El expresidente argentino Alberto Fernández ha sido imputado este miércoles por los delitos de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de género y amenazas coactivas en perjuicio de su expareja y ex primera dama, Fabiola Yañez, que fue la que denunció las agresiones.
La medida ha sido tomada por el fiscal federal Ramiro González en un dictamen en el que dispuso las primeras medidas de prueba de la causa.
El fiscal ha señalado que Yañez “sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar” sobre una “relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como Presidente de la Nación y el ejercicio del cargo”.
Bajo esa “estructura de asimetría”, añade el fiscal, Fernández habría “realizado distintos comportamientos penalmente relevantes”. Uno de ellos fue obligar a Yáñez a abortar en el año 2016, “a través de un plan que constituyó destrato, negación de la palabra, hostigamiento”, por el que la mujer se vio “coaccionada” para tomar esa decisión, “provocándole un daño psíquico irreparable”.
El dictamen de González también señala que el 12 de agosto de 2021 el expresidente argentino sujetó del brazo a su expareja “provocándole las lesiones cuya imagen se observa” en una foto enviada por Yáñez a la secretaria de Fernández.
Además, en julio de 2021, mientras estaban juntos en la cama de la suite presidencial de la residencia oficial de Olivos y después de una discusión, Fernández “le propinó un golpe de puño en el ojo”. El 11 de agosto de 2021, después de otra discusión, el expresidente “zamarreó a Yáñez de sus brazos, provocándole una lesión en una de sus extremidades y la sujetó con sus manos del cuello”.
El documento del fiscal también asegura que el 12 de agosto de 2021 Fernández le propinó una patada en el vientre a Yáñez, “conociendo que la nombrada podría estar embarazada en ese momento”.
A lo largo del primer semestre de 2023, “con habitualidad Alberto Fernández golpeaba con la mano abierta” a Yáñez, quien decidió mudarse con su hijo, Francisco, nacido en abril de 2022, a la casa de huéspedes de Olivos, donde el exmandatario “entraba de manera violenta”.
El fiscal señala, por otra parte, que Yáñez relató que, mientras se encontraba en un viaje en Foz de Iguazú (Brasil), le mostró a Ayelén Mazzina, entonces titular del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, fotos de los golpes que sufrió y le dijo que se quería ir de la residencia de Olivos. La entonces ministra se limitó a pedirle que visitara el Ministerio “sin tomar ningún tipo de medida conforme al rol que desempeñaba en ese momento”.
Ramiro González también refiere que el 28 de junio Yáñez recibió una llamada del que era su abogado, Juan Pablo Fioribello, sugiriéndole no denunciar a Fernández.
El fiscal ha dispuesto varias medidas de prueba como la citación de testigos como María Cantero, exsecretaria privada de Alberto Fernández; Federico Saavedra, ex jefe de la Unidad Médica Presidencial; Miriam Yañez Verdugo, la madre de Fabiola, Sofía Pacchi, amiga de Fabiola y una de las que estuvo en la fiesta de Olivos, y la periodista Alicia Barrios.
También ha sido citado Daniel Rodríguez, intendente de la Quinta de Olivos durante la presidencia de Fernández.
El fiscal ha requerido las filmaciones de las cámaras de seguridad de Olivos de 2021 a 2023 del chalet residencial y de la casa de huéspedes, a donde Yañez ha relatado que tuvo que ir a vivir con su hijo.
También pidió los antecedentes de la exprimera dama sobre el tratamiento psiquiátrico que se realizó en la clínica INECO y el de fertilidad para quedar embarazada, además de su historia clínica completa.
El inicio de la investigación
La denuncia de Fabiola Yañez ha sucedido después de que en el marco de la causa 'Nación Seguros' se detectaran conversaciones entre ella y la exsecretaria de Alberto Fernández, María Cantero, que daban cuenta de que existían situaciones de violencia de género. Ante esto, la Justicia le otorgó intervención a la Oficina de Violencia Doméstica, pero informó que no realiza evaluación de riesgo solamente en base a constancias escritas o imágenes sobre las que no se puede indagar, por lo que para verificar el hecho de necesitaba la comparecencia de la ex primera dama.
Según las actuaciones del Ministerio Público Fiscal, en este contexto, el 28 de junio hubo una audiencia virtual entre Yañez y la Justicia donde ella expresó que “no deseaba dar impulso a la acción penal”, pero el 6 de enero cambió de idea y declaró. Dijo que la vez anterior había decidido no avanzar “debido a que no se encontraba en condiciones aptas para tomar una decisión en relación con ello y a que le fue solicitado que no lo hiciera”. Explicó que cambió de decisión por “las circunstancias actuales y la difusión pública de estos sucesos” y agregó que sufría “terrorismo psicológico”.
De acuerdo a la Fiscalía, Yañez expresó: “Siempre tengo que terminar haciendo lo que dicen que haga” y subrayó su necesidad de proteger su integridad física y mental. Refirió que sufrió acoso telefónico diariamente por parte de Alberto Fernández y que había sido víctima de violencia de género durante cinco años.
Fernández renuncia como líder de su partido
Poco después de conocerse su imputación, el expresidente argentino ha anunciado que renunciaba a la presidencia del Partido Justicialista (PJ).
“En el marco de la denuncia por presunta violencia de género a partir de la cual estoy siendo investigado en la Justicia Federal, vengo a elevar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista orden nacional con el que oportunamente me honrara”, ha asegurado Fernández en un mensaje al apoderado de la formación.
En su carta, difundida por los medios locales, Fernández ha explicado que toma esta decisión “con el único propósito de no involucrar al partido” en el que siempre militó “en los hechos que, según él, falsamente se le ”endilgan“.