El Gobierno colombiano suspende el alto al fuego con una escisión de las FARC tras el asesinato de cuatro menores indígenas

El Gobierno colombiano suspendió de manera parcial el alto el fuego bilateral con el Estado Mayor Central (EMC), una escisión de las FARC, luego del asesinato el 17 de mayo de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar, tras ser reclutados a la fuerza por el Frente Carolina Ramírez, una rama del grupo, según ha informado el Ejecutivo.

“Se informa que el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas”, señaló el Gobierno de Gustavo Petro en un comunicado difundido el lunes.

“El asesinato de cuatro menores indígenas en Putumayo es un crimen atroz, una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario”, había manifestado Petro el pasado sábado, cuando la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac) hizo pública la denuncia.

El Gobierno subrayó que el asesinato de los cuatro menores de entre 14 y 16 años se suma a otros hechos que causan “incertidumbre y zozobra en la población”, lo que llevó a tomar la decisión de “suspender parcialmente” el decreto del cese el fuego, medida que se implementará en las próximas 72 horas.

“Los cuatro jóvenes que habían intentado escapar de la situación de reclutamiento”, fueron asesinados “con arma de fuego” en la localidad de El Estrecho, Putumayo, departamento limítrofe con Ecuador, indicó la Opiac.

Los adolescentes escaparon del cautiverio el 17 de mayo y arribaron por la tarde a El Estrecho con las armas provistas por la organización guerrillera. Cuando la comunidad estaba tratando de juntar fondos para trasladarlos a una zona más segura, miembros del Frente Carolina Ramírez llegaron y los ultimaron con disparos a la vista de los pobladores, según la denuncia.

"Con la declaratoria de (suspensión del) cese al fuego bilateral, será evidente el aumento desproporcionado de hechos victimizantes en contra de las comunidades indígenas", advirtió la Opiac en un comunicado.

Carlos Garay, secretario de la Comisión de Derechos Humanos Indígenas, reveló que los adolescentes, nada más llegar a El Estrecho, entregaron las armas porque no querían portarlas. Los menores eran integrantes del pueblo Murui. Uno de ellos, de 14 años e identificado, “fue enterrado en el cabildo de Guaquirá en Putumayo”, contó Garay.

La suspensión del alto el fuego fue, no obstante, cuestionada por la Opiac. “Con la declaratoria de (suspensión del) cese al fuego bilateral, será evidente el aumento desproporcionado de hechos victimizantes en contra de las comunidades indígenas al estar en contacto directo con este tipo de confrontaciones armadas”, dijo la organización en un comunicado.

La advertencia de la organización de pueblos indígenas del Amazonas sintonizó con la reacción del EMC, al mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, que respondió que “el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total”.

Plan de paz en el aire

El cese el fuego fue anunciado por Petro poco antes de la medianoche del 31 de diciembre de 2022 y abarca a cinco grupos armados con los que busca llegar a un acuerdo de paz. Ellos son la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN); el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia, ambas disidencias de las FARC; las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y los Paramilitares de Sierra Nevada.

Según el comunicado del Gobierno, los delegados del EMC en el mecanismo de monitoreo del cese al fuego fueron citados para informarles de la suspensión, pero éstos “se excusaron de asistir”.

“Si el cese el fuego no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello”, agregó la información oficial.

Pese a la suspensión parcial del cese el fuego bilateral, el Gobierno dijo que próximamente divulgará los nombres de sus delegados para una negociación de paz con el EMC, “para iniciar de manera perentoria la fase de diálogos”.

“Ya lo habíamos advertido, la paciencia se iba a agotar. La suspensión del cese al fuego con las disidencias no es sólo por el vil asesinato de cuatro niños, también por los secuestros, extorsiones y demás acciones delincuenciales que nunca cesaron”, sostuvo el gobernador de Meta, Juan Guillermo Zuluaga, según consignó El Espectador.

La frustrada negociación con el EMC no es el único inconveniente que afronta Petro en su plan de paz con organizaciones violentas.

El ELN desconoció públicamente en enero el cese al fuego bilateral pese a que desde noviembre pasado negocia la paz con el Gobierno en Venezuela, México y Cuba, un proceso en el que ya han saltado las alarmas de crisis en al menos dos ocasiones.

El pasado 20 de marzo, el propio Petro suspendió el alto el fuego con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como se denomina la banda criminal del Clan del Golfo, por instigar a la violencia en una huelga de mineros en el noroeste del país.

De esta forma, el alto el fuego, vigente inicialmente hasta el 30 de junio, sólo sigue en pie con la Segunda Marquetalia, la otra gran disidencia de las FARC y con los Paramilitares de Sierra Nevada, que operan en el norte del país.