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Hans-Jakob Schindler, experto en terrorismo: “El enorme éxito de ISIS y Al Qaeda en África tendrá consecuencias para Europa”

La policía austríaca detuvo este miércoles a dos presuntos terroristas que planeaban atentar durante los conciertos de Taylor Swift en Viena, programados del 8 al 10 de agosto, y en otros eventos de la ciudad. Uno de ellos había jurado lealtad al Estado Islámico y la artista ha tenido que cancelar sus conciertos. Mientras tanto, París se ha blindado durante los Juegos Olímpicos para evitar cualquier posible incidente terrorista.

Para calibrar el nivel de amenaza, elDiario.es habla con uno de los principales expertos en la materia: Hans-Jakob Schindler, fundador y actual director del Proyecto Contra el Extremismo (CEP) –con sede en Nueva York y Berlín– y antiguo responsable del Equipo de Vigilancia de las Sanciones contra el Estado Islámico (Dáesh), Al Qaeda y los talibanes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Diplomático experto en Inteligencia y Seguridad, Schindler lleva desde los años 90 estudiando la evolución y el desarrollo de organizaciones consideradas amenazas estratégicas por buena parte de la comunidad internacional. Desde los talibanes en Afganistán, que “siguen siendo los mismos que antes, pero con mejores relaciones públicas”, hasta las actuales filiales de Dáesh, que se expandieron desde Siria o Irak, y los movimientos de extrema derecha o izquierda que proliferan en Europa. 

La Eurocopa de Alemania terminó sin incidentes relevantes y parece que en los Juegos Olímpicos ocurrirá lo mismo ¿Qué opina?

Durante la Eurocopa no hubo atentados, pero sí se registró algún ataque aislado con cuchillo por parte de elementos radicalizados que se identificaban con la ideología islamista, aunque luego no pertenecieran a una organización determinada. Las fuerzas de seguridad francesas trabajan bajo la premisa de que, estadísticamente, ésta es la principal amenaza contra los Juegos Olímpicos, pero también están preparadas para hacer frente a ataques de toda índole, como el sucedido en marzo en el teatro de Moscú

Ese atentado mostró cómo el Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K, por su acrónimo en inglés) está siguiendo una estrategia similar a la de otros grupos como Al Qaeda, Hizbulá o Hamás, que consiste en bombear suficiente propaganda en la sociedad, y en distintos idiomas, para pedirle a sus seguidores que hagan algo, bien un ataque con cuchillo o un atropello intencionado, como el de la ciudad de Niza en 2016. Fíjese que ISIS-K dispone de una revista mensual que se llama “La voz de Jorasán”. En la página 16 del número de mayo se incitaba a atacar en suelo europeo, tanto en la Eurocopa de Alemania, como en los Juegos Olímpicos de Francia.

¿Cree que ISIS-K tiene capacidad de hacerlo?

De momento, están cómodos en sus bases entre Afganistán y Pakistán, en donde están aplicando su antigua estrategia de reclutar a individuos fuera de Europa para luego formarlos en células y enviarlos de vuelta, con la intención de perpetrar ataques complejos como el de Moscú. Esto es así porque ahora no sólo tienen los recursos y la libertad en Afganistán, sino además porque desde el pasado 7 de octubre los medios de comunicación se han centrado en la cobertura de [Oriente Medio con grupos como] Hamás, Hizbulá, los hutíes, etc.

El hecho de que organizaciones como ISIS o Al Qaeda sean enormemente exitosas en África Occidental, Central y Oriental no les da titulares, pero lo cierto es que ISIS controla alrededor del 45% de Burkina Faso, el 20% de Nigeria o alrededor del 10% de Níger. Por su parte, Al Qaeda controla el 40% de Mali, mientras su filial Al Shabab controla ya más del 50% de Somalia y dentro de unos años podría controlar el conjunto del país. En Afganistán, han logrado alrededor del 50% de éxito, pero nadie habla de esta situación, así que querrán llamar la atención con atentados espectaculares en suelo europeo o estadounidense.

