La guerra en Ucrania ha arrastrado a los países nórdicos hacia una mayor preocupación por su capacidad de defensa. En respuesta al incremento de las tensiones con Rusia y a las exigencias de la OTAN, Dinamarca ha presentado un plan para rearmar y modernizar sus fuerzas armadas. El Gobierno de Copenhague ha anunciado recientemente su intención de aprobar una ley que prevé incluir el reclutamiento de mujeres en el servicio militar obligatorio, además de aumentar los meses de su duración y el presupuesto en defensa, todo ello a partir del año 2026.
Actualmente, las mujeres del país nórdico pueden unirse de forma voluntaria a las fuerzas armadas, pero no están sujetas a cumplir el servicio militar. Sin embargo, en la presentación del plan de reforma de la defensa, la primera ministra del país, la socialdemócrata Mette Frederiksen, dijo: “Proteger a tu país es una de las cosas más honorables que puedes hacer. Por eso el Gobierno propone ampliar el servicio militar obligatorio, hacer que la responsabilidad sea mayor y las tareas más numerosas”. “Proponemos la plena igualdad de género en el Ejército”, agregó.
En 2022, en Dinamarca hicieron el servicio militar 4.616 personas, de las cuales el 27% eran mujeres. Frederiksen defendió la medida asegurando que “una mayor igualdad de género creará una defensa más moderna y diversa que refleje los tiempos en que vivimos”. “Desafortunadamente, la situación de la política de seguridad en Europa se ha vuelto cada vez más grave y tenemos que tener eso en cuenta cuando miramos la defensa futura”, dijo a su lado el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, en la presentación del plan la semana pasada.
En cuanto al incremento del presupuesto, el plan presentado prevé añadir 40.500 millones de coronas (5.530 millones de euros) a defensa entre este año y 2028. De esta manera, Dinamarca destinará este año y el siguiente el 2,4% del PIB en defensa, contando con la ayuda militar que actualmente envía a Ucrania. A partir de 2026, el país nórdico tiene previsto destinar el 2% del PIB íntegramente a su defensa, tal y como se le exige desde la OTAN, tras décadas de no dedicar más del 1% de los recursos.
¿Personas llamadas a filas?
Dinamarca es el tercer país en Europa que incluye a las mujeres en el servicio militar obligatorio, mientras que la mayoría de los 28 miembros de la Unión Europea lo han abolido completamente. De hecho, los otros dos países que obligan tanto a hombres como a mujeres a servir en las fuerzas armadas son sus vecinos de Suecia (que reinstauró el servicio militar para hombres y mujeres en 2017), y Noruega, donde se introdujo en 2015 el servicio militar obligatorio para ambos sexos. Con la nueva reforma, el servicio militar danés dejará de durar cuatro meses para ampliarlo hasta los 11, de los cuales los primeros cinco se destinarán a adquirir una formación militar básica, y en los siguientes seis meses se continuará la formación en una unidad operativa del Ejército de tierra, la marina o la fuerza aérea. Con la inclusión de las mujeres, el Ministerio de Defensa ampliará la llamada a realizar el servicio militar obligatorio a 5.000 jóvenes cada año, una fuerza que se sumará a los 9.000 soldados profesionales (en un país con 5,8 millones de habitantes).
Pero, en la práctica, hasta ahora eran muy pocos los jóvenes daneses que cuando cumplían la mayoría de edad (18 años) eran llamados al servicio militar. Esto se debe a que cada año se presentan suficientes voluntarios para hacer la mili. Solamente en el caso de que en un año no se ocupen todas las plazas destinadas, se realiza un sorteo para determinar quién debe ir, aunque los elegidos siempre pueden alegar objeción de conciencia y prestar otro servicio civil.
A lo que sí que están obligados a participar los hombres daneses (y dentro de dos años también las mujeres) es a presentarse en el Forsvarets dag (Día de la defensa). Cuando los jóvenes cumplen los 18 años, automáticamente se les cita un día en el que deben acudir a una instalación del Ejército para evaluar si son aptos para hacer el servicio militar. Hasta ahora las mujeres podían acudir de forma voluntaria. Las consecuencias de no acudir a la cita son una multa de 1.000 coronas (134 euros) en la primera llamada, y de 2.000 coronas (268 euros) en la segunda llamada. Si a la tercera llamada la persona aún no se ha presentado a la cita, corre el riesgo de ser detenida por la Policía y obligada a acudir.
La evaluación de aptitudes para hacer el servicio militar consta de un chequeo médico y una prueba escrita de lengua danesa, otra de matemáticas, y una última de pensamiento lógico. Durante este día, también se asesora a los jóvenes que quieran realizar el servicio militar de manera voluntaria y se alistan los voluntarios. El Ministerio de Defensa prevé que, con la ampliación del servicio militar de cuatro a 11 meses, se presentarán menos voluntarios, por lo que “probablemente a partir de ahora habrá personas que se verán obligadas a entrar a filas”, admitió el ministro Poulsen.
A raíz del debate de la igualdad entre hombres y mujeres en el Ejército, en los últimos meses el ministerio de defensa también se ha señalado que se han puesto en marcha una serie de iniciativas para erradicar el acoso sexual y las discriminaciones de género. Según la última encuesta realizada por el ministerio en 2023, el 32% de las mujeres que forman parte de las fuerzas armadas ha sufrido en el último año un episodio de acoso, siendo los comentarios no deseados de carácter sexual los casos más frecuentes.
“Evitar la guerra”
La participación de las mujeres en el servicio militar obligatorio también representa un paso más para intentar remediar con la falta de efectivos, uno de los mayores problemas que las fuerzas armadas danesas llevan décadas arrastrando. De hecho, según el Ministerio de Defensa, cada año, uno de cada cuatro puestos de trabajo en el Ejército profesional quedan vacantes por falta de personal.
Además, un contexto de décadas de ajustes y recortes en defensa ha llevado a las autoridades militares a denunciar en numerosas ocasiones la escasez crítica de munición, la falta de recursos suficientes en la Armada para vigilar el Mar Báltico y el Mar del Norte, o la falta de mantenimiento y de condiciones salubres en los cuarteles. Sin embargo, este panorama está cambiando significativamente desde la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, ya que desde entonces Dinamarca se ha involucrado plenamente en la mejora de su Ejército y en el envío de ayuda militar a Kiev. Como ejemplo de ello, el Ejecutivo de Copenhague afirmó que este verano abastecerá a Ucrania con los aviones de combate F-16.
“No nos estamos rearmando porque queremos una guerra, destrucción o sufrimiento, nos estamos rearmando para evitar la guerra en un mundo donde el orden internacional está siendo desafiado”, dijo la primera ministra Mette Frederiksen. A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, añadió que “si bien Rusia no representa una amenaza para Dinamarca, no nos pondremos en un lugar al que puedan venir a hacerlo”.