¿Qué hace exactamente en Jerusalén Tony Blair? El exprimer ministro británico no suele aparecer en los periódicos por sus esfuerzos por la paz en Oriente Próximo, sino por declaraciones polémicas y el tiempo que pasa fuera dedicado a sus negocios. Este jueves afirmó, durante una entrevista en una televisión egipcia, que el presidente derrocado, Mohamed Mursi, había robado la revolución a Egipto y que el Ejército que le depuso en julio había devuelto al país a la senda de la democracia. Fue un jarro de agua fría para quienes continúan exigiendo la vuelta del primer presidente elegido democráticamente tras la caída de Hosni Mubarak.
Días antes en Jerusalén, en el sepelio del exprimer ministro israelí Ariel Sharon, Blair causó malestar entre los altos funcionarios y activistas palestinos con su panegírico de la figura del general. “Aunque supuestamente el señor Blair, como delegado del Cuarteto, representa al Reino Unido, a Naciones Unidas, a la Unión Europea y a Rusia, en su discurso no menciona ni a Palestina ni a los palestinos, ni a la ocupación israelí ni a la solución de los dos Estados”, escribió en un comunicado el activista y diputado Mustafá Barguti. “Fue una mera oportunidad para hacer relaciones públicas de alguien que no mostró en el discurso simpatía alguna por los miles de muertos que hubo bajo las ordenes de Sharon', concluyó Barguti.
Por las mismas fechas se publicó en el periódico británico The Guardian que los ingresos de Blair han experimentado un incremento exponencial durante los últimos cinco años en que ejerce como representante del Cuarteto para Oriente Próximo. El político británico declaró que no pretende hacerse “superrico” y que gran parte de sus beneficios son destinados a fines filantrópicos para combatir la miseria, la malnutrición y el analfabetismo en África.
Quizá destinado a tal fin altruista, Blair también cobró, según un documental emitido por Channel 4, una cantidad indeterminada por facilitar la implantación en Cisjordania de la segunda empresa de telefonía móvil palestina, Wataniya, de capital catarí, a partir de un préstamo del banco JP Morgan del que el propio Blair es consejero.
La carísima oficina del Cuarteto
Según una auditoría interna del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP en su acrónimo inglés), fechado el 24 de octubre, la ONU llegó a pagar hasta 400.000 euros en 2013 en concepto de vehículos blindados y logística de la Oficina del Representante, situada desde 2011 en el barrio de Sheij Yarraj, en Jerusalén Oriental.
Hasta esa fecha, el despacho de Blair y los del personal de la oficina del Cuarteto se ubicaban en el hotel más lujoso de Jerusalén Oriental, el American Colony. Durante casi cinco años mantuvo 15 habitaciones ocupadas, tanto para su residencia como a modo de oficina para los asesores. Con un coste de unos 300 euros la noche, el gasto aproximado total fue de más de un millón y medio de euros al año, ocho millones en cinco años. Pero Blair apenas pasaba por allí. “Diría que no más de una semana al mes”, afirma una fuente cercana al hotel que prefiere mantener el anonimato.
Después llegaría la mudanza, casi obligada, de la oficina y el alojamiento en un momento en el que el propio Blair, en nombre de la comunidad internacional, pedía sacrificios financieros al entonces primer ministro palestino, Salam Fayad. El estallido de las primaveras árabes obligaba a la desviación de fondos de emergencia y cooperación a otros países vecinos, y la crisis de la eurozona reducía el montante de las donaciones a la Autoridad Palestina. El cambio de sede permitió un ahorro de cerca del 50% en el capítulo de alojamiento y oficina. Se mantuvo, en cambio, el grueso de gastos en seguridad y logística. También su avión privado y el nutrido grupo de guardaespaldas.