"Si simplemente nos centramos en controlar nuestras fronteras con controles más estrictos fracasaremos porque eso es solo mecanismo de defensa. Debemos mirar a estos conflictos y abordar en profundidad el problema del terrorismo donde se alimenta"

El argumento de la organización que dirijo es que hay que prestarle mucha atención a lo que está pasando en África Occidental con todos los gobiernos salidos de golpes de Estado y hacerlo a pesar de que los rusos ya estén allí y los chinos estén entrando. Tarde o temprano Al Qaeda e ISIS intentarán traer a sus combatientes o a sus células terroristas. Debemos mirar a estos conflictos y abordar en profundidad el problema del terrorismo donde se alimenta.

Pero EEUU dice que ISIS no tiene suficiente capacidad para atentar en este momento

Seguro que los rusos no estarían de acuerdo después de lo ocurrido en Moscú. El problema con el actual Gobierno estadounidense es que la retirada de Afganistán no le salió bien. Están tratando de difundir un relato que diga que al final valió la pena que estuviéramos 20 años en Afganistán porque la amenaza terrorista que hoy procede de allí es mucho menor. Buscan razones para justificar que Afganistán ya no es una preocupación importante para Occidente, lo que en sí mismo es peligroso.

Sin embargo, trabajando en contraterrorismo desde finales de 1990 yo ya he escuchado esas narrativas antes, por ejemplo, que los talibanes son sólo un movimiento nacionalista, que no están interesados en el terrorismo internacional y que se trata de unos pocos tipos peligrosos que se esconden en Afganistán. La misma discusión tuvo lugar a finales de la década de los 90 con Al Qaeda. Se decía que aunque lo intentasen, no lo lograrían. Hasta que un día, el 11 de septiembre de 2001, alcanzaron su objetivo. 

ISIS-K es una amenaza real. No van a dejar de intentar atacarnos sólo porque no cosechen un éxito inmediato. Lo van a intentar, una, dos, tres… o tantas veces como sea necesario. Si usted recuerda, en los 90 hubo un ataque contra un buque norteamericano en Yemen, un ataque espectacular que causó un agujero gigantesco en el barco y la muerte de 17 estadounidenses. Al Qaeda intentó atacar ese buque, que hacía regularmente la ruta hacia el puerto de Adén, hasta en seis ocasiones. A la séptima, les funcionó. ISIS busca atentar a lo grande en Europa. Lo intentarán una y otra vez, tal como hizo Al Qaeda hasta que logró el 11 de Septiembre. Los franceses han hecho ya varias detenciones. Los alemanes también lo hicieron el año pasado para que pudiéramos disfrutar de una Eurocopa en paz. Continuamos arrestando células, una detrás de otra, pero surgirán otras nuevas y lo seguirán intentando.

¿Es la amenaza de Al Qaeda similar a la del ISIS?

No. Por suerte para nosotros, su red en África está exclusivamente centrada en expandir el territorio que controlan, reclutar a más combatientes y en hacer acopio de más armas, pero no en atentar contra Europa. De hecho, Al Qaeda ha perdido la infraestructura en Afganistán. En el pasado, organizó toda una red con algunos grupos letales, como por ejemplo Abu Sayyaf en Filipinas (responsables de un ataque terrible en 2004 que causó la muerte a más de un centenar de civiles). Dos años después, su principal capacidad vino de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) en Yemen. No sé si recuerda el caso de los explosivos que AQAP logró instalar en ordenadores portátiles facturados como equipaje de mano y cómo a partir de ese momento hubo que abrir los portátiles en los aeropuertos. 

