Las declaraciones del presidente, Abdulá Gül, y del viceprimer ministro habían llevado a pensar que el Gobierno turco estaba dispuesto a rectificar o a al menos intentar reducir la intensidad de su enfrentamiento con las miles de personas que se han manifestado contra su poder en varias ciudades del país. Era sólo un espejismo. Aún no ha regresado al país desde su gira por el Magreb y Recep Erdogan ha vuelto a mostrar su rostro más intrasigente hacia los que desafían su poder.
En Túnez, el primer ministro ha dicho que siguen en pie los planes urbanísticos sobre el parque de Estambul que originó las primeras protestas. Además, ha vuelto a denunciar que hay misteriosos intereses extranjeros detrás de las manifestaciones y que sospecha que “grupos terroristas” han manipulado las intenciones de la protesta medioambiental. Como ejemplo, ha afirmado que siete personas de nacionalidad extranjera figuran entre los detenidos, sin que aún se sepa quiénes son y de dónde proceden.
“Si alguien dice 'voy a celebrar una manifestación y quemar y destruir', nosotros no vamos a permitirlo”, dijo a los periodistas en la rueda de prensa junto al jefe del Gobierno tunecino. “No estamos a favor de que el mayoría imponga su voluntad a la minoría, y tampoco vamos a tolerar que ocurra al revés”.
Impacto en la Bolsa
El impacto de las palabras de Erdogan fue inmediato en los mercados financieros. La Bolsa de Estambul había perdido hasta entonces un 1,3%. Fue escuchar el mensaje desafiante del primer ministro y la caída se prolongó hasta el 7%. Desde el 22 de mayo, el índice de los cien principales valores ha perdido un 22%.
Erdogan regresa en la noche del jueves a su país. Altos cargos de su partido, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP), han pedido a sus seguidores que no acudan al aeropuerto de Estambul a recibirlo para evitar enfrentamientos, informa la agencia Efe. “Llamo a la gente que ama al partido AKP. Nadie debe ir a dar la bienvenida al primer ministro; él no necesita estas cosas. ¿Qué pasaría si se encontrasen y enfrentasen dos grupos? La vida humana es demasiado preciosa”, dijo un vicepresidente del AKP.
Los militantes del AKP se han mostrado en general en silencio durante la última semana ni se han enfrentado en la calle a la oposición. Sólo se ha producido hasta ahora un incidente grave entre los dos grupos. En Rize, la localidad natal de Erdogan, varios centenares de personas atacaron a un grupo de 25 jóvenes cuando se manifestaban contra el Gobierno.