Lo que igualmente se mantuvo fue la frecuencia en visitas de Tony Blair a las nuevas, pero más económicas, oficinas centrales. Sigue siendo de una vez al mes, “aunque el señor Blair a menudo está aquí más a menudo”, explica Ruti Winterstein, del departamento de prensa del Cuarteto en Jerusalén. Según ella, Blair ha visitado la región mucho más de cien veces.
A qué se dedica Tony Blair
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, presentó en verano un ambicioso proyecto de inversiones privadas en Cisjordania valorado en 3.000 millones de euros. Según sus previsiones, esto posibilitaría un incremento del 50% del PIB de Cisjordania, la reducción de su tasa de desempleo del 21% al 7% en un espacio de tres años o el desarrollo de sectores como el turismo, la construcción o la agricultura.
Kerry no especificó quiénes serían los inversores ni cuándo tendría lugar el desembolso, pero trasladó dicha responsabilidad a Tony Blair. Era el segundo gran encargo para el británico, después de que las circunstancias ensombrecieran su designación en 2007 cuando Hamás se hizo con el poder en Gaza, que quedó aislada política y territorialmente de Cisjordania, e impidiendo al recién nombrado representante cumplir con una de sus principales atribuciones: terminar con el bloqueo y propiciar el desarrollo económico de Gaza.
Hoy su mandato sigue siendo económico y desde la oficina aseguran trabajar intensamente para implementarlo, pero la Autoridad Palestina tiene quejas. “Parece que Blair no tiene mucho que decir sobre la ocupación”, explica Xavier Abu Eid, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). “Se hace fotos con los empresarios pero de nada sirve el plan económico si luego Israel impide que haya mercados donde distribuir los productos palestinos”, asevera.
Blair, además, tiene otros deberes, según establece el plan diseñado por John Kerry. Entre ellos, que Israel devuelva el tercio norte del Mar Muerto a los palestinos –siguiendo así la Línea Verde reconocida por las resoluciones de la ONU– y crear un sistema de cogestión junto con un futuro Estado de Palestina y con Jordania. Igualmente, el plan norteamericano sugiere la construcción de un nuevo aeropuerto en Jericó, donde los aviones palestinos accederían desde el espacio aéreo jordano, sin penetrar en el israelí.
De momento, Blair no ha logrado ni una cosa ni la otra. “Está claro que Blair no ha tenido ningún logro especial en la zona”, dice Mario Sznajder, politólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, “pero esto no deslegitima su rol en la zona, ya que el conflicto es largo y complejo”.
Cómo nace el Cuarteto y quién lo financia
Durante el primer semestre de 2002 en que España presidía el Consejo de la UE se promovió la creación de un directorio formado por EEUU, Rusia, la ONU y la propia UE, para intentar encauzar la violencia descontrolada de la Segunda Intifada (2000-2005) tras los infructuosos intentos por parte de los enviados especiales de EEUU y de la UE.
Los principales donantes que contribuyen a financiar todas las actividades de la Oficina del Representante del Cuarteto son, según fuentes del propio organismo, los Gobiernos de Estados Unidos, Noruega y Canadá, además de la Comisión Europea. Por otro lado, el Gobierno holandés aporta fondos para el Programa de Gobernanza y Estado de Derecho, mientras que del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo salen otras partidas dirigidas a “cuestiones de operaciones y de logística”, sin que en la información proporcionada por la Oficina del Cuarteto se especifique exactamente.
Además Blair cuenta con un nutrido grupo de asesores cuyos salarios son pagados, bien por la Oficina del Representante directamente, bien por los Gobiernos de distintos países (Reino Unido, Holanda, Suecia, Alemania o Australia), los cuales envían a sus expertos a Oriente Próximo en comisión de servicios. Naciones Unidas y el Instituto para la Paz de Estados Unidos igualmente ayudan a la financiación de los sueldos de estos consejeros.
Hoy por hoy resulta casi imposible saber con exactitud cuál es el presupuesto anual de la Oficina del Representante del Cuarteto. Desde este organismo aún no ha habido respuesta a la solicitud enviada por diario.es.