Francia ha endurecido las condiciones que tenía previstas para la desescalada del confinamiento impuesto a finales de octubre para controlar la rápida propagación del virus. El Gobierno ha justificado la decisión porque el país “aún no ha salido de la segunda ola” y no se va a alcanzar el umbral marcado, tener menos de 5.000 nuevos casos diarios para el próximo martes.
A partir del próximo 15 de diciembre, los museos, teatros y cines no reabrirán como estaba previsto, según ha anunciado este jueves el primer ministro Jean Castex. Estas instalaciones permanecerán cerradas tres semanas más, y la decisión se revisará después del periodo navideño, el 7 de enero, en función de la situación sanitaria.
La otra novedad afecta al toque de queda, que empezará a las 8 p.m., no a las 9 p.m., hasta las 6 a.m. A diferencia de lo que anunció Emmanuel Macron a finales del mes pasado, la medida también estará vigente la noche del 31 de diciembre, aunque no el 24. Castex ha dicho que Nochevieja “concentra todos los ingredientes para un repunte epidémico”.
“La misma lógica, probablemente, habría requerido lo mismo para Navidad. Pero la Navidad tiene un lugar especial en nuestras vidas y tradiciones”, ha defendido Castex para mantener la decisión de levantar el toque de queda durante Nochebuena. La semana pasada, el Gobierno galo pidió a los ciudadanos que no se reunieran más de seis adultos a la vez durante las fiestas. El primer ministro ha dicho que las celebraciones navideñas son “momentos de especial riesgo”. “No podemos bajar la guardia”, ha pedido.
Desde el próximo 15 de diciembre se permitirán los desplazamientos entre regiones y ya no será obligatorio llevar un certificado para viajar.
“Este año 2020 ha sido difícil para todos”, ha admitido Castex. “Conozco su cansancio, sus dudas, su sufrimiento. Les debo, en primer lugar, la verdad y la transparencia sobre esta epidemia, que está durando más de lo que nos hubiera gustado. Mi papel es protegerles, aunque eso signifique tomar decisiones difíciles”.
Castex ha elogiado los “esfuerzos y el sentido de la responsabilidad” de los franceses, pero ha indicado que “el partido (contra el virus) está lejos de ser ganado. También ha señalado que aunque la situación epidemiológica ha mejorado en las últimas semanas, en estos momentos se encuentra en una meseta. Según el ministro de Sanidad, el ”factor climático“ ha jugado un papel importante en este estancamiento de las cifras. Castex ha asegurado que Francia es ”donde mejor ha evolucionado la situación“ en Europa.
En estos momentos, el país galo registra 234 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, y 86 muertes por cada 100.000 personas, según datos de Johns Hopkins analizados por elDiario.es. Los indicadores han mostrado tendencia a la baja, pero durante esta segunda ola, Francia ha superado el récord de hospitalizaciones de abril por la pandemia (más de 33.000) y los enfermos de COVID-19 han llegado a suponer más de el 90% de las capacidades de las unidades de cuidados intensivos. En estos momentos, son el 60%.
A finales de octubre, Macron anunció un nuevo confinamiento para reducir el número de contagios y evitar el colapso del sistema hospitalario. La medida ha sido algo más laxa que en primavera, ya que mantuvo colegios y parques abiertos, pero cerró todos los comercios no esenciales y prohibió salir de casa salvo por motivos justificados, como ir al trabajo o comprar suministros y para hacer ejercicio.
El pasado 28 de noviembre, la medida se alivió ligeramente, autorizando actividades físicas y caminatas en un radio de 20 kilómetros y por una duración máxima de tres horas y permitiendo la apertura de comercios y servicios a domicilio hasta las 9 p.m. Los restaurantes y gimnasios siguen cerrados hasta el 20 de enero, cuando está prevista su reapertura si las condiciones sanitarias lo permiten.