Más de medio centenar de alumnas de primaria fueron envenenadas el pasado sábado y otras 26 estudiantes al día siguiente, en la provincia norteña de Sar-e-Pul, según dijo a la Agencia EFE este lunes el director de información provincial, Mufti Ameer.
El sábado también sufrieron síntomas de envenenamiento tres maestras, un maestro, dos conserjes y un padre en esa escuela, y el domingo cuatro profesoras del segundo centro.
Según Ameer, “todas las estudiantes que fueron trasladadas al hospital tenían náuseas y problemas respiratorios debido a que personas desconocidas rociaron veneno en las aulas”, pero su estado de salud “es bueno”.
La agencia de noticias Reuters cifra en alrededor de 60 las alumnas hospitalizadas después de haber sido envenenadas en un colegio de Sar-e-Pul, en el distrito de Sancharak, según informó hoy el portavoz de la Policía provincial. Den Mohammad Nazari dijo que “algunas personas desconocidas entraron en el colegio de las chicas (...) cuando las chicas llegaron a las aulas, sufrieron envenenamiento”. Las víctimas fueron llevadas al hospital y se encuentran en “buen estado”, agregó.
Las fuentes no detallaron qué sustancia fue utilizada ni quién podría estar detrás de los incidentes, que recuerdan a los que han ocurrido recientemente en el vecino Irán, donde se calcula que unas 13.000 alumnas han sufrido síntomas de envenenamiento desde el pasado noviembre, según el recuento ofrecido por Reuters.
En Afganistán, las chicas no pueden recibir educación secundaria y universitaria, como parte de prohibiciones contra las mujeres que impusieron los talibanes desde su regreso al poder en agosto de 2021. La medida fue adoptada unos meses después y fue recibida por protestas y oposición de las estudiantes afganas, y por las condenas de toda la comunidad internacional.
Las niñas pueden asistir a clase hasta los 12 años y las autoridades talibanas han mantenido abiertas las escuelas primarias, aunque con determinadas normas.