Francia considera que haber amenazado a Reino Unido con aplicar medidas de represalia por el contencioso de las licencias de pesca ha servido para que los británicos se sienten a negociar, unas discusiones que continuarán la semana próxima.
Un día después de la reunión en París de los responsables de Asuntos Europeos de Francia, Clément Beaune, y de Reino Unido, David Frost, el secretario de Estado francés de Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne, ha atribuido esas negociaciones al “hecho de haber endurecido y haber amenazado”, en declaraciones al canal France 2.
En cualquier caso, Lemoyne ha descartado utilizar el turismo dentro del dispositivo de represalia: “El turismo no debe estar influido por la geopolítica”. También ha excluido, por ejemplo, llamamientos a los franceses para que no viajen a Reino Unido.
Desde la semana pasada, el Gobierno francés había preparado una serie de medidas de presión que inicialmente debían entrar en vigor este martes, empezando por la prohibición a que los pesqueros británicos desembarcaran en puertos franceses y por un endurecimiento de los controles a las importaciones procedentes de Reino Unido.
El presidente francés, Emmanuel Macron, decidió el lunes por la noche paralizar la aplicación de esas represalias para dar tiempo a una negociación entre Beaune y Frost, que volverán a reunirse a comienzos de la semana que viene.
Brexit
Lemoyne ha reiterado los argumentos de su Gobierno en el sentido de que el objetivo de Francia es que los británicos “respeten la palabra que dieron” al firmar el acuerdo del Brexit en diciembre de 2020, que incluye un capítulo sobre la pesca.
En ese capítulo se estipula que podrán seguir faenando en aguas bajo jurisdicción británica pesqueros de la Unión Europea (UE), pero a condición de que obtengan licencias otorgadas por Reino Unido para las que hay que demostrar que ya pescaban en esas zonas anteriormente.
El problema es que Francia considera que Londres no está cumpliendo y que considera que hay unas 200 licencias a las que estima que tienen derecho sus pescadores que no han sido concedidas.
Este viernes hay un nuevo capítulo de negociación en Bruselas y bajo los auspicios de la Comisión Europea, algo que Francia considera un avance de su posición, ya que quiere sacar el contencioso de un marco estrictamente bilateral e insiste en que el acuerdo del Brexit lo suscribieron los británicos con la UE.
Beaune ha señalado este jueves que no se había sentido suficientemente apoyada por la UE en este pulso, aunque ha reconocido que la situación “ha cambiado en los últimos días”.