Los ciudadanos de Kiev continúan intentando sobrevivir a los bombardeos que Rusia lanza sobre la capital ucraniana. Familias con niños que no han podido huir, en una ciudad sumida en el caos, buscan refugio en estaciones de metro y sótanos. Aunque durante el toque de queda el transporte público no funciona, el metro permanece abierto en calidad de refugio las 24 horas del día.
Las fotografías que llegan del país sobrecogen por su crudeza.