El Gobierno francés va a preparar una ley, sobre la base de una consulta que acaba de abrir, para penalizar el acoso sexual de las mujeres en la calle, pero también para alargar el periodo de prescripción de las violencias sexuales a menores, que podría pasar de los 20 años actuales a 30.
En una entrevista publicada hoy por el diario La Croix, la secretaria de Estado de la Igualdad entre Hombres y Mujeres, Marlène Schiappa, justificó legislar sobre el acoso en la calle porque en tres talleres organizados en Francia esa cuestión está en cabeza de las preocupaciones de las mujeres jóvenes: “No hay que dejar que eso sea normal”.
Schiappa contó que ha encargado a cinco parlamentarios de diferentes partidos que trabajen en la cuestión con un debate para “precisar los límites” de lo que debería quedar prohibido por la ley, prevista para el año próximo.
“Personalmente –dijo– creo que todos sabemos intuitivamente que hay una barrera. Que soltar un piropo o silbar no es acoso, pero que seguir a una mujer por la calle con insistencia sí lo es. En esta situación, hay una forma de intimidación”.
Reconoció que para llevar a cabo esa propuesta “hay todavía muchas reticencias entre algunos hombres” y que también algunas feministas le han advertido que establecer multas por ese tipo de comportamientos de acoso corre el riesgo de atizar derivas racistas puesto que las personas de minorías serían susceptibles de ser más denunciadas que el resto. Pero, de acuerdo con la secretaria de Estado, “el origen no debe ser ni un factor agravante, ni una circunstancia atenuante”.
Por otro lado, en el texto legislativo que quiere preparar también pretende alargar los periodos de prescripción por los delitos sexuales contra menores, porque “muchas víctimas nos explican que necesitan tiempo para acudir a la justicia” a denunciarlos.
E indicó que llevar esa prescripción desde 20 a 30 años le parece “una posición equilibrada”.