La victoria del candidato populista y prorruso Robert Fico disgusta en Bruselas por sus soflamas en contra del apoyo a Ucrania y posicionamientos xenófobos y homófobos, pero interpela directamente a la 'familia socialista' a la que pertenece su partido, el SMER. Los socialistas no descartan tomar medidas contra Fico, que pasan por la sanción o la expulsión de su organización del Partido Socialista Europeo (PES, por sus siglas en inglés) y del Grupo de los Socialistas y Demócratas de la Eurocámara, pero apuestan por esperar a ver cómo se desarrolla si logra los acuerdos para llegar al poder tras obtener un respaldo del 23% en las urnas.
La idea que ha defendido el vicepresidente de los socialistas en el Parlamento Europeo, Pedro Marques, es que quieren ver si la “retórica” de la campaña electoral, en la que llegó a afirmar que la guerra la iniciaron “ucranianos nazis y fascistas”, vinculó la inmigración con el terrorismo y se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo, se convierte en “acciones”. Aunque no ha reconocido que es “muy preocupante”, ha recordado que aún no hay siquiera Gobierno en Eslovaquia. Será entonces cuando actúen si las soflamas se trasladan a la acción ejecutiva.
“Si esta retórica continúa y se aplica en el gobierno, me aseguraré de que el proceso (de suspensión o expulsión) comienza”, aseguró en una entrevista el líder del PES, Stefan Lövfen, según recoge la Agencia EFE.
“Brechas en el estado de derecho del posible futuro Gobierno, en el apoyo a Ucrania, en nuestras posiciones sobre los derechos LGTBIQ+ o en coaliciones con la extrema derecha serán situaciones concretas que podrían llevarnos a un proceso de sanción contra este partido y a una eventual expulsión del PES”, ha defendido Marques en un rueda de prensa en Estrasburgo.
Las posiciones de Fico, que también se opone al reparto obligatorio de refugiados, se asemejan a las del ultranacionalista Viktor Orbán, al que ha mencionado el propio Marques para dejar claro que los socialistas no actuarán como el Partido Popular Europeo, que mantuvo a Orbán hasta 2021 y finalmente fue él quien lo abandonó para evitar su expulsión. “No vamos a arrastrar los pies durante diez años como hizo el Partido Popular Europeo con Orbán”, ha dicho el eurodiputado socialista después de que el líder de esa formación, Manfred Weber, pidiera explicaciones sobre la posición respecto a Fico.
La eventual llegada al poder de Fico inquieta a los socios europeos en un momento en el que la unidad en el apoyo a Ucrania amenaza con resquebrajarse después de que Polonia se haya enfrentado a Volodímir Zelenski por el conflicto del grano y que Orbán ha amenazado con no apoyar su política internacional (cuando los 27 tienen que decidir en diciembre si inician las negociaciones para la adhesión a la UE) por el trato a la minoría húngara, además de mantener bloqueados 500 millones de euros para armamento por la inclusión del banco húngaro OTC en el listado negro de empresas que ayudan a Rusia. La preocupación aumenta, además, ante el riesgo de que Estados Unidos pierda fuelle en la ayuda a Ucrania, a pesar del compromiso mostrado por Joe Biden.