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Francia impondrá una cuarentena a los que lleguen del extranjero y prolongará la alerta sanitaria hasta el 24 de julio

EFE

París —

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Francia se prepara para una desescalada muy progresiva a partir del 11 de mayo, con ficheros de enfermos, una brigada para identificar contagios entre sus contactos y una cuarentena para todos los que lleguen desde el extranjero que desincentivará los viajes. Así consta en el proyecto de ley que el Gobierno galo ha aprobado este sábado y que ahora debe ser tramitado y adoptado la semana próxima por las dos cámaras del Parlamento. La alerta sanitaria se prolongará hasta el 24 de julio.

“Tendremos que vivir mucho tiempo con el virus”, ha explicado en conferencia de prensa el ministro de Sanidad, Olivier Véran, para justificar esa prolongación y las reglas que entrarán en vigor al inicio de la desescalada. Entre ellas la obligación para todas las personas que entren en Francia (franceses o extranjeros), pero también a la isla de Córcega y a los territorios y departamentos franceses de ultramar, de una cuarentena de 14 días.

En caso de que sean diagnosticadas positivas, habrán de someterse a un régimen de aislamiento en condiciones todavía por definir que puede prolongarse hasta 30 días, y que en cualquier caso será susceptible de recurrirse ante un juez. Los que no acepten esas condiciones, serán devueltos por donde habían llegado.

No hay ningún calendario para la reanudación de la libre circulación dentro del espacio Schengen que, según el ministro francés de Interior, Christophe Castaner, será “progresiva”. Tampoco para la apertura de las fronteras exteriores. Castaner ha alegado que la cuestión fronteriza se debatirá a nivel europeo y bilateral. Dentro de Francia, Véran ha dicho que se optará “por la confianza y la responsabilidad”, lo que significa que no habrá obligación jurídica de aislamiento para las personas infectadas por la COVID-19, en contra de lo que se había barajado.

No obstante, se crearán ficheros de las personas positivas para que los médicos en un primer momento y la Seguridad Social después puedan hacer investigaciones de trazado para tratar de determinar quiénes han estado en un contacto estrecho y son susceptibles de haberse contagiado.

Antes de su puesta en funcionamiento, esos ficheros, concebidos en principio para un periodo de un año, tendrán que recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), una instancia que protege frente a un uso abusivo de los datos personales.

En la práctica, una vez que un test haya confirmado un caso de coronavirus, el médico de cabecera se pondrá en contacto con el paciente para establecer un primer círculo de personas. Le tomará el relevo la Seguridad Social, con una brigada que inicialmente estará compuesta por 3.000 a 4.000 profesionales y que podría ampliarse si fuera necesario.

Los ficheros no se utilizarán para la aplicación del móvil StopCovid en la que trabaja el Gobierno desde hace varias semanas para hacer un trazado de quienes hayan estado en contacto con un caso declarado de coronavirus. Ese dispositivo está muy verde y no entrará en servicio el 11 de mayo. Si se pudieran resolver los problemas técnicos y jurídicos que plantea, antes de entrar en funcionamiento sería objeto de un voto en el Parlamento.

Las mascarillas serán de uso obligatorio en el transporte público -no en la calle- en Francia desde el inicio del desconfinamiento, y para vigilar que eso se cumple se han ampliado las competencias de control a los agentes de seguridad de las compañías de transporte, que podrán imponer sanciones, al igual que las fuerzas del orden.

Con carácter general, los franceses podrán volver a desplazarse libremente dentro del país desde el 11 de mayo, pero a un máximo de 100 kilómetros de su domicilio, salvo si pueden justificar motivos profesionales o familiares “imperiosos” para ir más lejos. En esos 100 kilómetros, se podrán traspasar los límites de los departamentos y de las provincias, precisó el ministro de Interior.