El Gobierno francés ha anunciado este jueves la ampliación de las dosis de refuerzo a toda la población mayor de 18 años, a partir de los cinco meses posteriores a la inyección anterior. La vacunación de refuerzo para todos los adultos estará abierta desde este sábado y será necesaria para conservar el pasaporte sanitario que se requiere para acceder a la mayoría de los lugares públicos, como restaurantes o teatros, según ha explicado en una rueda de prensa el ministro de Sanidad galo, Olivier Véran.
Sin la inyección de refuerzo, la validez del pase expirará siete meses después de la última vacuna. Esta condición será efectiva a partir del 15 de diciembre para los mayores de 65 años, una medida que ya se había anunciado, y a partir del 15 de enero, para el resto de los ciudadanos. Este certificado también incluye la posibilidad de presentar un test negativo, pero las condiciones en este sentido también se han reforzado: el período de validez de las pruebas PCR o de antígenos se reducirá a 24 horas.
Además, Véran ha anunciado la vuelta de la obligación de llevar mascarilla en todos los espacios cerrados, incluso cuando se requiere el pasaporte sanitario, según recoge BMFTV.
Los casos están en aumento en el país, pero a diferencia de las oleadas precedentes Francia tiene a casi nueve de cada diez adultos vacunados, ha indicado el ministro. “Francia vive ahora una quinta ola. Será sin duda más fuerte y más larga” que la cuarta, ha dicho Véran, y ha asegurado que la población puede superar esta oleada “sin más limitaciones”, descartando por ahora un nuevo confinamiento o toque de queda.
El impacto sanitario de la nueva oleada “es real, pero se reduce significativamente” gracias a la vacunación que divide el riesgo de una forma grave “por ocho”, según ha expuesto Jérôme Salomon, Director General de Sanidad.
“Sin la vacuna estaríamos sumergidos por esta nueva ola, porque la variante delta es más contagiosa y estaríamos confinados”, ha dicho Véran. “La proporción de franceses en cuidados intensivos habla por sí sola: los vacunados son diez veces menos frecuentes que los no vacunados”, ha dicho el ministro de Sanidad.
Además, “donde la vacunación es menor, se registran las mayores tasas de incidencia y de casos graves”. Sin embargo, la eficacia de la vacuna “disminuirá con el tiempo, lo que es un fenómeno clásico”, porque la memoria inmunitaria “no es infalible y es necesario un primer refuerzo”, ha asegurado, según declaraciones recogidas por Le Monde.