La expansión de Ikea, que irrumpió en el mercado europeo hace décadas y disparó la demanda y el consumo de madera, ha dado sus primeros pasos en América Latina. El vendedor de muebles más grande del mundo selló una alianza con el grupo chileno Falabella para desembarcar con una decena de locales en la región. La primera tienda abrió en Santiago de Chile, y anuncian que habrá más Ikea en Perú y Colombia, donde están previstas nuevas inauguraciones hasta el 2023.
La llegada del más importante consumidor mundial de madera abre una interrogante ante las posibles consecuencias sobre esa materia prima en la región. ¿Cómo impactará la llegada de Ikea en los bosques amazónicos? Los datos sobre el comercio global analizados por OjoPúblico revelan un aumento de las importaciones de madera desde Brasil de parte de Falabella en Chile y Perú en los últimos dos años.
Brasil se convirtió desde 2018 en uno de los países que más madera aportó para esta cadena chilena de retail que maneja las tiendas de Ikea en Latinoamérica. Esta tendencia creciente en la importación de madera brasileña y la negativa de Ikea a revelar el origen de la materia prima que usará en las tiendas latinoamericanas despierta la preocupación de los expertos en el comercio de madera.
“Con su legado de escándalos sin resolver en Europa, la entrada de Ikea en nuevos y enormes mercados en América Latina es preocupante. El continente alberga algunos de los bosques más críticos para el clima que nos quedan, y como mayor consumidor de madera del planeta, su negativa a responder a las preguntas sobre la procedencia de la madera que usará en estas nuevas tiendas debería hacer saltar las alarmas”, dice a OjoPúblico Tara Ganesh, investigadora de Earthsight.
Esta organización ambientalista reveló el año pasado que Ikea abastecía el mercado europeo con muebles realizados con madera proveniente de la tala ilegal en Rusia.
Como parte de esta investigación, OjoPúblico preguntó a la empresa sueca y a su franquicia Sudamericana (Falabella) sobre el origen de la madera que utilizarán en sus tiendas latinoamericanas, pero ambas se negaron a dar información precisa sobre el tema. Tampoco negaron que sus proveedores para abastecer a las tiendas Ikea de América Latina sean brasileños.
“Los proveedores de Ikea se abastecen de materias primas y fabrican productos en muchos países y regiones del mundo. No especificamos el origen del material de productos concretos, ya que éste puede variar en función del tiempo y la disponibilidad. Sin embargo, exigimos a todos los proveedores que se abastezcan de madera que cumplan nuestros requisitos de fuentes más sostenibles: Madera certificada por el Forest Stewardship Council (FSC) o reciclada”, respondieron a OjoPúblico desde la oficina central de Ikea, en Londres.
Ante la falta de información oficial, expertos como Tara Ganesh advierten: “Las investigaciones recientes han revelado que Ikea ha utilizado cuero y madera de fuentes muy controvertidas en los últimos años. Con los problemas sistémicos que subyacen a estos escándalos sin resolver, la entrada de Ikea en nuevos mercados que albergan algunos de los recursos forestales más críticos para el clima de la Tierra debería hacer saltar las alarmas a los consumidores de la zona”.
Crece la demanda de madera
Las importaciones de madera de Falabella aumentaron en Chile y Perú en los años posteriores a la firma del acuerdo con Ikea: tanto la madera sin procesar como los recortes de madera procesada, ambos clave para la confección de muebles, aumentaron entre 2018 y 2021, según los datos de exportaciones e importaciones analizados por OjoPúblico para esta investigación.
En 2021, el año previo a la apertura de la primera tienda de Ikea, el grupo Falabella importó madera sin procesar como nunca antes en los últimos años en Chile: fueron casi 80.000 toneladas, más del doble de lo que ingresó en 2020, cuando ni siquiera se habían alcanzado las 40.000 toneladas. Las importaciones también superaron con amplitud las cifras previas a la pandemia.
También se duplicaron las importaciones de madera procesada de Falabella Chile en 2021: los envíos saltaron hasta superar las 25.000 toneladas. La tendencia se repitió en Falabella Perú, donde se tiene previsto abrir la nueva tienda en los próximos meses. Los ingresos de madera procesada crecieron un 50% en 2021.
Las 32.000 toneladas importadas por este grupo de retail representan más de la mitad de toda la madera procesada que ingresa a los puertos peruanos.
