Egos, lucha de poder y matices ideológicos: la extrema derecha europea agudiza su rivalidad en la Eurocámara

Irene Castro

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Han sacado los mejores resultados de la historia del Parlamento Europeo, con alrededor de un 25% de los asientos, pero las costuras de la extrema derecha siguen siendo evidentes. Egos, cuitas nacionales y diferencias ideológicas han emergido probablemente con más fuerza que nunca a la hora de reorganizarse en la Eurocámara. Y lejos de formar un 'supergrupo' que se impusiera en segunda posición, como pretendía la francesa Marine Le Pen, antes de las elecciones, los partidos ultraconservadores y euroescépticos apuran los plazos parlamentarios y van recolocándose en lo que puede acabar en tres facciones o en dos grandes grupos pugnando por la hegemonía del espacio de la extrema derecha.

La gran crisis se vivió la semana pasada en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), del que forma parte Vox, y que se ha convertido por ahora en la tercera fuerza parlamentaria adelantando a los liberales de Renew. Aún no se han constituido como grupo por la fractura abierta entre los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y los polacos ultranacionalistas de Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), que hasta ahora habían sido la delegación más nutrida.

El acuerdo para reeditar el grupo fue imposible la semana pasada. “Se necesita más tiempo para negociaciones internas”, señalaron entonces fuentes oficiales del grupo sobre la decisión de posponer la fecha de constitución al 3 de julio. Los polacos del PiS plantaron a sus colegas en aquella cita. Según informó Politico, se trataba de una pugna por el reparto de los puestos de poder de un grupo en el que el partido de Meloni se ha convertido en la principal delegación con 24 eurodiputados.

Al PiS no le sentó bien que entrara a formar parte del grupo la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), cuya posición anti-ucraniana generaba suspicacias, pero sobre todo hacía imposible la incorporación del Fidesz de Viktor Orbán por su posición respecto a la minoría húngara. “El partido rumano AUR, conocido por su extrema postura antihúngara, se ha unido al grupo ECR en el Parlamento Europeo. Fidesz nunca compartirá una facción con un partido así en el Parlamento Europeo. Esto no es negociable”, expresó el líder parlamentario de Fidezs, Máté Kocsis, tras la decisión.

Meloni se queda sin Orbán

Los polacos subieron la apuesta al filtrar que estaban en negociaciones con varios países del este para constituir un nuevo grupo. Su abandono de los Conservadores y Reformistas Europeos supondría la pérdida de 20 escaños, lo que dejaría el grupo por detrás de los liberales de Renew de nuevo. La jugada del PiS ha podido ser únicamente por elevar su precio en la negociación con Hermanos de Italia.

Por el momento, quien sí ha anunciado un nuevo grupo es Orbán, que estaba huérfano desde su salida del PPE, aunque ha sido de los líderes que apostaban por una unión de las grandes fuerzas de la ultraderecha, desde la Agrupación Nacional de Marine Le Pen hasta los Hermanos de Italia que no ha cuajado. “El objetivo es que este grupo sea en breve el más fuerte de orientación derechista en el Parlamento Europeo”, dijo el primer ministro húngaro este domingo sobre su alianza con sus homólogos populistas y nacionalistas de Austria (FPÖ) y la República Checa (ANO, Alianza de Ciudadanos Descontentos, que acaba de abandonar el grupo de los liberales).

¿Alianza de Le Pen y Orbán?

Aunque las tres formaciones superan los 23 eurodiputados que se requieren para poder formar grupo parlamentario, no han desvelado con quién pretenden garantizar el otro requisito: que representen al menos a siete estados miembros. Les quedan cuatro para que Patriotas por Europa sea viable. Fuentes parlamentarias aseguraban este lunes que aún no habían recibido la petición formal para constituirse. Este lunes la ultraderecha portuguesa Chega ha anunciado que abandona Identidad y Democracia para sumarse al nuevo equipo.

A pesar de que por el momento estarán en distintas familias políticas, el partido de Orbán ha dejado clara su alegría por la victoria de Le Pen en Francia. El grupo del que forma parte la ultraderecha francesa, Identidad y Democracia (ID), ha pedido una ampliación de los plazos para la composición de los grupos parlamentarios, que finaliza este jueves 4 de julio. Su intención es tener margen hasta que pase la segunda vuelta de las legislativas francesas.

Según el periódico italiano Domani, la intención es que Le Pen y Matteo Salvini se sumen a Patriotas por Europa. Eso supondría la disolución de ID en ese nuevo grupo y los 30 escaños que aporta la Agrupación Nacional y los ocho de La Liga lo situarían en condiciones de disputar la tercera fuerza a ECR. Serán los jefes de los grupos parlamentarios en una reunión este martes los que decidan si extienden o no ese plazo.

La existencia de una tercera fuerza está, por tanto, en liza dependiendo de si hay o no una fusión. Lo que ya está descartado es que Alternativa por Alemania (AfD), que fue expulsada de ID en plena campaña electoral por los comentarios de su candidato sobre las SS, vaya a formar un nuevo espacio con otros grupúsculos ultras, como el español Se acabó la fiesta de Alvise Pérez.

“Son noticias falsas. Este grupo parlamentario no existe. No habrá tal cosa como que nos unamos a un grupo parlamentario con algunos nacionalistas extranjeros dispersos que, por el contrario, serían incompatibles con la AfD en Alemania. Eso no ocurrirá y, por tanto, aún estamos muy lejos de ello”, afirmó la semana pasada la colíder del partido ultraderechista, Alice Weidel, después de que la convocatoria de una reunión para explorar esa posición se publicara en la prensa alemana.