Un grupo de expertos independientes de la ONU que supervisan el cumplimiento de los derechos humanos básicos han afirmado este lunes desde Ginebra que ya nadie puede dudar de que en Gaza se está produciendo un genocidio y de que Israel tenía este propósito desde el inicio de la guerra contra el enclave palestino, en respuesta al ataque del grupo islamista Hamás contra comunidades judías del 7 de octubre de 2023.
“Creo que la intención genocida (de Israel) ha quedado demostrada desde el principio (...) Tuvimos numerosas declaraciones de funcionarios israelíes afirmando que los palestinos son animales, que no pueden ser tratados de acuerdo con las normas internacionales de la guerra”, ha declarado en una rueda de prensa el relator de la ONU sobre la promoción de la democracia y un orden internacional equitativo, George Katrougalos.
El experto ha agregado que desde el comienzo de la guerra “la situación ha empeorado mucho”, por lo que ha considerado que “no puede haber ninguna duda al respecto”.
Mientras, la relatora especial sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, ha asegurado que el “genocidio está en curso”, recordando que desde mediados de octubre del año pasado ella y otros muchos vienen alertado del “grave riesgo de genocidio”. Ha lamentado que la comunidad internacional ha incumplido con su responsabilidad legal de prevenir el genocidio en la Franja, pero ha advertido de que ahora el riesgo es que ese exterminio se repita en la Cisjordania ocupada: “Los que viven en Cisjordania y Jerusalén Este no se están salvando de la violencia insoportable que han sufrido los de Gaza. Los ataques contra los palestinos se han intensificado desde el 7 de octubre”.
Albanese ha denunciado que más de 600 palestinos han sido asesinados en esos territorios ocupados, incluidos 159 menores, y que la violencia ha aumentado considerablemente en las pasadas dos semanas en el norte de Cisjordania, donde el Ejército israelí ha lanzado una “operación terrorista” en varias localidades.
Respecto a la intención de genocidio, el relator de la ONU sobre el derecho al agua y al saneamiento básico, Pedro Arrojo-Agudo, ha señalado que las autoridades israelíes anunciaron al inicio de la ofensiva contra Gaza que cortarían el suministro de agua, alimentos y electricidad al territorio palestino, “lo cual implica el crimen de exterminio”. También ha agregado que, en este contexto, el agua potable –fundamental para la supervivencia de los palestinos, pero que escasea en la Franja– se está usando “como un arma de guerra”.
Según el experto, en estos momentos los gazatíes sobreviven con apenas 4,7 litros de agua por persona y por día, cuando en circunstancias normales cualquier persona usa al menos 100 litros para cubrir sus necesidades y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que 15 litros por persona y día es lo mínimo en situaciones de emergencia, tales como los conflictos armados.
Arrojo-Agudo ha afirmado que el muy escaso acceso al agua en Gaza ha provocado 1,7 millones de casos de infecciones de todo tipo en los once meses de guerra y que esto está causando muertes “silenciosas”, en particular entre los niños, que no son contabilizadas como parte de las víctimas mortales que está dejando la ofensiva israelí –más de 41.000, según las autoridades locales–.
Por su parte, la relatora de la ONU sobre el derecho a la salud, Tialeng Mofokeng, ha dicho en la misma rueda de prensa que el único modo de revertir esta tragedia es que haya un alto el fuego inmediato en Gaza.