considerado responsables de todos los cargos por los que estaban imputados a 19 de los 20 acusados. La única excepción ha sido Farid Kharkhach, para el que el tribunal no ha mantenido una de las inculpaciones, la de terrorismo. Los condenados tienen un período de diez días para presentar apelación.
En septiembre de 2021, Jean-Louis Periès, presidente del Tribunal de lo Criminal de París, dio por abierta la primera audiencia en medio de una gran expectación. El proceso comenzó con estrictas medidas de seguridad y la confusión del primer día del medio millar de personas autorizadas a entrar en la sala.
Víctimas y familiares de los 130 muertos y de los cientos de heridos en los ataques contra la sala Bataclan, seis terrazas de la capital francesa y contra el Estadio de Francia acudieron al viejo Palacio de Justicia en torno al cual las fuerzas del orden francesas establecieron un perímetro cerrado al público.
Junto a ellos había decenas de abogados y de periodistas repartidos en más de una decena de salas en torno a la de la audiencia, que fue construida especialmente para ese juicio.