¿Cuál es el origen de la madera que importó Falabella? Brasil es uno de los principales proveedores, cuyas exportaciones hacia Chile y Perú tuvieron un llamativo crecimiento en el último año, según los datos oficiales revisados por OjoPúblico. La madera brasileña sin procesar pasó de 2.000 toneladas a 15.000 toneladas para la sede chilena del holding.
La mayoría de la madera sin procesar importada desde Brasil son tableros como el Oriented Strand Board, un compuesto de retazos de conglomerado. El 32% de esas importaciones son estas tablas compuesta habitualmente por virutas de madera de pino encoladas a presión, que suelen utilizarse para la construcción de muebles o, incluso, por su aspecto pintoresco, también para decoración.
Tanto el pino como el eucaliptos son maderas que suele utilizar Ikea para sus muebles, cuyas plantaciones pueden encontrarse en el nordeste de Brasil y en el estado de Mato Grosso do Sul, según los expertos consultados.
“Es muy difícil tener la certeza de que la madera brasileña utilizada para la construcción de muebles es legal porque el sistema que tenemos es fallido. Ya identificamos decenas de maneras de falsificar nuestro sistema. Prácticamente no hay controles de las autoridades. El 85% de los planes forestales que auditamos tenían indicios de fraudes”, indicó a OjoPúblico Romulo Batista, responsable de la Amazonia para Greenpeace Brasil.
El especialista indicó, además, que el propio sistema brasileño permite “maquillar” la madera que es extraída ilegalmente para importarla legalmente a otros países.
Brasil es el más grande proveedor de la madera procesada que utiliza Falabella Perú. Este holding aumentó las importaciones de maderas procesadas desde Brasil hacia Perú el último año en un 50% hasta llegar a 28.000 toneladas. ¿Qué tipo de madera procesada? El código aduanero no indica la especie de madera, pero sí que son muebles o partes de muebles.
Las importaciones de madera procesada son menores en Chile, pero el crecimiento se multiplicó por diez justo en el año previo a la inauguración de la primera tienda de Ikea hasta llegar a las 3.100 toneladas. El código arancelario indica que la mayoría de esos cargamentos también traían “muebles de madera”. Además del pino y eucaliptus, la empresa sueca indicó que también suelen utilizar abedul, haya, roble, acacia y álamo.
Miguel Ángel Soto, especialista en madera de Greenpeace en España, estudió la composición de los muebles de Ikea. “La empresa suele utilizar maderas templadas, solo maderas duras. Nunca los he visto trabajar con maderas tropicales. La madera que se vende en las tiendas de Europa tiene como origen bosques boreales del norte de ese continente”, explicó ante la consulta de OjoPúblico.
“Ikea empieza a usar madera de eucaliptus, cuyas plantaciones están en Brasil. También el sur de Chile y Argentina tienen muchas plantaciones de maderas coníferas como las que suele utilizarse para sus muebles. De todas formas, no veo a Ikea metiéndose en el Amazonas, en el jardín de la madera tropical, porque podría tener un importante problema más de reputación”, sostuvo Soto.
El tipo de acuerdo con Falabella
Ikea, líder a nivel mundial para la venta de muebles, firmó en 2018 un acuerdo con el grupo Falabella –una de las compañías retail más importantes de América Latina– para desembarcar en una de las últimas regiones en las que no tenía presencia comercial.
El anuncio oficial de la empresa sostiene que desembolsará más de 600 millones de dólares para abrir una decena de locales de Ikea para los próximos años, operados por este holding chileno, en Santiago de Chile, Lima y Bogotá. Se sumarán a otros locales de Ikea ya abiertos en México y República Dominicana, que son administrados por el gigante sueco por fuera de este reciente acuerdo con el grupo chileno.
La familia Solari, una de las familias más ricas de Chile y accionistas mayoritarios de Falabella apostaron a la exitosa fórmula de Ikea: muebles baratos y bonitos, los mismos productos que uniforman las casas de la clase media europea, ahora pretende conquistar el mercado sudamericano.
La compañía chilena está lanzando una nueva estrategia que incluye el cierre del 10% de distintas tiendas de sus históricas marcas en Perú, Chile y Colombia para fortalecer sus canales de e-commerce, donde también juega este nuevo acuerdo con Ikea.
