ENTREVISTA
Investigador del Centro de Estudios de Europa del Este
Dionis Cenusa: “No veo probable que Rusia invada Moldavia”
El investigador asociado del Centro de Estudios de Europa del Este dice a elDiario.es que aún es pronto para saber quién está detrás de los ataques en Transnistria, la región separatista prorrusa de Moldavia
Una serie de explosiones sin origen claro en Transnistria han reavivado el temor en la población moldava de una intervención rusa para anexionar el territorio separatista que funciona como un autonomía desde 1992 aunque no tiene reconocimiento internacional ni de Rusia. El analista político Dionis Cenusa, investigador asociado del Centro de Estudios de Europa del Este, un think-tank con sede en Vilnius (Lituania), no se muestra tan pesimista pese a la escalada de tensiones y considera que la guerra solo se extendería a Moldavia “si el Ejército ruso ocupa nuevos territorios en Ucrania, en particular en la región de Odesa”, según dice en una entrevista con elDiario.es.
Aunque para el experto moldavo esa invasión es poco probable, en el caso de que se produjera, Moldavia no tendría muchas posibilidades de resistir frente a Moscú. “Sería fácilmente conquistada por el Ejército ruso”, asegura Cenusa. Moldavia, que no pertenece ni a la OTAN ni forma parte del Unión Europea, es el país más pobre de Europa.
Hace unos días el general ruso Rustam Minekéyev dijo que había “evidencias” de que la población rusoparlante de Transnistria estaba siendo “discriminada”. ¿Cómo se pueden interpretar esas palabras, teniendo en cuenta que Vladímir Putin decidió invadir el Donbás bajo el pretexto de proteger a la población prorrusa?
Esas declaraciones evidencian la manera de cómo el Ejército ruso en su conjunto percibe a sus vecinos inmediatos. Dondequiera que haya hablantes de ruso, Moscú se siente libre de intervenir para “protegerlos”, sin el permiso de nadie y sin que nadie pida ayuda específicamente. Es parte del discurso actual de Rusia y también se aplica a Moldavia. De hecho, en la región separatista que no está controlada por las autoridades constitucionales, los derechos de las minorías ucraniana y moldava son discriminados en el ámbito lingüístico por el mayor grupo de población representado por los rusos, con casi un 30%.
En el ámbito público, político y administrativo se utiliza el idioma ruso, en lugar de los tres idiomas cooficiales, que además del ruso incluyen el moldavo y el ucraniano. Por lo tanto, no existe una discriminación sistemática de la población de habla rusa ni en la región disidente ni en el resto de Moldavia. Pero a lo que se ha referido el Ejército ruso puede estar relacionado con las declaraciones exageradas del aparato administrativo separatista que acusa a Chisinau de haber cometido un “genocidio” contra Transnistria al imponer restricciones a algunas importaciones en la región. Este tipo de discursos de los políticos de la región llegan a oídos de los militares rusos, que buscan nuevos enemigos imaginarios a los que enfrentarse. En cualquier caso, las duras declaraciones de los militares rusos hacia Moldavia han sido suavizadas por declaraciones del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso que han subrayado el respeto por la integridad territorial y la neutralidad de Moldavia. Lo que significa que diferentes actores dentro del aparato estatal ruso utilizan discursos que se distinguen por intensidad e intención.
En general, Moscú está irritada por varias medidas tomadas por las autoridades moldavas, como la reciente prohibición de símbolos rusos que promueven la guerra contra Ucrania, entre los que se encuentra la cinta de San Jorge. Estos gestos han sido fuertemente criticados por Moscú, que se siente humillada, porque el simbolismo de su influencia cultural en el espacio postsoviético pierde relevancia y, mucho peor, se equipara a una amenaza. Pero la reducción del espacio político y público moldavo para el simbolismo prorruso tiene poco que ver con los intentos de desestabilizar la región separatista.
Ucrania y Rusia se culpan mutuamente, pero en realidad no hay pruebas que demuestren que uno u otro es culpable. Por tanto, parece muy probable que haya otros actores actuando independientemente de Tiraspol [la capital de Transnistria] y no es seguro que tengan conexiones directas con Rusia. Ni Transnistria ni Ucrania quieren abrir otro frente de confrontación. Si Moscú quiere hacerlo, sin que su ejército llegue a Odesa, pone en peligro a Tiraspol, que no podrá resistir contra el ejército ucraniano. Así que todavía es difícil decir quién está detrás de la desestabilización.
¿Por qué podría ser importante Moldavia para Rusia?
Moldavia, como otros países del espacio postsoviético, tiene un valor geopolítico para Rusia, que los ve como parte de su espacio. La naturaleza polarizada de la sociedad moldava permite a Rusia mantener su presencia política y así detener la ampliación de Occidente hacia el Este. Si Moscú fracasa en un país pequeño como Moldavia, sería una señal y una clara evidencia de su debilidad como actor geopolítico regional.
La presidenta moldava, Maia Sandu, ha convocado a su Consejo de Seguridad tras los ataques reportados. ¿Qué decisiones ha tomado?
Las decisiones tomadas por el Consejo son bastante generales e incluyen el aumento del control del tráfico de automóviles en la zona de seguridad cercana a la región separatista, la intensificación de los patrullajes dentro del país y en las fronteras, una mayor seguridad de la infraestructura crítica y una mayor preparación de las instituciones estatales en el sector del orden público y la seguridad. Lo que parece haber faltado son medidas relacionadas con el establecimiento de planes de acción de contingencia para escenarios pesimistas y solicitudes de ayuda concreta de socios internacionales.
¿Qué posición ha mantenido las últimas tres décadas Moldavia respecto a Transnistria?
Moldavia quiere reintegrar la región, pero no tiene una estrategia para ello. Por el momento, las autoridades aplican restricciones a ciertas importaciones y no están muy abiertas a hacer concesiones a la región porque son reacias a consolidar la perdurabilidad del régimen separatista. Las decisiones de Chisinau no han sido criticadas por los socios internacionales.
¿Ve posible una invasión de Rusia en Moldavia si la tensión sigue aumentando?
Una verdadera invasión rusa en Moldavia solo es posible si el Ejército ruso ocupa nuevos territorios en Ucrania, en particular, en la región de Odesa. Pero esto significaría que Ucrania está perdiendo terreno y no parece ser el caso.
En caso de invasión, que es un escenario poco probable en este momento, Moldavia sería fácilmente conquistada y ocupada por el Ejército ruso. Las encuestas más recientes dicen que sólo el 16% de la población tomaría las armas para defender al país.
La población que vive en el territorio controlado por las autoridades constitucionales está bastante asustada ante la posibilidad de una guerra iniciada por Transnistria. El origen de la amenaza puede ser diferente en la región separatista, donde la población consume la desinformación rusa que presenta a Ucrania como un enemigo de todo lo ruso.
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