A falta de unos días para cerrar formalmente la composición de los grupos parlamentarios en la Eurocámara, la extrema derecha adelanta a los liberales como tercera fuerza. El grupo de los Reformistas y Conservadores (ECR) del que forman parte los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni, Vox o el polaco ultranacionalista Ley y Justicia se ha convertido en el tercer grupo más amplio de la Eurocámara gracias al 'mercado de fichajes', aunque aún no ha terminado el tiempo de descuento.
La noche electoral dejó un resultado provisional basado en la composición que el Parlamento Europeo tuvo la anterior legislatura. Ese primer mapa mantenía los equilibrios del anterior mandato con el Partido Popular Europeo en cabeza, los socialdemócratas en segunda posición y los liberales de Renew Europe resistiendo como tercera fuerza, pese al batacazo que se llevaron en las urnas en buena medida por la caída de Emmanuel Macron y la desparición de Ciudadanos. Les seguían muy de cerca los ultraconservadores de ECR y después la ultraderecha de Identidad y Democracia (ID), que está integrada por la Agrupación Nacional de Marine Le Pen o La Liga de Matteo Salvini. A Alternativa por Alemania la expulsaron en plena campaña electoral para intentar que Meloni les diera la oportunidad de integrarse en un 'supergrupo' de la extrema derecha, pero no ha sido así. Los verdes quedaron relegados a la quinta posición, seguidos de La Izquierda.
Pero la irrupción de nuevos partidos y la incertidumbre en algunos de los no inscritos dejó en el aire ese reparto dado que los grupos tienen margen hasta el 4 de julio para hacer incorporaciones. Y esa pelea, que comenzó prácticamente el día después de las elecciones, la va ganando por ahora ECR, que ha sumado once eurodiputados situándose por delante de los liberales.
Pelea escaño a escaño por el bronce
En la última actualización de los datos de la Eurocámara, el PPE crece hasta los 189 escaños, seguido del S&D, con 136. ECR accede a la tercera posición con 83, aunque Renew le sigue muy de cerca (81), por lo que el equilibrio de fuerzas aún puede cambiar. ID, con 58, se mantiene cuarto, aunque también tiene negociaciones en marcha, seguido de Los Verdes/ALE (51) y La Izquierda (39). Los eurodiputados 'sin familia' ascienden a 83 (45 que ya en la anterior legislatura estaban en los no inscritos y 38 de formaciones que llegan por primera vez a la Eurocámara).
ECR ha sido el grupo que más incorporaciones ha logrado. Los aliados de Vox en la Eurocámara han incluido en sus filas a un eurodiputado del partido Demócrata danés; otro del búlgaro ITN; otro del partido Unión de Agricultores y Verdes de Lituania; y a tres franceses que abandonaron el partido de la extrema derecha Reconquête para formar uno nuevo junto con Nicolas Bay, que ya había sido miembro del grupo; y a los representantes de Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR).
Esa última incorporación es polémica por la posición anti-ucraniana de ese partido al alza en Rumanía. La dirección del grupo va a obligar a los partidos que lo componen a firmar una declaración en la que se comprometan con el apoyo a Kiev frente a la agresión de Rusia. Pero el conflicto territorial de Rumanía con Ucrania no es el único que emerge por la adhesión de AUR a ECR, sino que también complica que el Fidesz de Viktor Orbán (que tiene diez escaños) se sume.
“El partido rumano AUR, conocido por su extrema postura antihúngara, se ha unido al grupo ECR en el Parlamento Europeo. Fidesz nunca compartirá una facción con un partido así en el Parlamento Europeo. Esto no es negociable”, expresó el líder parlamentario de Fidezs, Máté Kocsis. Esa negativa deja, a priori, a ID como única opción para Orbán. Fuentes del grupo aseguran, en todo caso, que las negociaciones siguen en marcha tanto con Fidezs como con otros pequeños partidos, por lo que aún tienen margen de 'pescar' algún escaño más.
Renew Europe, por su parte, sólo ha anunciado la suma de un asiento: el del belga de Les Engagés, Yvan Verougstraete. Se queda así en la cuarta posición con 81 escaños. No obstante, este viernes se ha conocido la marcha del partido checo ANO, que aportaba siete eurodiputados, por lo que los liberales caen a 74 dando una mayor ventaja a ECR. “Es un divorcio que venía siendo necesario desde hacía tiempo. ANO ha elegido un camino populista que es incompatible con nuestro valores e identidad”, señala en un comunicado la presidenta del grupo, Valérie Hayer.
Esos cambios aún no están reflejados oficialmente en el Parlamento Europeo y los liberales mantienen aún conversaciones abiertas con algunas formaciones para intentar engrosar el grupo. Por ejemplo, miran a Volt, un partido europeísta que ha obtenido cinco eurodiputados. Ahora ha sumado representación en Holanda, ya que hasta ahora sólo tenía procedente de Alemania. Ideológicamente puede encajar en Renew, pero el único representante alemán que tenían la anterior legislatura formaba parte de Los Verdes. Con esos cinco escaños y alguna suma más individual, los liberales aspiran a mantener el tercer puesto, pero la cosa está muy reñida.
Por qué es relevante la tercera posición
Quién quede en tercera posición tiene importantes efectos simbólicos y algunos también en términos prácticos. Una de las buenas noticias la noche electoral para la mayoría de populares, socialistas y liberales que operó la anterior legislatura fue que resistía, pese a la caída de estos últimos. Eso permitió a dirigentes como la presidenta de la Comisión Europea y candidata del PPE, Ursula von der Leyen, enfatizar que el centro había ganado las elecciones frente al auge de la extrema derecha.
Además, que PPE, S&D y Renew sean las tres principales familias políticas ha permitido a los líderes negociar a tres bandas y aislar a Giorgia Meloni. Ese argumento se les cae si ECR adelanta al grupo de Emmanuel Macron y Mark Rutte, que representaron a esa familia en las conversaciones con los populares, Donald Tusk (Polonia) y Kyriákos Mitsotákis (Grecia), y los socialistas, Pedro Sánchez y Olaf Scholz (Alemania), durante el primer encuentro para abordar nuevo reparto del poder de la UE y que acabó sin acuerdo.
En términos prácticos, la tercera fuerza del Parlamento Europeo parte de una mejor posición para hacerse con puestos relevantes, como las presidencias de las comisiones, y que se reparten en función de la ley D'Hont. Así, el PPE elegirá el primero, luego les tocará a los socialistas y previsiblemente les vuelva a tocar a los populares porque tienen el doble de representantes que el tercero y así sucesivamente. Otra consecuencia de quedar en tercera posición es algo más de visibilidad en los debates, por ejemplo.