Así corta una entrevista un eurodiputado de Marine Le Pen

Imposible entrevistar estos días a Marine Le Pen, ausente de los medios durante lo que va de año para preparar una “reflexión estratégica” de cara a las elecciones presidenciales de 2017. El Frente Nacional, el primer partido de Francia que no consigue imponerse en las segundas vueltas por la unión de todos contra él, ultima un lavado de imagen para alejarse simbólicamente de la extrema derecha xenófoba. Para ello, Le Pen ha convocado este fin de semana un seminario donde se discutirá hasta el cambio de nombre y ha decidido no prodigarse por los medios.

La líder también es eurodiputada, y este martes en Estrasburgo, semana de sesión plenaria, iba a ser imposible sentarse frente a ella. A media mañana, sin embargo, surge otra opción con alguien desconocido fuera de Francia: el europarlamentario Edouard Ferrand, 50 años, vicepresidente de la familia ultra europea que el FN creó en junio de 2015 con personajes como el holandés Geert Wilders y formaciones como la Liga Norte italiana o el austriaco FPÖ del fallecido Jörg Haider.

Ferrand es el mismo que en septiembre, al hilo de la foto del pequeño Aylan Kurdi ahogado en una playa turca, manifestó que “los refugiados chantajean con el ahogamiento”. También, aparte de ser, según colegas del partido, “una persona muy cercana desde hace muchos años a Marine Le Pen”, es un fontanero con un gran currículo académico, una pieza fundamental para el cambio de imagen que prepara la líder y que pasa, entre otras ideas, por suavizar la postura hacia la UE y el euro.

La experiencia duró diez minutos y fue un desastre total.

Nacido en Lyon, doctor en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad de París 1, Ferrand sabe mucho del nuevo Frente Nacional que se presentará inminentemente y se explaya de lo lindo. “Queremos otro proyecto, no la Unión Europea”, arranca Ferrand en su despacho, donde hay otras dos personas trajinando aparte del político, el periodista y la jefa de prensa. “Somos europeos pero estamos contra de la UE y proponemos un tratado que sustituya al que rige la UE. El euro es hoy el corolario de la economía; es la política de la UE, como se ve en los tratados de libre comercio: TTIP, TiSA, Ucrania, Montenegro, Moldavia…”.

Edouard tiene la cara aniñada, pelo engominado, traje inmaculado y aspecto de saberse de memoria la lección. Cuida las palabras: hasta dos veces es preguntado por el supuesto plan de Marine Le Pen para salir del euro en 2017: “Habrá primero una salida concertada de la UE, en la cual al principio nos quedaríamos en el euro y progresivamente propondríamos una alternativa al euro”. En el FN hay dirigentes del partido que empiezan a cuestionar no abandonar la Unión, sino la moneda única.

“Queremos la formación de una Europa de las patrias”, proclama Ferrand. “La salida de Francia de la OTAN y una nueva construcción paneuropea incluyendo a Suiza y Rusia”.

El lionés se lanza a alabar este país sin que se le pregunte. “Rusia es un país europeo, y Europa es ante todo una organización continental de la que Rusia, una gran nación con la que hay que trabajar, forma parte. Es un socio político y económico para Francia y el resto”. Pero matiza: “Somos independientes: ni prorrusos ni proamericanos”.

“Francia ha tenido siempre una visión gaulliana’”, suelta e inmediatamente pasa a explicar la palabra: “Hay un matiz semántico: todo viene de De Gaulle. Los gaullistas son los que consideran que De Gaulle es un modelo político. Los gaullianos somos los que defendemos la independencia de Francia en política extranjera”.

Ferrand precisa que ellos defienden el Brexit y que, en la futura “Europa de las patrias” estaría obviamente Gran Bretaña. Pero no Turquía, que no se encuentra “ni geográfica ni políticamente en Europa”. “Es una nueva dictadura que tiende a recrear el gran sueño otomano, el imperio sunita a las puertas de Europa”. “Turquía”, advierte, “es una amenaza para nuestra identidad cultural”.

En 2009, Ferrand, entonces diputado regional, reconoció sentirse “un poco suizo” coincidiendo con el referéndum en la Confederación Helvética sobre los minaretes. “El minarete va contra los valores republicanos”, dijo entonces. Ahora analiza el conflicto en Siria e IraK; “El Estado Islámico no es solo un problema con Turquía. También lo es con Europa: vengo de una misión en Bosnia donde, a pocos kilómetros de la frontera italiana, pueblos enteros albergan a fundamentalistas islámicos que ayudan a los yihadistas creando células durmientes”, señala.

El ISIS devuelve a Rusia por tercera y última vez. Demoniza el embargo ruso de la UE “y sus terribles consecuencias para la agricultura europea” y ensalza los acuerdos de Minsk, que aún no han servido para pacificar Ucrania. Ferrand a continuación alaba la figura de Vladímir Putin. “Desde su elección en 2000, Putin ha contribuido a la solución de numerosos conflictos en el mundo”.

“Concretamente en Siria”, continúa, “el avance de diplomáticos rusos da hoy esperanzas de encontrar una solución en Oriente Próximo. Esperanzas que pueden concretarse, como ocurrió ayer [por el lunes 1 de febrero] en Ginebra, con la reunión de la oposición siria con el Gobierno. Algo imposible sin la contribución rusa”, resalta, no sin cargar contra el Ministerio francés de Exteriores por apoyar inicialmente a los rebeldes en el conflicto.

Rusia ocupa demasiado en la entrevista y hay que cambiar de tercio. Pero no sin una mención a un asunto reconocido sin ambages por la propia Marine le Pen.

–¿Hay alguna vía de trabajo entre el FN y el Gobierno ruso? No es ningún secreto que el FN tomó préstamos en bancos rusos. ¿Existe alguna cooperación o contacto con el Gobierno o partidos rusos?

–No entiendo su pregunta. ¿Si hemos recibido créditos rusos? ¿Tiene la prueba?

–Hasta Marine Le Pen lo dice en entrevistas.

–¿Dice usted que Rusia ha financiado el Frente Nacional?

–No, que FN ha tomado préstamos de bancos rusos.

En ese momento interviene un asesor, explicando que se trata de préstamos en entidades al 9% [porque las entidades francesas prestaban a un interés mucho más alto].

–Eso es. ¿Pues un crédito, no? (el asesor asiente).

–Hemos terminado.

Al principio hay un silencio en el despacho. El equipo del eurodiputado parece estupefacto. Edouard Ferrand dice que no hay más preguntas, se levanta y entrega la grabadora con la misma parsimonia con la que contesta.

Al salir del despacho, la jefa de prensa, que solo ha sido testigo, no sabe ni dónde meterse. Además de defender que ellos no son de extrema derecha sino patriotas, Marine Le Pen en ocasiones subraya que el Frente Nacional es uno más porque defiende el pluripartidismo y la democracia. En el caso de Edouard Ferrand, depende de un poco de las preguntas que se le hagan.