Las mares del sur de China albergan las aguas más disputadas de la Tierra e Indonesia, el mayor archipiélago del mundo, es prácticamente imposible de vigilar. Durante décadas, sus extensas aguas han sido el patio de recreo de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Cuando el país empezó a reprimir a los intrusos, deteniendo a la tripulación extranjera y volando sus barcos, sus tácticas fueron aclamadas como eficaces, pero la controversia provocó la ira de muchos.
En este episodio acompañamos a Ian Urbina en una patrulla fronteriza marítima rutinaria que no tarda en complicarse.