La compañía Trump Organization y su director financiero, Allen Weisselberg, han sido imputados en Nueva York y Weisselberg se ha entregado este jueves a las autoridades, según ha informado The Washington Post. El director financiero ha llegado al tribunal penal de Manhattan alrededor de las 6.30 hora local, según varios periodistas.
Los cargos imputados están relacionados con un fraude fiscal a lo largo de 15 años. También se acusa al director financiero de evadir impuestos sobre unos ingresos de 1,7 millones de dólares.
El caso es resultado de una larga investigación llevada a cabo por fiscales neoyorquinos.
La acusación contra la Trump Organization está relacionada con los impuestos atribuibles a las grandes bonificaciones en especie que se concedieron a altos ejecutivos, entre las que figuran el uso de coches y apartamentos, así como el pago de matrículas escolares.
“Es todo un sinsentido”, denunció Trump en una entrevista en Fox News este miércoles. “Los fiscales de izquierda radical de Nueva York vienen a por mí”.
“Las acusaciones son absolutamente escandalosas y no tienen precedentes, si es que se presentan las demandas”, dijo el viernes pasado el abogado Ron Fischetti a la agencia de noticias AP. “Es sólo para vengarse de Donald Trump, vamos a declararnos inocentes y presentaremos una petición de sobreseimiento”. Según informó el Washington Post, Fischetti y su equipo tuvieron hasta este lunes para presentar sus argumentos finales contra la presentación de la demanda.
La larga investigación del fiscal del distrito de Manhattan Cyrus Vance comenzó después de que Michael Cohen, el exabogado y hombre para todo de Trump, tratara de despejar el camino de las elecciones presidenciales de 2016 comprando con dinero el silencio de dos mujeres que alegaban haber tenido encuentros sexuales con Trump (Trump niega esas afirmaciones).
La mira está puesta ahora en Allen Weisselberg (73), quien durante muchos años fue el director financiero del conglomerado inmobiliario Trump Organization. Los fiscales están examinando el uso que su hijo Barry hizo de un apartamento de Trump a coste cero o muy reducido, los coches alquilados para la familia y las matrículas pagadas en una escuela a la que asisten los nietos de Weisselberg.
El valor de esos regalos y prebendas asciende a decenas o cientos de miles de dólares y los Weisselberg podrían estar en peligro si no declararon ese dinero en sus declaraciones de impuestos y documentos financieros. Pero Fischetti insiste en que cualquier demanda penal que se base en las bonificaciones complementarias representa una arriesgada ruptura con los precedentes.