No obstante, ahora AQAP tiene dos problemas. El primero es la ofensiva implacable contra su liderazgo por parte de las Administraciones estadouniddenses. Desde Obama a Trump y ahora Biden, cada vez que han tenido un líder significativo o un fabricante de explosivos destacado, éstos han sido asesinados. El segundo es la guerra civil en Yemen, que se ha vuelto tan horrenda que AQAP está más preocupada por sobrevivir que por perpetrar cualquier ataque espectacular, con la excepción del ataque de 2019 en Pensacola (EEUU), donde lograron infiltrarse entre las fuerzas aéreas saudíes. Así que ahora mismo, Al Qaeda, aunque está bajo una enorme presión como para perpetrar un ataque espectacular sobre todo desde el 7 de octubre, no parece tener las capacidades que tuvo antaño. 

¿Cree que las próximas elecciones en EEUU pueden modificar la ecuación antiterrorista?

Lo triste es que el próximo Gobierno estadounidense –independientemente de que sea demócrata o republicano– no verá el terrorismo internacional como su principal prioridad en materia de seguridad nacional. Un buen argumento para justificarlo será decir que el enemigo estratégico número uno para EEUU es China y, probablemente, tanto [Donald] Trump como [Kamala] Harris contemplen la amenaza rusa como un problema esencialmente europeo y no algo en lo que EEUU deba involucrarse. 

Por otro lado, mi percepción es que el ciudadano medio estadounidense no considera el terrorismo internacional como una de sus preocupaciones. Ha visto atentados en Europa, el último en Rusia, pero en realidad, en EEUU, el más significativo fue el de Pensacola y fue un ataque menor con cuchillo dentro de una base militar. Es probable que la nueva administración no incluya el terrorismo internacional entre sus prioridades en materia de política exterior y de seguridad, incluso si gana Harris. Desde Obama en adelante, lo que hemos visto ha sido su retirada secuencial de varios continentes –Afganistán, Oriente Medio y África–, lo que obliga a Europa a asumir sus propias responsabilidades en estas cuestiones en vez de esperar a que EEUU nos resuelva todos los problemas.

Si usted coordinara un dispositivo antiterrorista para un evento como el de los Juegos Olímpicos en París, ¿cuáles serían las tres prioridades a las que prestaría especial atención?

Número uno: lo que llamo “amenazas estadísticas”, por ejemplo los potenciales ataques de lobos solitarios. Las fuerzas de seguridad tienen que asegurar que todos los recintos en los que tienen lugar eventos deportivos y las zonas para los fans están herméticamente controlados con detectores de metales, controles de acceso, etc. Si hay una zona de visionado para los fans y seguidores, hay que mirar las bolsas que traen como hicieron en el estadio sueco durante el Festival de Eurovisión. Básicamente les dices, si vienes con una bolsa no podrás entrar. 

Número dos: tienes que asegurarte de que el cielo está despejado, por ejemplo de drones artillados u otros artefactos volantes no pilotados (UAVs, en inglés). Este es uno de los retos más importantes porque si un UAV sobrevuela un grupo grande de gente, incluso si su carga explosiva es pequeña, puede provocar un enorme pánico y que éste desencadene estampidas. El control de ese pánico es el principal problema, por lo que el control de masas es el gran desafío para las fuerzas de seguridad.

Número tres: en Europa hay que prestar más atención a la extrema izquierda, sobre todo a raíz del 7 de octubre. Hay gente a la que se le ha transmitido una narrativa antimperialista en términos de lucha armada.

Finalmente, añadiría el extremismo de extrema derecha que sobrevuela toda Europa, y que en Francia es un problema. Hay una nueva estrategia por parte de actores extremistas violentos de extrema derecha y que se llaman los “clubs activos”, que son clubs de deportes de combate que pasan por clubs normales, pero dirigidos a crear un ejército de hombres blancos entrenados en lucha callejera, emulando a las SA (Sturmabteilung) del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán: aquellos camisas marrones que vimos en los años 30 en Alemania. Hay muchos “clubs activos” que han surgido durante estos últimos meses en Francia y que hubieran podido ver en un gran evento como los Juegos Olímpicos, con muchos extranjeros y turistas, la oportunidad perfecta para entrar en acción.

Esta entrevista ha sido editada por motivos de claridad y extensión.