Más de una docena de personas vinculadas a una milicia de extrema derecha han sido detenidas y acusadas de planear el secuestro y posible asesinato de la gobernadora de Michigan (EEUU), la demócrata Gretchen Whitmer, según han informado este jueves las autoridades federales.
Un tribunal federal de Michigan ha acusado a seis personas formalmente de conspirar para cometer el secuestro de la gobernadora y de otros funcionarios, con lo que se enfrentan a una condena de cadena perpetua.
Paralelamente, el estado de Michigan ha imputado delitos relacionados con terrorismo a otro grupo de siete miembros de la milicia “Wolverine Watchman”, una organización con ideas ultraderechistas. Los miembros de la milicia habían adquirido armas, realizado vigilancias a la gobernadora en su domicilio y se habían entrenado para secuestrarla o asesinarla junto a otros miembros del gobierno estatal de Michigan antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Según ha dicho en rueda de prensa la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, los acusados tenían la intención de instigar una guerra civil en el país y se enfrentarán a cargos relacionados con terrorismo y conspiración para cometer un secuestro.
El plan de los miembros de la milicia era juzgarla por “traición” en un escondite en un lugar remoto de Wisconsin y no descartaban acabar con su vida. La gobernadora Whitmer ha comparecido este jueves para agradecer a los agentes “que arriesgaron su vida para defender” la de su familia.
Donald Trump llama “desagradecida” a Whitmer
La demócrata ha criticado, sin nombrarlo, al presidente estadounidense, Donald Trump, por no haber rechazado de manera categórica la violencia de los grupos de ultraderecha durante los disturbios raciales que han sacudido todo el país y en los que algunas milicias han intervenido violentamente contra los manifestantes antirracistas. “Cuando nuestros líderes se reúnen, envalentonan o fraternizan con terroristas domésticos, legitiman sus acciones y son cómplices”, ha asegurado la gobernadora en una declaración.
Tras tildar a la gobernadora de “desagradecida”, el presidente Donald Trump ha criticado en Twitter a Whitmer. “Mi Departamento de Justicia y la Policía Federal anunciaron hoy que frustraron un peligroso complot contra la gobernador de Michigan. En lugar de dar las gracias, ella me llama supremacista blanco, mientras que Biden y los demócratas se niegan a condenar a Antifa, los anarquistas, los saqueadores y las turbas que incendian ciudades gobernadas por demócratas”, ha tuiteado Trump.
En un tono mucho más explícito y crítico con la gestión del presidente, la congresista demócrata Rashida Tlaib, de raíces palestinas, ha recordado un tuit publicado por Trump el 17 de abril pasado que rezaba: “¡Liberen a Michigan!”, supuestamente dirigido a militantes de extrema derecha que se oponían a las medidas de confinamiento y distanciamiento decididas por la gobernadora para contener el virus, y que habían ocasionado el cierre de la economía.
Preguntado acerca de si pensaba que el tuit de Trump animaba a milicias radicales como esta, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, rival de Trump en las elecciones del 3 de noviembre, ha respondido afirmativamente. “Las palabras que pronuncia son importantes”, ha dicho el exvicepresidente, al tiempo que ha insistido en la amenaza que representan los supremacistas blancos para la seguridad del país.
La milicia aspiraba a asaltar el Capitolio
El grupo al que pertenecían los detenidos nació este verano después de una reunión con más de una decena de personas en Ohio que tenían la intención de crear una milicia autosuficiente, según el diario local Detroit Free Press. En julio, los imputados planearon secuestrar o matar a la gobernadora en su casa de vacaciones en la isla de Mackinac, en Michigan, ya que consideraron que para tomar el Capitolio del estado, algo que entraba en sus planes, requerían más de 200 milicianos. Los miembros del grupo intentaron procurarse mapas y planos de la vivienda de vacaciones de la gobernadora para ejecutar el plan este mes de octubre.
La gobernadora Whitmer ha sido el objeto de críticas por parte de grupos conservadores y milicias de ultraderecha desde que decidió imponer el cierre de la actividad comercial y las aglomeraciones en el estado como medidas de contención de la pandemia de la COVID-19. Grupos de milicianos armados decidieron protestar esta primavera ante el Capitolio del estado, sede del Legislativo, contra la gobernadora y contra lo que consideraban una violación de sus derechos constitucionales.