Junto con un grupo de quince jóvenes ambientalistas, Greta Thunberg ha interpuesto una queja formal ante el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, en la cual denuncia la inacción de cinco gobiernos frente a la crisis climática. Han acusado a Alemania, Francia, Brasil, Argentina y Turquía de fallar en su implementación de la Convención sobre los Derechos del Niño, firmada en 1989 por 140 países.
Se presentó la medida legal en una rueda de prensa tras el discurso fulminante de Thunberg en la Cumbre del Clima en Nueva York. La queja recomienda que el Comité de los Derechos del Niño, un cuerpo independiente de expertos en la ONU, ordene que los Estados Miembros partidarios del protocolo se movilicen para mitigar el impacto devastador del cambio climático.
“El cambio debe suceder ahora si queremos evitar las peores consecuencias. La crisis climática no se trata solo del clima. También significa insuficiencia de alimentos y de agua, que sitios se conviertan inhabitables y eso genera refugiados. Da miedo”, ha dicho Thunberg en la rueda de prensa, desde la sede de UNICEF. Agregó: “El mensaje que queremos enviar es que estamos hartos”.
Los ambientalistas, cuyas edades oscilan entre 8 a 17 años, han recurrido a un mecanismo de petición individual poco conocido, mediante el cual los niños o sus representantes pueden denunciar la violación de sus derechos ante el comité de la ONU. Se trata del III Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, vigente desde el 2014 y que solo cuenta con la ratificación de 41 estados. Los países con mayor producción de dióxido de carbono en el mundo —EEUU, China e India— no ha ratificado el protocolo. Doce estados de la Unión Europea, que conjuntamente representa el tercer mayor productor de COen el planeta, han ratificado el protocolo.
“Pareciera que los gobiernos del mundo se han olvidado de su obligaciones. El tratado dice que los países deben proteger y respetar el derecho de cada niño a la vida, la cultura y el bienestar económico. Y no lo están haciendo”, ha sostenido Alexandria Villaseñor, una activista estadounidense de 14 años.
Aparte de Thunberg, una ambientalista sueca de 16 años cuyo activismo inspiró una movilización mundial, los demás niños representan un total de doce países, no todos firmantes de la convención: Argentina, Brasil, Francia, Alemania, India, las Islas Marshall, Nigeria, Palau, Sudáfrica, Suecia, Túnez y EEUU. El bufete de abogados internacional Hausfeld LLP les presta asesoramiento legal, junto con la organización sin fines de lucro Earthjustice.
La queja formal también detalla cómo las vidas de estos jóvenes han sido afectadas por la crisi climática. Carl Smith, miembro de la tribu indígena Yupiaq en Alaska, ha explicado que el calentamiento global amenaza la caza y pesca de la cual depende su comunidad. “Pienso que [los gobiernos] actúan con lentitud porque no quieren perder dinero,” ha afirmado Smith, de 17 años. “Y creo que deberían ver en persona el efecto [del cambio climático] sobre pequeñas aldeas y ciudades”.
“Apoyamos plenamente a los niños que ejercen sus derechos y se posicionan [contra la crisis climática]. El cambio climático impactará a cada uno de ellos. No es de extrañar que se unan para defenderse”, ha dicho Charlotte Petri Gornitzka, la directora ejecutiva adjunta de UNICEF. Sin embargo, Pietri Gornitzka también resaltó que UNICEF como organización no forma parte de la queja ni del proceso de adjudicación del comité independiente.
El abogado Michael Hausfeld, quien representa al grupo de ambientalistas, ha dicho a CNN que las recomendaciones que haga el comité no serán legalmente vinculantes. Sin embargo, confía que los países que han ratificado el III Protocolo Facultativo respetarán las sugerencias de los expertos, las cuales se espera que se publiquen dentro de un año.