La expectativa por la llegada del gigante sueco fue tan alta que hasta Mario Marcel, ministro de Hacienda del gobierno de Gabriel Boric, participó en la inauguración del primer local, en agosto pasado. La revolución Ikea continuó por varias semanas más cuando, incluso, llevaba 40 minutos de espera el ingreso a la tienda. La apertura de un segundo local en la capital chilena está prevista para este año en el Mallplaza Oeste.
¿Cómo funciona el sistema de franquicias del gigante sueco?
“Una empresa paga a otra un canon de franquicia por el derecho a utilizar su propiedad intelectual. La oferta de franquicia de Ikea incluye nuestras marcas y conceptos. Los franquiciados de Ikea le pagan al Grupo Inter Ikea un canon anual del 3% sobre sus ventas netas. A cambio, están autorizados a comercializar y vender nuestros productos, a gestionar las tiendas Ikea y otros canales de venta”, explicaron desde sus oficinas centrales de prensa.
Ikea obtuvo casi 1.500 millones de dólares de ganancias netas durante 2021, según informó en su memoria financiera, aunque esas ganancias incluyen casi 4.500 millones de dólares de utilidades brutas de sus accionistas. Los aumentos por los canon que entregan las franquicias crecieron en comparación con el año anterior, pero aún así representan sólo el 5% del total de los ingresos de la compañía.
El pago de impuestos es otro de los puntos que mantuvo a Ikea bajo la lupa tras las revelaciones de los Luxembourg Leaks y los Panama Papers. Las filtraciones lideradas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) revelaron que la empresa, que se convirtió en un emblema de Suecia, había armado un complejo entramado en jurisdicciones europeas de baja tributación como Luxemburgo, Liechtenstein y Holanda, entre otros, para pagar la menor cantidad de impuestos posibles.
Ikea facturó casi 25.000 millones dólares en 2021, pero su aporte impositivo fue de apenas 2.000 millones de dólares, según indica la memoria del grupo. El 3% de las franquicias que aporten las tiendas latinoamericanas serán incluidos entre esos fondos millonarios que se canalizan a través de complejas estructuras jurídicas que se suele utilizar para la elusión impositiva, una práctica legal pero cuestionada.
“Pagamos impuestos en los países donde operamos en función del valor creado allí y de la realidad económica de nuestro negocio. Y esperamos lo mismo de nuestros franquiciados. Nuestros ingresos por el canon anual de franquicia tributan en Holanda a través de la entidad jurídica Inter IKEA Systems BV, mientras que los ingresos por Ikea Chile tributan en Chile a través de Falabella”, explicaron desde la empresa.
Falabella, por su parte, ya tiene antecedentes de presencia en paraísos fiscales. La familia Solari, accionista mayoritaria del holding, manejó sus negocios y sus fortunas particulares a través de una trama de sociedades offshore en Panamá y las Islas Vírgenes Británicas, según relevaron los medios Ciper y La Bot en la filtración conocida como Pandora Papers de ICIJ.
El desembarco sudamericano
América Latina era una de las últimas regiones del mundo donde Ikea todavía no había podido ingresar. La combinación entre la baja cantidad de renta per cápita en la región y el gran volumen de ventas que necesita el gigante de los muebles para operar relegó por años al continente.
Una única tienda de Ikea, una especie de probeta de ensayo, había abierto en 2010 en Santo Domingo, República Dominicana. Fue la única tienda de la empresa durante diez años en la región.
Ikea abrió su segunda tienda latinoamericana en Ciudad de México en 2020, en plena pandemia, y otra en San Juan, Puerto Rico, en 2021. Estas tres tiendas son gestionadas directamente por el holding sueco. Pero dos años antes, la empresa ya había firmado el acuerdo para extender su marca en Sudamérica a través de una franquicia con Falabella que implicaba la apertura de nueve tiendas en una década incluyendo locales en Chile, Colombia y Perú.
El gerente general de Falabella, Gastón Bottazzini, adelantó en una entrevista con la prensa que la próxima tienda será en Bogotá durante el primer semestre de 2023. Por fuera del acuerdo de franquicia, Ikea también tiene prevista una apertura de una tienda en Puebla, México, para el año próximo, donde ya funciona su canal de venta online.
La Red Investigativa Transfronteriza, con presencia de colaboradores en varios países de Latinoamérica, refleja los crímenes ambientales, el crimen organizado y la situación de los derechos humanos y la democracia en la Amazonía. Esta investigación de Iván Ruiz y Gianfranco Huamán contó con la colaboración de Matías Jara.