España, Italia y Rumanía han desmentido este martes al primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, después de que agradeciera a España y otros cuatro países de la Unión Europea por oponerse a las sanciones puestas sobre la mesa para responder a la deriva autoritaria en Georgia. Los ministros de Exteriores de los 27 tuvieron este lunes sobre la mesa la opción de adoptar sanciones contra los responsables de la represión interna en Georgia, pero fue frustrado sólo por Budapest –la Hungría de Viktor Orbán, además, desempeña la presidencia rotatoria del Consejo de la UE– y Bratislava.
El Gobierno español ha insistido en que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, apoyó aplicar sanciones contra Tiflis. “Las afirmaciones del Gobierno georgiano sobre la posición defendida por España en el Consejo de Asuntos Exteriores de ayer no son ciertas”, han explicado fuentes de Exteriores a Europa Press, al tiempo que recalcan que Albares fue explícito en el apoyo a las medidas y, que junto a la mayoría de Estados miembros de la UE, España defiende adoptar sanciones contra Tiflis.
España ha condenado de manera explícita la represión de las manifestaciones ciudadanas, subrayan las fuentes, después de que un mensaje oficial del Gobierno georgiano haya señalado a Hungría, Eslovaquia, Italia, Rumanía y España por “defender el interés del pueblo georgiano en el Consejo de la UE”.
A su llegada a la cita, Albares lamentó las decisiones de las autoridades georgianas sobre pausar la senda europea hasta 2028 y señaló que el derecho de manifestación, la libertad de expresión y no utilizar violencia contra los manifestantes, es algo “insoslayable” y sobre lo que la UE “debe de ser muy vigilante”.
En la misma línea ha respondido el Gobierno italiano: “Durante el debate del Consejo de Asuntos Exteriores sobre la situación en Georgia, Italia -al reiterar su más enérgica condena de todos los actos de violencia ocurridos en el país en las últimas semanas- expresó su apoyo a las medidas propuestas por el AR/VP Kallas, incluidas las propuestas de sanciones (que fueron bloqueadas por falta de consenso por parte de otros Estados miembros)”. Italia también se sumó al consenso sobre la propuesta de suspender el acuerdo para la facilitación de visados diplomáticos, propuesta que fue aprobada. Por último, Italia reiteró que la Unión Europea debe estar al lado del pueblo georgiano y expresó su deseo de que se revisen las últimas decisiones tomadas en Tiflis, que han acabado suspendiendo de facto la vía europea“.
El Ejecutivo rumano también respondió al georgiano: “Estamos profundamente decepcionados por presentar de forma inexacta los debates internos a nivel de la UE. Aprovechamos esta oportunidad para reiterar nuestra honda preocupación por la decisión del Gobierno georgiano sobre el diálogo de adhesión a la UE y la violenta represión de las legítimas protestas de los georgianos”.
Los ministros de Exteriores de los 27 tuvieron este lunes sobre la mesa la opción de adoptar sanciones contra los responsables de la represión interna en Georgia un paso que frustró Hungría y Eslovaquia y por el que la Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, optó por pedir a la Comisión Europea que proponga limitar los visados diplomáticos y de servicios.
Aunque primero se necesita una propuesta del lado del Ejecutivo europeo, esta medida se puede aprobar por mayoría cualificada, lo que permitiría a la UE salvar las reticencias de países los Estados miembros que se han opuesto a las sanciones propuestas contra funcionarios georgianos y contra el gobernante Sueño Georgiano.
La deriva autoritaria en Georgia tras la represión de las protestas y la crisis abierta por las elecciones legislativas del pasado octubre marcadas por supuestas irregularidades ha generado la crítica de la UE y algunos países como Estonia, Letonia y Lituania han impuesto sus propias sanciones contra líderes georgianos, que en pleno pulso con Bruselas han anunciado que congelan las negociaciones de adhesión a la UE hasta 2028.